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Vol. 16. Núm. 4.
Páginas 159-166 (octubre - diciembre 2018)
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Vol. 16. Núm. 4.
Páginas 159-166 (octubre - diciembre 2018)
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Efectos del consumo de drogas y de la ansiedad en la eyaculación precoz en una muestra de drogodependientes españoles
Effects of drug use and anxiety on premature ejaculation in a sample of Spanish drug addicts
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F. Javier del Ríoa,b,
Autor para correspondencia
fjdelrio@iasexologia.com

Autor para correspondencia.
, Marina A. Cabello-Garcíaa, Francisco Cabello-Santamaríaa, Laura Verdugob, Jerónimo Aragón-Velac
a Instituto Andaluz de Sexología y Psicología, Málaga, España
b Departamento de Psicología, Universidad de Cádiz, Puerto Real, Cádiz, España
c Departamento de Fisiología, Facultad de de la Actividad Física y del Deporte, Universidad de Granada, Granada, España
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Tablas (4)
Tabla 1. Tipo de sustancia consumida, edad, tiempo de abstinencia medio y pareja
Tabla 2. Datos descriptivos y contraste de las diferencias entre grupos
Tabla 3. Datos de eyaculación precoz y de ansiedad en función de la sustancia consumida
Tabla 4. Datos descriptivos de EP en función del grupo y de la pareja
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Resumen
Introducción

La eyaculación precoz puede deberse a múltiples factores y uno de ellos puede ser el consumo de drogas.

Objetivos

El objetivo principal de este estudio es conocer cómo afecta el consumo de drogas a la respuesta eyaculatoria, teniendo en cuenta las diferentes sustancias de consumo, el nivel de ansiedad y el tiempo de abstinencia.

Método

Se utilizaron 2 muestras, una correspondiente a hombres que han tenido un historial de consumo de sustancias adictivas (n=925) y otra de hombres no consumidores (n=82). Ambas muestras fueron seleccionadas de 28 centros de tratamiento. Se utilizaron los cuestionarios Golombok Rust Inventory of Sexual Satisfaction (GRISS) y el Cuestionario de Ansiedad Estado Rasgo (STAI).

Resultados

Los resultados muestran que los hombres con historia de consumo obtienen porcentajes mayores en eyaculación precoz frente a los no consumidores (44,3>15,9%) y puntuaciones medias también mayores en ansiedad (estado=19,83>11,89; rasgo=25,66>12,39), siendo dichas diferencias estadísticamente significativas (p=0,000). Los resultados confirman que el período de abstinencia no mejora la respuesta eyaculatoria y tener pareja no funciona como factor de protección en la eyaculación precoz.

Conclusiones

Los hombres con historia de consumo de drogas tienen más probabilidad de padecer eyaculación precoz y más ansiedad, que no mejora en el período de abstinencia, lo que incita a pensar que los consumidores de drogas tienen rasgos de personalidad que predisponen la eyaculación precoz y/o que los daños neurológicos ocasionados por la drogas contribuyen a disminuir la latencia intravaginal eyaculatoria, cuestiones que deben ser estudiadas en próximas investigaciones.

Palabras clave:
Eyaculación precoz
Drogas
Tiempo de abstinencia
Ansiedad
Abstract
Introduction

Premature ejaculation may be due to many factors and one of them may be drug use.

Aims

The main objective of this study is to show how drug abuse affects the ejaculatory response, keeping in mind the different substances consumed, the level of anxiety and the period of withdrawal.

Method

Two samples were used, one for men who were addicted to drugs (N=925) and one of non-consumers (N=82). Both samples were selected from 28 treatment centers. The Golombok Rust Inventory of Sexual Satisfaction (GRISS) questionnaire and the State Anxiety Trait Questionnaire (STAI) were used.

Results

The results show that men with a history of consumption obtain higher percentages in premature ejaculation compared to non-users (44.3%> 15.9%) and also higher mean scores in anxiety (State Anxiety=19.83>11, 89; Trait Anxiety=25.66>12.39). These differences were statistically significant (P=.000). The results confirm that the withdrawal period does not improve ejaculatory response and having a partner does not work as a protective factor in premature ejaculation.

