Introducción
En la naturaleza, los enlaces de los ácidos grasos (AG) insaturados son generalmente de configuración cis. Sin embargo, algunos cuando se someten al proceso de hidrogenación se transforman en isómeros trans, cuya configuración se asemeja más a la de los AG saturados (AGS). Este proceso suele aplicarse a los aceites vegetales insaturados y marinos para modificar sus características físicas y sensoriales y hacerlos así más apropiados para uso industrial (margarinas y shortenings) como sustitutos de AG saturados. Durante el procesado de los aceites vegetales se forman sobre todo isómeros trans C18:1 y mezclas más complejas que van desde C18:1 a C24:1 cuando se hidrogenan aceites marinos1, que pueden llegar a constituir hasta un 60% de los AG totales2,3. En el rumen del ganado se produce también hidrogenación bacteriana, por lo que los AG en forma de isómeros trans son componentes naturales de la leche y de la carne, conteniendo aproximadamente un 3-5% de los totales4,5.
El interés por los AG trans ha surgido tras publicaciones recientes que describen cómo dichos isómeros incrementan los valores de colesterol total plasmático y el colesterol unido a las lipoproteínas de baja densidad (cLDL) disminuyendo, por el contrario, ligeramente el colesterol unido a las lipoproteínas de alta densidad (cHDL)6-11. Katan y Mensik12, en una revisión de trabajos en los que se analiza el efecto de los AG en el perfil lipídico, encontraron que el consumo de dietas con AG trans, al compararlas con otras de ácido oleico, daba lugar a un aumento significativo del colesterol sérico (LDL y lipoproteínas de muy baja densidad [VLDL] y a una ligera disminución del cHDL. Por ello, recomiendan un mayor uso de aceites vegetales no hidrogenados como vienen haciendo durante siglos poblaciones con baja incidencia de enfermedades cardiovasculares. Estos mismos autores9, observaron que las dietas con un alto contenido en AGS (ácidos grasos monoinsaturados [AGM] + ácidos grasos poliinsaturados [AGP]) o AGP no modifican los valores de Lp(a). Sin embargo, la Lp(a) aumenta al emplear los isómeros trans de los AG esteárico y linoleico. El efecto de los AG trans como factor de riesgo de la enfermedad cardiovascular (ECV) es controvertido. Algunos estudios han encontrado mayores valores de C16:1 trans (pero no de C18:1 trans o AG trans totales) en el tejido adiposo de personas que habían fallecido por ECV al comparar con causas distintas13. Igualmente, en el Nurses Health Study14 la ingesta de AG trans, en 85.095 mu jeres sanas, después de ajustar por energía y edad, se relacionó con el riesgo de ECV (odds ratio [OR]: 1,50; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,12-2,00; p < 0,001), resultando mayor entre las mujeres que habían consumido margarina regularmente en los 10 años anteriores. El consumo de alimentos fuente de trans (margarina, galletas, pasteles y pan de molde) estaba positivamente asociado con un mayor riesgo de ECV (OR: 1,67; IC del 95%; 1,05-2,66; p < 0,002). Otros autores, al estudiar el efecto del consumo de mantequilla, margarina enriquecida con AGM y AGP y de margari nas con (29%) y sin AG trans sobre los lípidos sé ricos de varones sanos observaron que los AG trans pueden afectar el perfil lipídico11-15.
Al analizar los resultados del estudio EURAMIC en el que participaron 8 países europeos, entre ellos España e Israel16, se observaron importantes diferencias en el contenido de AG trans del tejido adiposo: mayor en Holanda y Noruega y menor en España. Sin embargo, no se observaron diferencias entre los casos de infarto y los controles (OR: 0,97; IC del 95%: 0,56-1,67) aunque, después de excluir a la población española del análisis estadístico, se observó un mayor riesgo, no significativo, de infarto en los cuartiles más altos de C18:1 trans.
En la mayoría de los países de la UE, dado el alto consumo directo de margarina, shortenings y alimentos que los contienen, la ingesta de AG trans puede llegar a ser importante. Sin embargo, existen grandes diferencias entre países. En España, aunque el consumo directo de margarina es muy pequeño (2 g/persona y día), empieza a aumentar el de algunos alimentos que la contienen (galletas, bollería, tartas, dulces, etc.), consumo que, por el momento, no parece desplazar a la fruta que sigue siendo el postre mayoritario17. Por otro lado, como país mediterráneo en el que el proceso de fritura es tradicional, otra fuente que se debe considerar de AG trans en nuestra dieta podría estar constituida por los aceites reutilizados en el ámbito doméstico y principalmente industrial y/o los alimentos fritos en dichos aceites. Está descrita18 la formación de AG trans en aceites calen tados a altas temperaturas, aunque como ya se ha comentado, se ha encontrado16, precisamente en España y en individuos con un uso tradicional de la fritura de los alimentos, una situación mucho más satisfactoria que en los países del norte de Europa.
