El desarrollo de shock cardiogénico refractario tras un infarto de miocardio implica una elevada mortalidad. En muchos centros optan por el trasplante cardíaco urgente en estas circunstancias. El uso de asistencias mecánicas circulatorias (AMC) es una opción terapéutica aprobada en estos enfermos.
Material y métodosEl programa de AMC comenzó en nuestro hospital en abril de 2009. Contamos con dispositivos oxigenadores de membrana extracorpórea (ECMO) Maquet PLS® y asistencia ventricular Levitronix Centrimag®. Desde el comienzo hemos implantado 81 dispositivos en 69 pacientes. Describimos las características y evolución de los pacientes a los que se a los que se implantó una AMC en contexto de shock cardiogénico postinfarto.
ResultadosAnalizamos 10 pacientes con media de edad de 51,6±10,89 años (36-65), 50% varones. Todos ingresaron en shock cardiogénico refractario a inotrópicos y balón de contrapulsación, tras infarto de miocardio que se trató con angioplastia primaria. Se implantaron 14 dispositivos, 7 ECMO venoarteriales, 5 left ventricular assist device (LVAD) y 2 biventricular assist device (BiVAD). Media de duración del soporte 14,9±14,5 días (máximo 51 días). En 5 pacientes (50%) se consiguió la recuperación y retirada del dispositivo, los 4 pacientes se trasplantaron con éxito y 1 falleció por muerte cerebral, ya que tras el infarto agudo de miocardio (IAM) tuvo un politraumatismo. El soporte fue óptimo en todos los enfermos, permitiendo la recuperación del fallo orgánico. Complicaciones registradas: 1 rotura de la aurícula derecha durante la implantación del sistema ECMO, que obligó a reconversión a LVAD; 1 infección del sistema; 7 reoperaciones (58,3%) por sangrado/taponamiento; 1 accidente isquémico transitorio, y 4 (33,3%) sepsis. La supervivencia hospitalaria fue 70% y al año 60%; 3 enfermos murieron en el hospital, 1 por sepsis, otro por bajo gasto y otro por el politraumatismo. Otro falleció a los 5 meses en espera de trasplante, con otro AMS.
ConclusionesEl shock cardiogénico refractario tras IAM es una situación con alta mortalidad. Las AMC a corto plazo permiten mantener a estos pacientes en condiciones óptimas hasta una recuperación aceptable de la función ventricular o hasta la realización de un trasplante cardíaco diferido, con tasas de supervivencia muy superiores al manejo convencional.