Conclusions

Men with a history of drug use are more likely to suffer from premature ejaculation and higher levels of anxiety, which does not improve during the period of withdrawal, leading to the belief that drug users have personality traits that facilitate premature ejaculation and/or that the neurological damages caused by the drugs contribute to a decrease in the intravaginal ejaculatory latency, issues that should be studied in future investigations.

Keywords:
Premature ejaculation
Drugs
Withdrawal time
Anxiety
Texto completo

En la literatura especializada se pueden encontrar diferentes definiciones de eyaculación precoz (EP), dependiendo del manual diagnóstico utilizado. La American Psychiatric Association, en la quinta edición de su manual diagnóstico y estadístico, define la eyaculación prematura (precoz), en su primer criterio, como «un patrón persistente o recurrente en que la eyaculación producida durante la actividad sexual en pareja sucede aproximadamente en el minuto siguiente a la penetración vaginal y antes de que lo desee el individuo»1. Dos cuestiones son destacables de esta definición, la primera es que tiene que darse penetración vaginal para poder diagnosticar la eyaculación prematura, con lo que, de forma estricta, quedarían fuera de este diagnóstico los hombres que eyacularan antes de llegar a penetrar, y aquellos que su penetración no se realizara en una vagina. El segundo aspecto a destacar es que la eyaculación se produce antes de que lo desee el individuo, con lo que se está incluyendo un aspecto subjetivo importante, que se puede encontrar mediatizado por inadecuados modelos sociales y/o culturales (como por ejemplo las películas para adultos). Por su parte, la Organización Mundial de la Salud2, en su décima edición, define la EP como la incapacidad para retrasar la eyaculación el tiempo suficiente para disfrutar del coito, manifestado por cualquiera de los siguientes: aparición de la eyaculación antes o al inicio del coito (si se requiere un tiempo establecido: antes del coito o sus primeros 15s), la eyaculación se produce en ausencia de erección suficiente como para llevar a cabo el coito. Además el problema no debe ser consecuencia de la abstinencia de la actividad sexual prolongada.

La Sociedad Internacional de Medicina Sexual (ISSM) reunió a un grupo de expertos para realizar una definición de la EP basada en la evidencia clínica3. En esta definición el grupo de expertos diferenciaron entre EP primaria (de toda la vida) o EP secundaria (adquirida), señalando además la dificultad del hombre en controlar el reflejo eyaculatorio y el malestar generado, concretándose dicho malestar en distrés, frustración y evitación del encuentro sexual. Este grupo de expertos también limita la definición de EP a la penetración vaginal, ya que no tienen suficiente información objetiva de que se presente en otras situaciones, como son el sexo oral, el sexo anal y en actividades sexuales entre personas del mismo sexo.

En cuanto a la prevalencia de esta disfunción, existen distintas cifras según los diferentes autores. En un estudio realizado en Suiza con hombres entre 18 y 25 años, el 11,4% presentaba EP4. Otros autores señalan una prevalencia del 20-30% en cualquier rango de edad5–7.

Esta disfunción puede tener un origen orgánico, psicológico o mixto. Entre las de origen orgánico se encuentran el hipertiroidismo3,8, la prostatitis9,10 o un alteración hormonal (oxitocina11,12; prolactina13; testosterona14). Y entre las de origen psicológico se encuentran los problemas de pareja15, la presencia de una disfunción sexual en la pareja16 y la ansiedad17–19. Con relación a la ansiedad, entendida como síntoma no como entidad patológica, es importante señalar que es muy frecuente en el proceso de deshabituación de drogas, por tanto, podría potenciar los efectos sobre la disfunción sexual que fueran consecuencia únicamente del consumo de sustancias.

Asimismo, algunos autores también señalan que esta disfunción sexual puede ser causada por el consumo de drogas recreativas20. En un estudio realizado en un centro de reclutamiento militar de Suiza, con jóvenes entre 18 y 25 años, presentaron EP el 43,9%, indicando los autores que entre las variables responsables, según ellos, se encontraba el consumo de alcohol y de medicamentos sin prescripción médica21. En otro estudio realizado con pacientes urológicos de Gana22, los autores hallaron porcentajes de EP del 70,5%, concluyendo que existía asociación entre el alcohol y la EP. Igualmente ocurre con el consumo de opiáceos, encontrándose porcentajes de EP de entre el 43,9% y el 58,3%23,24. Aunque ninguno de estos estudios fue realizado con población española, los datos reflejan la existencia de una asociación entre consumo de sustancias y EP. Como se ha indicado anteriormente, estos efectos pueden verse potenciados por la ansiedad propia del proceso de deshabituación.

