Objetivo docente: Revisar la utilidad de la ecografía en el diagnóstico de las lesiones cutáneas pediátricas dado que se trata de una técnica inocua y que puede aportar gran información diagnóstica.

Revisión del tema: Revisaremos los tumores benignos, las lesiones quísticas más frecuentes y las lesiones vasculares estudiadas con transductores lineales de alta frecuencia. El pilomatrixoma es una tumoración fácilmente identificable en ecografía con un halo hipoecoico y una zona central hiperecogénica con sombra acústica posterior. Dentro del grupo de lesiones quísticas podemos encontrar los quistes de retención; que aparecen como tumoraciones superficiales con refuerzo acústico posterior y los quistes dermoides, más profundos (pudiendo incluso erosionar el hueso subyacente), bien delimitados, de ecogenicidad heterogénea. Las lesiones vasculares revisten una mayor complejidad principalmente por la falta de colaboración de los niños pequeños durante el estudio doppler color. Los hemangiomas se visualizan como lesiones hiper o hipoecogénicas. En el estudio con doppler color presenta abundante vascularización y ondas de flujo arterial. Las malformaciones vasculares de bajo flujo se identifican debido a sus estructuras tubulares anecogénicas. Se pueden observar flebolitos. El estudio con doppler pulsado presentara una monofásica venosa. Las malformaciones linfáticas se visualizan como grandes canales anecogénicos, tabicados sin flujo en doppler pulsado. Las malformaciones de alto flujo suelen ser heterogéneas con ondas arteriales y venosas en el doppler pulsado y mosaico de colores en el doppler color.

Conclusiones: La ecografía es una exploración complementaria que puede ser de gran ayuda en el diagnóstico diferencial de las lesiones cutáneas pediátricas orientando al dermatólogo previamente a la realización de biopsias y en ocasiones evitándolas.