En definitiva, los alimentos que forman la dieta y su contenido en AG trans es muy diferente y, por tanto, el posible riesgo asociado dependerá de: a) el tipo de alimentos; b) el contenido de AG trans de todos los alimentos que componen la dieta, y principalmente, c) la cantidad consumida por el individuo o población. Sin embargo, la información sobre la ingesta real de AG trans, su relación con la de otras grasas dietéticas y su distribución en diferentes grupos de población es escasa hasta el momento14,19,20,21. La dificultad estriba, por un lado, en la falta de datos sobre el consumo de alimentos en uchos países y, por otro, en una falta de informa ción acerca del contenido de AG trans en los mismos.
Por todo lo anterior, y dada la heterogeneidad de los alimentos que componen las dietas de los países de la UE y los componentes de las recetas y procesos culinarios a los que se someten, a propuesta del TNO nutrition and Food Research, Department of Human Nutrition (Zeist, Holanda), la Comisión de la UE concedió una Acción Concertada dentro del Programa Específico AAIR para llevar a cabo un estudio titulado Assessment of Trans Fatty Acid Intake and Relationship with Risk Factors for Cardiovascular Disease in European Countries (TRANSFAIR). Se trata de un estudio multicéntrico para valorar la ingesta de AG trans y su relación con los factores de riesgo cardiovascular en 15 países europeos con diferentes hábitos alimentarios (Alemania, Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Finlandia, Grecia, Holanda, Irlanda, Italia, Noruega, Portugal, Reino Unido, Suecia y Suiza). Para ello fue necesario obtener datos del contenido de AG trans en los alimentos y estimar la ingesta de los mismos de forma estandarizada.
Nuestro grupo de trabajo del Departamento de Nutrición de la Universidad Complutense de Madrid fue el representante español del estudio, cuyos objetivos concretos fueron los siguientes:
1. Estudio de la dieta total y análisis de su contenido en AG trans. Determinación y elaboración de la dieta total en España incluyendo todos aquellos alimentos que aportan el 95% de la ingesta de lípidos. Análisis del contenido de AG trans de todos los alimentos que componen la dieta total, para la creación de una base de datos que pueda ser utilizada en cualquier estudio nutricional (individual o de grupos de población) para determinar la ingesta total de AG trans.
2. Análisis de los AG cis y trans en los aceites y las grasas reutilizados. Estudio de la transformación de los AG originales en grasas y aceites culinarios crudos y reutilizados, analizando su contenido en AG.
3. Análisis de los biomarcadores de los AG trans. Determinación de los AG trans en tejido adiposo subcutáneo, como principales biomarcadores de su ingesta y estudio de su relación con el riesgo cardiovascular en una muestra de 200 individuos.
Dentro de los objetivos generales, y a escala internacional, el centro coordinador se encargó de los siguientes aspectos:
Realizar un inventario de los estudios representativos sobre el consumo de alimentos en los países participantes.
Desarrollar un protocolo de trabajo para valorar la ingesta de AG trans en colaboración con los centros participantes.
Preparar la base de datos europea con el contenido de AG trans de los alimentos consumidos en cada país.
Diseño y metodología
Estudio "dieta total" o "cesta de la compra" y análisis del contenido en ácidos grasos cis y trans
La OMS/FAO (1985) han descrito las normas aplicadas a diferentes técnicas para conocer la ingesta dietética recomendando la de "dieta total" o "cesta de la compra" que, aunque es el procedimiento más complejo y costoso, permite estimar la ingesta en el conjunto de un país con mayor precisión que otros métodos. En España disponemos de una buena información sobre el consumo de alimentos a partir del Estudio Nacional de Nutrición y Alimentación (ENNA), el mayor estudio de la ingesta de alimentos y nutrientes, realizado periódicamente por nuestro grupo17 basado en las Encuestas de Presupuestos Familiares. Disponemos por tanto de datos de 1964 (ENNA-1), 1980 (ENNA-2) y 1990 (ENNA-3) en muestras de 20.800, 30.331 y 21.155 hogares, respectivamente, estadísticamente representativas de la población española. Además, en los últimos años se han llevado a cabo diversos estudios empleando la técnica "dieta total" y utilizando datos primarios del ENNA-222-24.