Frente a los efectos negativos que tiene del consumo de sustancias y la ansiedad para la EP, hay que tener en cuenta el efecto asociado al hecho de tener pareja. Son numerosos los estudios que mencionan los beneficios que para la salud en general tiene el hecho de tener una pareja estable (existen diferentes teorías, relacionadas con el aspecto emocional, económico o con el hecho de tener un confidente con quien poder hablar), actuando como factor de protección para diferentes patologías25–28.

El objetivo del presente estudio es conocer cómo afecta el consumo de sustancias a la respuesta eyaculatoria en hombres españoles con problemas de consumo de sustancias, teniendo en cuenta además el efecto de la ansiedad y el de estar en pareja. Este es un aspecto muy importante, ya que en la mayoría de los centros de tratamiento específicos para drogodependientes no tienen en cuenta el área sexual, o simplemente se realiza alguna intervención de forma tangencial. Mediante este artículo se pretende señalar la importancia de esta área de cara a mejorar la intervención terapéutica. El objetivo se concreta en las siguientes hipótesis: 1. Los hombres que han sido consumidores de drogas presentarán mayor porcentaje de EP que los que no han sido consumidores; 2. La respuesta eyaculatoria mejora con el tiempo de abstinencia de consumo de drogas; 3. La ansiedad influirá negativamente sobre la respuesta eyaculatoria; 4. Tener pareja es un factor protector frente a la EP.

Material y métodosMuestra

Se utilizaron 2 muestras, una correspondiente a hombres consumidores de drogas (925) y otra a hombres no consumidores (82). El primer grupo correspondía a personas que se encontraban en tratamiento por trastorno adictivo, y el segundo estaba compuesto por los familiares de los pacientes, que no tenían problemas de consumo de drogas. Se intentó la equiparación de los grupos en la variable edad, presentando el grupo de consumidores una media de edad de 34,56 años (DT=7,67), teniendo el más joven 18 años y el mayor 61, y el grupo de no consumidores una media de 36,30 (DT=8,30) años, teniendo el más joven 19 años y el mayor 61.

Para su inclusión en el estudio, los participantes debían ser mayores de edad, tener o haber tenido pareja sexual por tiempo superior a 6 meses y aceptar voluntariamente participar en el estudio. Se excluyeron del mismo las personas que presentaron cualquier enfermedad psíquica catalogada en el DSM-IV-TR29, a excepción de la adicción a sustancias, déficit del control de impulsos y disfunciones sexuales, y también las personas que estaban tomando alguna medicación.

Entre los datos sociodemográficos, al de grupo de consumidores se les solicitó que indicasen el tipo de sustancia que consumían habitualmente antes de la desintoxicación. Los datos se presentan en la tabla 1.

Tabla 1.

Tipo de sustancia consumida, edad, tiempo de abstinencia medio y pareja

Sustancia consumida  Edad (DT)  Meses de abstinencia (DT)  Pareja  Tiempo pareja (DT) 
Cocaína  471  50,92  32,78 (6,77)  8,37 (6,80)  261  92,54 (86,45) 
Alcohol  116  12,54  40,66 (8,69)  8,43 (7,84)  58  140,97 (134,37) 
Heroína  46  4,97  37,37 (7,16)  8,35 (9,09)  16  89,06 (75,82) 
Cannabis  22  2,38  28,77 (6,73)  6,23 (5,80)  74,78 (79,66) 
Fármacos estimulantes  16  1,73  31,94 (6,49)  8,81 (5,56)  80,60 (110,92) 
Fármacos depresores  0,43  32,50 (10,41)  7,50 (9,82)  24 (-) 
Cocaína y alcohol  103  11,14  34,97 (7,43)  10,24 (7,48)  57  122,35 (100,79) 
Cocaína y heroína  80  8,65  36,15 (6,89)  8,70 (8,22)  22  72,14 (80,04) 
3 o más sustancias  67  7,24  34,63 (7,03)  9,30 (9,15)  25  95,08 (93) 
Total  925  100  34.56 (7,67)  8,64 (7,43)  454  100,86 (96,77) 

DT: desviación típica.

