Hemos leído con atención la réplica de Vázquez Lima et al sobre la labor asistencial del equipo de guardia de Neurología en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid1, a quienes agradecemos su interés.
Nos parece un dato sesgado, lo referido a que los hospitales comarcales y medios tengan una tasa de mortalidad en urgencias, y un tiempo de demora en la asistencia menor a otros centros, basado en el estudio SUHCAT2, sin una comparación de la complejidad y gravedad de los pacientes atendidos en los grandes hospitales, o es ¿que la atención es peor? La asistencia prestada en los centros de diferente nivel no puede ser la misma, el beneficio de una atención a pacientes neurológicos complejos o graves es mejor cuando es especializada3.
El objetivo de nuestro estudio1 no es el de promocionar una especialidad propia, sino evidenciar la importante labor asistencial en la urgencia neurológica de un hospital de alta complejidad, y la necesidad de la atención urgente neurológica en hospitales de la misma complejidad. Los porcentajes de la labor asistencial están referidos a las urgencias médicas.
No nos parece que el síndrome coronario agudo sea un ejemplo aplicable, desgraciadamente, al ictus en la actualidad, pues es preciso una neuroimagen para el tratamiento en fase aguda. Tampoco otras modalidades de atención al ictus, diferentes a la unidad de ictus, como los equipos de ictus han demostrado beneficio4.
El fin de nuestra profesión, especialistas o no, es la atención al paciente, eficaz, eficiente y efectiva. Tiene que ser sostenible, pero también con equidad, por lo que estamos de acuerdo en la «agrupación nodal» u otras estrategias de organización, similar al código ictus, para que los pacientes neurológicos, que lo precisen, sean remitidos a los hospitales con urgencia neurológica5.
Finalmente, las conclusiones se refieren a los hospitales de alta complejidad, como el nuestro, obviamente no para todo tipo de hospitales.