La dieta total para el TRANSFAIR se elaboró a partir de la información procedente del ENNA-3. En este estudio, la muestra, estadísticamente representativa de la población española, incluye en el conjunto de hogares un total de 72.279 individuos. La selección de la muestra de hogares fue aleatoria y autoponderada a escala de estrato de cada provincia, es decir, todos los hogares de un estrato tenían la misma probabilidad de estar incluidos en la muestra.
En todos los hogares seleccionados, distribuidos a lo largo del año para evitar sesgos estacionales, se registraron día a día, durante una semana, las cantidades de todos los alimentos y bebidas que entraron en el hogar para consumo humano por cualquier circunstancia (comprados, regalados, de producción propia, etc.), expresadas en unidades de peso o volumen. La clasificación de todos los alimentos se realizó de acuerdo con el EUROCODE para poder comparar entre países, y siguiendo el criterio del grupo coordinador, en cada país se utilizaron las tablas nacionales de composición de alimentos25 que, en nuestro caso, incluyen más de 250 alimentos clasificados en 14 grupos (cereales, lácteos, huevos, azúcares, aceites y grasas, verduras y hortalizas, frutas, leguminosas, carnes, pescados, bebidas alcohólicas, bebidas no alcohólicas, varios y platos precocinados). Utilizando nuestra base de datos DIETECA, se calculó el contenido de energía, lípidos y sus fracciones y otros componentes de la dieta.
Elaboración de las listas de compra. A partir del consumo de alimentos se seleccionaron los que aportaban el 95% de la ingesta total de lípidos, hasta un máximo de 100, considerando además aquellos alimentos que, sin estar incluidos, pudieran tener, por su procesamiento, un contenido especialmente alto de AG trans. La recogida de muestras se realizó en los puntos de venta más representativos, que in cluían las cadenas de distribución más populares de cada zona (mercados, supermercados, hipermercados y tiendas tradicionales), incluyendo las marcas más utilizadas de un mismo producto según información facilitada por los estudios de cuotas de mercado NIELSEN, Fundación Española de la Nutrición y otras organizaciones.
Las muestras de alimentos tal y como se consumen, de forma individual y por grupos de alimentos y adecuadamente preparadas, fueron enviadas a los laboratorios centrales para ser analizadas conjuntamente con las 100 muestras de cada uno de los países participantes en el TRANSFAIR. Toda la información sobre la composición en 44 isómeros cis y trans de los casi 100 alimentos analizados son la parte española de la base de datos europea denominada TRANSFAIR Data Base (TTDB) la cual está centralizada en Zeist, Holanda, a la que ha dado lugar el TRANSFAIR.
Análisis de AG cis y trans en aceites y grasas reutilizados
Se analizaron aceites reutilizados en frituras domésticas repetidas. Los aceites seleccionados fueron los siguientes:
Aceite de oliva utilizado 5 veces en la fritura de 5 especies de pescado enharinado.
Aceite de girasol utilizado 5 veces en la fritura de 5 especies de pescado enharinado.
Aceite de oliva utilizado 6 veces en la fritura de carne de vacuno de diferentes piezas.
Aceite de girasol utilizado 6 veces en la fritura de carne de vacuno de diferentes piezas.
Aceite de girasol desechado de un catering.
Análisis de biomarcadores de AG cis y trans
1. Población. Reclutamiento:
No se consideró necesaria la elección de una muestra al azar puesto que el objetivo no era valorar la ingesta de AG en muestras representativas.
Para valorar la asociación, el rango entre la muestra en ingesta dietética y las concentraciones de lípidos sanguíneos deberían ser lo más amplios posible.
Al mismo tiempo, la variación de otros determinantes de los lípidos sanguíneos debía ser lo más pequeña posible. Por tanto, se trató de alcanzar un criterio muy estricto de inclusión en el estudio.
En nuestro caso, la muestra estaba formada por miembros de una Asociación de Amas de Casa de Segovia en el caso de las mujeres y de empleados de Caja Segovia y Unión Fenosa, también de Segovia, en el de los varones.
2. Criterios de selección:
Edad: 50-65 años.
Mujeres: posmenopáusicas sin uso de terapia hormonal sustitutiva.
Buen estado general.
Estaban excluidos aquellos con:
* Uso de medicación hipocolesterolemiante.
* Trastornos cardíacos conocidos.
* Otras enfermedades crónicas.