La abstinencia se refiere a no consumo de drogas.

El tiempo en pareja se indica en meses.

Procedimiento

Se realizó un muestreo por conglomerados no probabilístico, consistiendo en seleccionar centros de tratamiento para drogodependientes, un total de 28 centros, distribuidos por todo el territorio nacional español (27 provincias), y solicitarles participar en el estudio. Una vez aceptaron participar, se les envió por mensajería toda la documentación necesaria (consentimiento informado y cuestionarios) y las instrucciones necesarias para pasar los cuestionarios a las personas participantes. Una vez rellena toda la documentación (consentimiento informado, cuestionarios, etc.), los centros de tratamiento la devolvían al investigador principal a través de mensajería.

Instrumentos

Golombok Rust Inventory of Sexual Satisfaction (GRISS30). La versión validada al español por Aluja y Farré31 permite evaluar la función sexual de parejas heterosexuales que mantienen una sexualidad activa. Tiene una versión para hombres y otra para mujeres, cada una de ellas con 28 ítems, que se contestan en una escala tipo Likert de 5 puntos (desde Nunca hasta Siempre). Presenta 9 escalas diferentes (EP, disfunción eréctil, vaginismo, anorgasmia, no comunicación, no sensualidad, evitación, insatisfacción, infrecuencia). Los autores indicaron que puntuaciones superiores a 5 en las escalas eran un indicativo de disfuncionalidad30. En este estudio se analizaron únicamente los datos de la escala Eyaculación Precoz. Se calculó el alfa de Cronbach de la escala total para cada uno de los 2 grupos, dando como resultado una puntuación de 0,73 para el grupo de consumidores y de 0,74 para el de no consumidores. Se utilizó este cuestionario frente a otros que recomienda la literatura para evaluar la EP32,33, porque este artículo forma parte de un estudio mayor en el que se evaluó la respuesta sexual en personas drogodependientes, tanto en hombres como en mujeres, y en el que se utilizaron las 9 escalas del cuestionario GRISS para la evaluación de los pacientes.

Cuestionario de Ansiedad Estado Rasgo (STAI34) diseñado para medir la ansiedad. Tiene 2 escalas de autoevaluación para medir 2 conceptos independientes de la ansiedad: estado y rasgo. Ambas escalas tienen 20 ítems puntuados en una escala tipo Likert de 0 a 3 puntos. La adaptación española presenta una buena consistencia interna, entre 0,90 y 0,93 para ansiedad/estado y entre 0,84 y 0,87 para ansiedad/rasgo. En este estudio se obtuvo en la escala de ansiedad un valor de 0,89 en el grupo de consumidores y 0,90 en el de no consumidores, y en la escala ansiedad/rasgo, 0,88 en consumidores y 0,84 en no consumidores.

ResultadosContraste del supuesto de normalidad

Para comprobar la normalidad de la muestra se realizó la prueba de Kolmogorov-Smirnov. El resultado indicó que no se podía aceptar el supuesto de normalidad ni en el grupo de consumidores (0,175; p=0,000), ni en el grupo de no consumidores (0,150; p=0,000).

Análisis descriptivo y contraste de hipótesis

Con relación a las puntuaciones en ansiedad y en EP se observa que el grupo de consumidores obtiene puntuaciones medias mayores en EP (tabla 2). Cuando se transforma la puntuación directa en respuesta funcional y disfuncional, se observa que el porcentaje de participantes disfuncionales es mayor en el grupo de los hombres consumidores de sustancias (tabla 2). Asimismo, es mayor también la puntuación obtenida en el cuestionario de ansiedad, tanto en ansiedad estado como en ansiedad rasgo. Los resultados indican que las diferencias son estadísticamente significativas, tanto en el cuestionario GRISS como en el STAI. Se calcula el tamaño del efecto mediante la d de Cohen, y se observa (tabla 2) que en el caso de la diferencia obtenida en la puntuación en EP entre los 2 grupos, la diferencia es moderada, mientras que la diferencia en la puntuación en ansiedad, tanto en estado como en rasgo, es grande35.

