Sr. Editor:
Streptococcus oralis es un microorganismo que pertenece al grupo Streptococcus viridans. Estos estreptococos son residentes de la cavidad oral, tractos respiratorio superior, genital femenino y gastrointestinal. Aunque se considera que son bacterias de poca virulencia, se ha demostrado su importancia clínica en procesos como bacteriemias, endocarditis y, en menor grado, en meningitis y neumonía1. Además, pueden verse implicados en infecciones de prótesis articulares (IPA)2.
Tsukayama DT et al clasifican las IPA en 4 tipos: 1) infección precoz (desarrollada en el primer mes tras la intervención); 2) infección tardía crónica (tras el primer mes de la cirugía); 3) infección hematógena aguda, y 4) aquellos pacientes en los que se recambia la prótesis sin sospechar infección y que tienen cultivos intraoperatorios positivos3.
El diagnóstico clínico de estas infecciones no siempre es fácil; se basa en manifestaciones clínicas, parámetros hemáticos, técnicas de imagen y cultivos microbiológicos4.
Se presenta el caso de una paciente de 77 años, con antecedentes de colecistectomía hace 40 años y artrosis tricompartimental de la rodilla derecha de larga evolución. Ingresó en nuestro hospital para intervenirse de ésta debido a que presentaba un aumento progresivo del dolor articular con claudicación de la marcha. Se le implantó una prótesis total de rodilla (tipo Omnifit, componente rotuliano de polietileno cementado) y como profilaxis se le administró fraxiparina (0,6ml/24h) y cefazolina (1g/6h durante 48h). A los 6 días de la intervención, la paciente presentó fiebre de hasta 38,5°C y dolor articular que le impedía la movilización activa y que continuó durante 3 días, por lo que se le realizó una punción articular de líquido sinovial, que presentaba aspecto serohemático. Se le administró como tratamiento empírico cloxacilina (500mg/6h) y se remitió el líquido para cultivo al Servicio de Microbiología. No se recogieron hemocultivos.
A las 24h se observó, en agar chocolate, el crecimiento de unas colonias alfahemolíticas que se informaron de forma preliminar como Streptococcus del grupo viridans y se recomendó que se enviara una nueva muestra para confirmar este aislamiento. El estreptococo se identificó con el sistema automatizado VITEK 2 (BioMérieux®) como Streptococcus mitis/oralis y posteriormente con la galería Api Rapid ID 32 Strep (BioMérieux®) como S. oralis. Asimismo, se determinó la sensibilidad antimicrobiana (concentración mínima inhibitoria) con el sistema Sensititre®, y resultó sensible a todos los antibióticos testados: penicilina <0,03μl/ml, ampicilina <0,025μl/ml, gentamicina <4μl/ml y vancomicina 0,05μl/ml. Este mismo microorganismo se aisló en otras 3 muestras (lavado artroscópico y 2 drenajes) remitidas posteriormente por el servicio de Traumatología. En la analítica destacaba la elevación de reactantes de fase aguda: velocidad de sedimentación globular (120mm) y proteína C reactiva (93,8mg/l).
Al recibir el informe de Microbiología, el traumatólogo suspendió el tratamiento inicial de la paciente (cloxacilina) y le administró penicilina G (5 millones de U/6h) y gentamicina (80mg/12h). Tras 6 días de tratamiento la paciente mejoró y se la dio de alta.
El caso descrito se trata de una infección precoz de prótesis articular causada por S. oralis. Este estreptococo no se aísla frecuentemente en este tipo de infecciones; sólo hemos encontrado 2 casos de infección precoz por este microorganismo en una revisión de infección de prótesis de rodilla5. La mayoría de las IPA se producen a partir de la flora cutánea del paciente o del personal sanitario, del medio ambiente del quirófano o por la colonización del material protésico durante el acto quirúrgico. Las IPA por estreptococo del grupo viridans se suelen relacionar con manipulaciones o infecciones bucodentales previas6. Tras revisar la historia clínica de nuestra paciente, no constan en ella antecedentes de manipulación bucodental previa ni factores de riesgo asociados a infección de la artroplastia7, por lo que pensamos que la infección pudo tener origen en el acto quirúrgico.
La precocidad en el diagnóstico y el tratamiento de la infección es determinante a la hora de conseguir curar la infección. También es de vital importancia la adecuada toma de muestras (entre 4 y 6 muestras intraoperatorias para cultivo e inoculación de muestras líquidas en frascos de hemocultivo)8, ya que en muchas ocasiones no es fácil discernir si el microorganismo aislado es el causante de la infección o, por el contrario, es un contaminante. Aunque la toma de hemocultivos tiene un papel fundamental en el diagnóstico de estas infecciones8, éstos no se recogieron en nuestra paciente.
Autor para correspondencia. sabater_sus@gva.es