* Cambios de ± 5 kg de peso corporal en los últimos 5 años.
* Abuso de alcohol (> 20 g/día) u otras drogas.
* Trastornos mentales.
* Dieta vegetariana o macrobiótica.
* Dietas bajas en colesterol en los 6 meses previos al estudio.
* Cambios en la utilización de suplementos alimentarios que contengan ácidos grasos.
3. Implicaciones éticas. Todos los centros observaron las regulaciones nacionales e internacionales para estudios con voluntarios humanos. El protocolo del estudio fue evaluado por el comité ético local. Los voluntarios fueron informados sobre todos los aspectos del estudio y expresaron por escrito su consentimiento de participación.
4. Técnicas utilizadas. La recogida de datos se realizó mediante protocolos estandarizados, tanto entre como dentro de cada país. Los procedimientos y cuestionarios fueron los siguientes:
a) Cuestionario de estilo de vida. Se consideraron de interés aquellos factores del estilo de vida que pueden afectar a las concentraciones de colesterol sérico e influir así en la relación entre los AG específicos y el colesterol plasmático.
Este cuestionario incluía los datos sobre las siguientes variables:
Edad.
Sexo.
Nivel de instrucción.
Uso de tabaco.
Consumo de alcohol (últimos 3 meses).
Actividad física (durante el trabajo, actividades de la vida diaria y deporte).
Historia familiar de ECV.
b) Cuestionario cardiovascular. Se pensó que era también de interés valorar con este cuestionario algunos datos de enfermedad cardiovascular aparte de los niveles de colesterol. Se registraron así, la prevalencia de angina de pecho y arteriosclerosis periférica. La primera fue valorada mediante el cuestionario de la London School of Hygiene Cardiovascular (Appendix 4, Rose et al 1982). La medida de la arteriosclerosis periférica se hizo mediante la toma de la presión arterial en el brazo y en el tobillo.
c) Antropometría. Se midieron la talla, el peso, la circunferencia de la cintura y de la cadera y los pliegues cutáneos tricipital y bicipital.
d) Presión arterial. La presión arterial se midió por duplicado en el brazo derecho después de que el sujeto descansara durante 10 min. La medida final fue la media de ambas determinaciones.
e) Historia dietética. Se utilizó una historia dietética estructurada referida a los últimos 3 meses, para la valoración de la ingesta de energía y nutrientes. Con el fin de evitar influencias estacionales el trabajo de campo se llevó a cabo entre los meses de febrero y abril.
Los componentes dietéticos controlados fueron:
Energía (kJ) (con y sin alcohol).
Grasa total, en gramos y como porcentaje de la energía aportada por los macronutrientes (con y sin alcohol).
Ácidos grasos y familias, en gramos y como porcentaje de la energía total.
Macronutrientes, minerales y vitaminas.
f) Entrevistadores. Todos los entrevistadores que llevaron a cabo el trabajo de campo eran graduados en licenciaturas del área sanitaria y expertos en nutrición y dietética. Además, y con objeto de conseguir la máxima compatibilidad y homologación entre los países participantes, se organizaron sesiones de entrenamiento en Zeist (Holanda) a las que asistieron dos miembros de nuestro equipo.
g) Validación de la historia dietética. Se consideró que la historia dietética quedaría validada mediante lo que constituiría el objetivo concreto del punto 3 del trabajo, es decir, mediante el uso de los "biomarcadores de los AG trans". Para ello se analizó la composición de AG específicos en tejido adiposo.
h) Análisis de las muestras de sangre. Se recogieron muestras de sangre de todos los individuos para la determinación en las mismas de colesterol total, cHDL y triglicéridos mediante métodos enzimáticos. La fracción cLDL se calculó mediante la fórmula de Friedewald.
i) Análisis de tejido adiposo. En una submuestra de 80 personas elegidas según el mayor y el menor consumo de AG trans se recogieron muestras de tejido adiposo subcutáneo mediante el método de Beynen y Katan26, de punción-aspiración con aguja fina, técnica no invasiva, sensible y rápida para obtener microbiopsias.
Las muestras fueron analizadas en el laboratorio central: National Public Health Institute Helsinki, Finlandia.
j) Análisis de los datos. La relación entre los AG específicos de la dieta y los lípidos sanguíneos fue analizada mediante la prueba de Pearson y con correlaciones parciales. Un análisis de la regresión y variación múltiple se utilizó para ajustar algunos factores confundentes. Se reunieron los datos de todos los países, y el país de origen de las muestras fue incluido como una variable en el análisis.