Tabla 2.

Datos descriptivos y contraste de las diferencias entre grupos

  Consumidores (n=925)No consumidores (n=82)   
  DT  D (%)  DT  D (%)  pa 
GRISS
EP  4,45  410 (44,32)  2,57  2,05  13 (15,85)  0,000*  0,73 
STAI
Estado  19,83  10,45    11,89  7,64    0,000*  0,87 
Rasgo  25,66  10,14    12,39  6,15    0,000*  1,58 

D: personas que han obtenido una puntuación disfuncional en el cuestionario; d: d de Cohen; DT: desviación típica; EP: eyaculación precoz; GRISS: Golombok Rust Inventory of Sexual Satisfaction; M: media; STAI: Cuestionario de Ansiedad Estado Rasgo.

a

Test de Mann Whitney.

*

p<0,01.

Los datos descriptivos que relacionan la EP y ansiedad en función del tipo de droga consumida se presentan en la tabla 3. Lo más destacable es que ninguna de las drogas de forma individual obtiene porcentajes de disfunción en EP menores que el grupo de no consumidores. Las personas que obtienen un mayor porcentaje de respuesta disfuncional son las que han consumido 3 o más sustancias (59%), y cocaína y heroína (55%). Los que presentan una puntuación media en ansiedad mayor, tanto en estado como en rasgo, son las personas que han consumido fármacos depresores (estado=27,25; rasgo=31,50) y heroína (estado=21,46; rasgo=27,54).

Tabla 3.

Datos de eyaculación precoz y de ansiedad en función de la sustancia consumida

  Eyaculación precozAnsiedad estado  Ansiedad rasgo 
  M (DT)Funcional  Disfuncional  M (DT)M (DT)
  N (%)  N (%) 
Cocaína  4,25 (2,79)  276 (58,60)  195 (41,40)  18,88 (10,16)  24,77 (10,08) 
Alcohol  4,20 (3,09)  70 (60,34)  46 (39,66)  21,38 (10,67)  27,36 (10,07) 
Heroína  4,57 (2,54)  23 (50)  23 (50)  21,46 (11,30)  27,54 (9,44) 
Cannabis  3,32 (1,99)  16 (72,73)  6 (27,27)  19,36 (13,14)  26,05 (10,86) 
Fármacos estimulantes  4 (3,25)  10 (62,50)  6 (37,50)  19,63 (10,96)  24,63 (9,95) 
Fármacos depresores  4,50 (1,91)  2 (50)  2 (50)  27,25 (8,46)  31,50 (11,39) 
Cocaína y alcohol  4,60 (3,08)  55 (53,40)  48 (46,60)  19,39 (10,63)  25,70 (11,27) 
Cocaína y heroína  5,39 (3,47)  36 (45)  44 (55)  21,34 (11,18)  26,91 (9,90) 
3 o más sustancias  5,40 (3,69)  27 (40,30)  40 (59,70)  21,37 (8,76)  25,96 (8,96) 
Total  4,45 (3)  515 (55,68)  410 (44,32)  19,83 (10,45)  25,66 (10,14) 

DT: desviación típica; M: media; N: número; %: porcentaje.

El tiempo medio de abstinencia en el consumo de los hombres consumidores fue de 8,66 meses (DT=8,25). El tiempo mínimo fue de un mes y el máximo de 2 años. Para comprobar si el tiempo de abstinencia se relaciona con la presencia de EP se agrupó a los hombres consumidores en 3 grupos dependiendo del tiempo de abstinencia que presentaban cuando participaron en la investigación. Los grupos creados fueron: de 1 a 4 meses, de 5 a 12 meses, y más de 12 meses sin consumir. La puntuación media en la escala EP fue disminuyendo a medida que aumentaba el tiempo de abstinencia (1-4 meses=4,53; 5-12 meses=4,45; más de 12 meses=4,36). La prueba de Kruskal-Wallis indica que las diferencias no son estadísticamente significativas (χ2(2)=0,467; p=0,792). Se realizó un análisis de correlación bivariada, analizándose la relación existente entre la variable tiempo de abstinencia y la puntuación en la escala EP. El resultado indica que no existe correlación significativa (Rho=−0,009; p=0,795), por tanto se rechaza la hipótesis de que el tiempo de abstinencia mejora la EP.

