En este año 2014, se cumple el 50 aniversario del primer informe tabaco y salud. Este documento original fue realizado por organizaciones gubernamentales, no gubernamentales y el sector privado con el objetivo de reducir la mortalidad derivada del consumo del tabaco intentando disminuir el inicio del hábito del tabaco y promover el cese del hábito del tabaco.
Se publica ahora en JAMA un manuscrito que valora la reducción de la mortalidad asociada al tabaco desde 1964 hasta 2012.
Las variables estudiadas fueron el número de muertes prematuras evitadas y los años de vida ganados. Los cambios en la esperanza de vida asociados con el cambio en la exposición al tabaco era otra de las variables estudiadas.
Resultados: Desde 1964 a 2012 se estimó que 17,7 millones de muertes estaban relacionadas con el tabaco y se estimó que 8 millones de muertes (IC 7,4-8,3 millones) prematuras fueron evitadas por el control del tabaco, de ellas 5,3 millones (IC 4,8-5,5 millones) en hombres y 2,7 millones (IC 2,5-2,7 millones) en mujeres. Por otra parte, se estimó en 157 millones de años (IC 139-165 millones) los ganados por el control del tabaco de ellos 111 (IC 97-117) en hombres y 46 (IC 42-48) en mujeres, con una media de 19,6 años por beneficiario.
Durante este tiempo, se estimó que el incremento en la esperanza de vida fue de 7,8 años para hombres y 5,4 años para las mujeres de los que están asociados con el control del tabaco 2,3 años (IC 1,8-2,5 años) en los hombres y 1,6 años (IC 1,4-1,7 años) en las mujeres, lo que supone que un 30% (IC 23-33) del incremento en la esperanza de vida en los hombres y un 29% (IC 25-32) del incremento de la esperanza de vida es las mujeres está relacionado con el control del tabaco.
Conclusiones: El control del tabaco se estima que está asociado con evitar 8 millones de muertes prematuras y con un aumento en la vida media de 19-20 años. Aunque el control del tabaco es un logro importante de salud pública alcanzado, los esfuerzos deben continuar para reducir la mortalidad relacionada con el tabaco.
ComentarioEs un hecho bien conocido la relación del tabaco con la morbimortalidad sobre todo por enfermedad cardiovascular, por cáncer y por enfermedades respiratorias. La proporción de muertes atribuibles al tabaco es del 30-50% entre los fumadores y se estima que los años potenciales de vida perdidos son 15. El tabaco es un factor de riesgo para 6 de las 8 principales causas de muerte y además, se estima que un 14% de las muertes por enfermedades no trasmisibles son atribuibles al tabaco (10% de las enfermedades cardiovasculares, 22% del cáncer, 36% del aparato respiratorio y 72% del cáncer de pulmón).
Se estima que en el año 2030 la mortalidad atribuible al tabaco afectará a más de 8 millones de personas y de los más de 1.000 millones de fumadores actuales la mitad de ellos morirá por causa del tabaco.
En ejemplo preocupante en nuestro país, es el hecho observado de aumento de la mortalidad por cáncer de pulmón en las mujeres, relacionado muy probablemente con el hecho de que en los años 90 España tenía las tasas más altas de tabaquismo en mujeres de toda Europa.
En el estudio de Holford et al. se pone de manifiesto cómo la lucha contra el tabaco en Estados Unidos ha sido capaz de evitar 8 millones de muertes prematuras y alargar la vida media en 19-20 años. Este estudio pone de manifiesto la importancia de las campañas contra el tabaco como parte importante de un programa de salud pública.
Otro estudio publicado en JAMA1 pone de manifiesto que aunque la prevalencia de fumadores ha disminuido en los últimos 30 años el número de fumadores ha aumentado debido al incremento de la población en el mundo y concluye comentando que es necesario seguir intensificando los esfuerzos para disminuir el consumo de tabaco.
La prevalencia actual del consumo de tabaco en España es del 20-30%, con bastante variabilidad entre regiones según datos del estudio ERICE y se calcula que unas 50.000 muertes son atribuibles al tabaco.
Algunas estimaciones calculan que en España se podrían evitar más de 9.000 muertes acumuladas a los 20 años de haber realizado intervenciones para el abandono del tabaco. Como ejemplo, un estudio reciente2 ha puesto de manifiesto que desde que se implantó la ley antitabaco en España ha disminuido la incidencia de síndrome coronario agudo.
Todos estos datos deben hacernos reflexionar y hacer ver que la lucha contra el tabaco debe ser una de las estrategias prioritaria para los servicios regionales de salud y muy en concreto para la atención primaria en nuestro país. Parece evidente que la disminución en el consumo de tabaco evita muertes prematuras y aumenta la esperanza de vida.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.