Presentamos el caso de un paciente de 32 años de edad que consultó en el Servicio de Urgencias por dolor e impotencia funcional en la falange distal del tercer dedo de la mano izquierda de aparición súbita mientras intentaba abrir una botella.
En la exploración física se evidenció dedo en martillo en la falange distal del tercer dedo. No se evidenció tumefacción ni hematoma: balance articular pasivo conservado (figs. 1 y 2). Se solicitó radiografía simple, que descartó la presencia de arrancamiento óseo (fig. 3). Con la orientación de dedo en martillo agudo se procedió a la inmovilización con férula digital simple en extensión de primera y segunda falange y se derivó al paciente a Traumatología para seguimiento y control. El paciente inició tratamiento rehabilitador a las 5 semanas.
La deformidad en martillo o mallet finger es una deformidad en flexión de la articulación interfalángica distal, causada por una rotura del mecanismo extensor (ya sea por lesión del tendón extensor conjunto terminal o por fractura/avulsión ósea de la falange distal). Suele ser secundaria a un traumatismo directo sobre el dedo en hiperextensión. Puede ser causada también por traumatismos banales, por lo que inicialmente puede pasar desapercibida. En pacientes con hiperlaxitud puede aparecer conjuntamente la caída de la falange distal junto con hiperextensión de la falange proximal (deformidad en cuello de cisne).
Se debe realizar siempre una radiografía simple para descartar fracturas por avulsión en la base de la falange distal (sitio de inserción del tendón extensor).
El manejo inicial del dedo en martillo agudo en pacientes con traumatismo cerrado y lesión tendinosa aislada o avulsión de pequeño tamaño suele ser conservador: consiste en una inmovilización de la articulación interfalángica distal en extensión durante 6-8 semanas, seguidas de 4 semanas de férula nocturna1. La mayoría de los pacientes vuelven a trabajar llevando la férula. La inmovilización se puede realizar con férula simple de aluminio que permita la flexión de la articulación interfalángica proximal o con férula de Stack (la férula de Stack no ha demostrado mejores resultados que la férula simple)2. Pese a que durante años se recomendó la inmovilización en hiperextensión, diferentes estudios han demostrado que esta puede causar isquemia de la piel en el dorso de la articulación, contribuyendo a la aparición de úlceras por presión3. La férula debe mantenerse y quitarse el mínimo de veces posible, pues eso aumenta el riesgo de recurrencia. Los casos con avulsión ósea de gran tamaño o lesiones abiertas suelen requerir tratamiento quirúrgico. La derivación a Traumatología debe realizarse en todos los casos, siendo necesaria la derivación urgente solo en los casos de lesiones abiertas4.
En caso de lesiones crónicas (más de 5 semanas) se suele dar opción al tratamiento conservador hasta las 10 semanas, y posteriormente se plantea tratamiento quirúrgico. La rehabilitación se recomienda a partir de la quinta semana de inmovilización, con ejercicios de flexión suaves.