En los datos descriptivos que relacionan pareja y EP se observa que, aunque las puntuaciones medias EP son superiores en los hombres que no tienen pareja, las diferencias no son estadísticamente significativas (tabla 4). En el grupo de consumidores el porcentaje de hombres sin pareja que han obtenido una puntuación disfuncional (47,56%) es mayor que en el grupo de hombres consumidores sin pareja (40,96%). Mediante la correlación Rho de Spearman se analizó si el tiempo en pareja influía en la puntuación en EP; se obtuvo una correlación significativa (Rho=0,126; p=0,007). Esta correlación indica que a mayor tiempo con la pareja, mayor probabilidad de obtener una puntuación alta, y por tanto disfuncional, en EP.

Tabla 4.

Datos descriptivos de EP en función del grupo y de la pareja

  Consumidores con pareja (n=454)Consumidores sin pareja (n=471) 
  DT  D (%)  DT  D (%)  pa 
GRISS
EP  4,36  2,88  186 (40,96)  4,54  3,11  224 (47,56)  0,401 
  No consumidores con pareja (n=69)No consumidores sin pareja (n=13) 
  DT  D (%)  DT  D (%)  pa 
GRISS
EP  2,52  2,06  11 (15,94)  2,85  2,03  2 (15,38)  0,479 

D: personas que han obtenido una puntuación disfuncional en el cuestionario; DT: desviación típica; EP: eyaculación precoz; GRISS: Golombok Rust Inventory of Sexual Satisfaction; M: media.

a

Test de Mann Whitney.

Discusión

El interés principal de esta investigación era analizar las dificultades en la respuesta eyaculatoria que pueden presentar los hombres que han sido consumidores habituales de sustancias adictivas. A la vista de los resultados obtenidos, se puede concluir que las personas consumidoras tienen más dificultades en la respuesta eyaculatoria que las personas no consumidoras. Estudios previos señalan que las personas con problemas de adicción tienen más dificultades en la respuesta sexual que las personas no consumidoras36,37. En un estudio reciente llevado a cabo con 65 hombres consumidores de opiáceos en tratamiento con metadona se encontró que los consumidores tenían una prevalencia 3 veces mayor de EP que los hombres de la población general23.

Por investigaciones anteriores se sabe que el abuso de drogas puede provocar disfunciones sexuales en los hombres que consumen, por tanto, se puede suponer que el cese del consumo debería hacer que dicha disfunción desapareciera y la respuesta sexual mejorara con el paso del tiempo. Sin embargo, a tenor de los resultados obtenidos, se puede afirmar que la abstinencia no mejora la respuesta eyaculatoria. En la literatura científica se encuentran resultados similares, indicando que la respuesta sexual no mejora con el cese del consumo de sustancias. Vallejo-Medina y Sierra38 encontraron que los consumidores de sustancias adictivas no mejoraban en el área sexual de forma significativa después de un año de abstinencia. Resultados similares obtuvo Jiann39, quien afirma que los daños neurológicos causados por las sustancias adictivas son de larga duración. En el mismo sentido pudiera entenderse que los consumidores de drogas comparten rasgos de personalidad que facilitan el consumo y estos rasgos no se van a ver influenciados por el período de abstinencia.

Con relación a la ansiedad, se verifica que los hombres consumidores presentan mayores niveles de ansiedad media (tanto en ansiedad rasgo como en ansiedad estado) que los hombres sin historial de consumo de sustancias, siendo además dichas diferencias estadísticamente significativas. La ansiedad es un factor importante en el desarrollo de diferentes disfunciones sexuales, como señala la literatura al respecto40. De hecho la ansiedad puede provocar una mayor activación de la rama simpática del sistema nervioso y de los músculos responsables de la eyaculación, lo que aumenta la probabilidad de presentar EP, además se considera como factor predisponente, precipitante y mantenedor de la EP19, por esta razón era de esperar que los hombres consumidores presentaran puntuaciones medias mayores en la escala EP que los hombres no consumidores. De cualquier forma los datos que relacionan la EP y la ansiedad en función del tipo de droga consumida hay que tomarlos con cautela ya que el número de personas de cada sustancia es diferente, por tanto los resultados no serían totalmente comparables, aunque sí que ofrecen una idea general de cómo puede afectar la sustancia a la EP y a la ansiedad.

