Introducción: El espectro clínico de la endocarditis infecciosa (EI) se ha modificado los últimos años. A ello contribuye el envejecimiento de la población y las particularidades de los ancianos, con más comorbilidades, ingresos reiterados, procedimientos invasivos y presencia de material protésico. El objetivo del estudio fue describir las características de los pacientes>80 años con EI.
Material y métodos: Estudio de cohortes prospectivo de junio de 2007 a marzo de 2015, dentro de la Cohorte GAMES, que recoge prospectivamente los datos de todos los pacientes ingresados con EI según los criterios de Duke modificados en 39 centros españoles. Se incluyeron todos los pacientes con edad>80 años diagnosticados de EI. Se excluyeron los pacientes que no aceptaron participar. Los pacientes fueron seguidos durante un año. Todos los datos fueron incluidos en SPSS 21.0. Para detectar diferencias entre variables cuantitativas se emplearon la T de Student o el test de Mann-Whitney y entre variables cualitativas la Chi2.
Resultados: Se incluyeron 502 pacientes (57% varones), con media de edad de 83 años (DE: 3,07; rango 80-95). Las principales comorbilidades fueron HTA (73%), insuficiencia cardiaca (40%) y DM (31%). La EI fue de origen comunitario en el 57% de los casos, más frecuente sobre válvula natural (62%), siendo las válvulas aórtica (45%) y mitral (44%) las más afectadas.
Los microorganismos más frecuentemente aislados fueron los estafilococos en un 34,1% (19% Staphylococcus aureus y 19,9% SCN), seguidos de Streptococcus sp. (28%) y Enterococcus sp. (19%).
Las manifestaciones clínicas más frecuentes fueron fiebre (82%) e insuficiencia cardiaca (41%). El 32% de los pacientes presentó un soplo nuevo y un 24% fenómenos embólicos. El 15% desarrolló sepsis grave.
En un 52% de los pacientes estaba indicada la cirugía, que solo se realizó en el 21%. El motivo más frecuente de no realizar la cirugía fue el mal pronóstico (34%). El 46% de los pacientes intervenidos presentó complicaciones.
Durante el ingreso fallecieron 174 (35%) pacientes, no encontrándose diferencias significativas en función de que se hubiese realizado o no cirugía. En el año de seguimiento fallecieron 59 (12%) pacientes, siendo esta proporción mayor en los pacientes no intervenidos (8,3 vs. 23%, p=0,007), 52 (17%) pacientes presentaron secuelas, y 66 (20%) requirieron reingreso, sin diferencias en función de que se hubiese realizado tratamiento quirúrgico.
Conclusiones: La EI en pacientes>80 años presenta alta mortalidad durante el ingreso hospitalario y en el año posterior, y elevado porcentaje de secuelas y reingresos. En la mayoría de los pacientes no se realizó cirugía pese a estar indicada, principalmente por su mala situación clínica. No se encontraron diferencias en la mortalidad durante el ingreso del episodio de EI, según el paciente se hubiese intervenido o no. Sin embargo, los pacientes a los que se practicó cirugía como parte del tratamiento presentaron menor mortalidad al año del diagnóstico.