Respecto a la relación de pareja, no se puede afirmar que sirva de factor de protección, ya que no se han encontrado diferencias estadísticamente significativas, y aunque la Rho de Spearman indica que a mayor tiempo de pareja mayor probabilidad de obtener una puntuación alta en EP, esto también puede ser debido exclusivamente al paso del tiempo y al mayor tiempo de consumo. La relación entre pareja y salud es conocida de anteriores investigaciones25, pero en este caso no se cumple dicha relación. Es necesario recordar que este análisis se ha limitado exclusivamente a la EP, y que, como se ha indicado anteriormente, el paso del tiempo, a pesar de tener pareja, puede estar relacionado con un mayor tiempo de consumo, y por tanto con un mayor deterioro de la relación de pareja y un nivel mayor de ansiedad de ejecución.

Como conclusiones más relevantes de este estudio se señalan las siguientes: las personas que consumen sustancias adictivas presentan más probabilidad de presentar EP que las personas que no han consumido dichas sustancias; esta probabilidad no mejora con el período de abstinencia, y además presentarán mayores niveles de síntomas de ansiedad. Estos son aspectos esenciales que se deberían tener en cuenta en el tratamiento de personas con problemas de abuso de sustancias adictivas.

El presente trabajo presenta las siguiente limitaciones, y la primera está relacionada con la información sobre la droga consumida que pueden aportar los participantes, ya que pueden haber informado únicamente de la sustancia que piensan que es la fuente principal del problema sin informar, por no darle importancia, de otras sustancias que también hayan consumido. La segunda limitación está relacionada con las sustancias con las que se pueden adulterar las drogas ilegales, y de la que el participante no tiene información, y cómo dichas sustancias pueden afectar a la respuesta sexual. Asimismo, sería necesario realizar una mayor investigación que relacionara respuesta sexual, consumo de sustancias y pareja, para clarificar más detalladamente cómo se relacionan dichas variables.

Responsabilidades éticasProtección de personas y animales

Los autores declaran que los procedimientos seguidos se conformaron a las normas éticas del comité de experimentación humana responsable y de acuerdo con la Asociación Médica Mundial y la Declaración de Helsinki.

Confidencialidad de los datos

Los autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.

Derecho a la privacidad y consentimiento informado

Los autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia.

Conflicto de intereses

Los autores y las autoras declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Agradecimientos

Los autores agradecen a los siguientes centros de tratamiento su participación en la presente investigación: Centro de Solidaridad de Zaragoza Proyecto Hombre; Centro Español de Solidaridad de Córdoba-Proyecto Hombre, Centro Español de Solidaridad Proyecto Hombre Madrid; Comunidad Terapéutico O Confurco ASFEDRO; FGSVA Proyecto Hombre Granada; Fundación Alcandara Proyecto Hombre Salamanca; Fundacón Aldaba Proyecto Hombre Valladolid; Fundación Ángaro Proyecto Hombre Jaén; Fundación Arzobispo Miguel Roca Proyecto Hombre Valencia; Fundación CALS Proyecto Hombre Bierzo-León; Fundación Canaria CESICA Proyecto Hombre; Fundación Candeal Proyecto Hombre Burgos; Fundación Centro de Solidaridad de La Rioja Proyecto Hombre La Rioja; Fundación CESPA Proyecto Hombre Asturias; Fundación Jeiki, Fundación Proyecto Hombre Navarra; Fundación Solidaridad y Reinserción Proyecto Hombre Murcia; Projecte Home Balears; Proyecto Hombre Almería; Proyecto Hombre Cantabria; Proyecto Hombre Castilla-La Mancha; Proyecto Hombre Cataluña; Proyecto Hombre Extremadura; Proyecto Hombre Huelva; Proyecto Hombre Málaga CESMA; Proyecto Hombre Provincia de Cádiz y Proyecto Hombre Sevilla.

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Copyright © 2018. Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva
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