Introducción
La disfunción eréctil (DE), una afección que afecta de forma importante a la salud sexual del varón y a su calidad de vida, es además una valiosa manifestación clÃnica —fácilmente identificable y por la que el paciente puede buscar consejo médico— de la presencia de aterosclerosis que puede preceder a otras manifestaciones de enfermedad cardiovascular en hasta 2-3 años1. La prevalencia de la DE aumenta de forma importante con la edad, a la vez que lo hace la prevalencia de factores de riesgo vascular, lo que pone de manifiesto la importancia de diagnosticarla y de tratar los factores de riesgo cardiovascular asociados2. Por tanto, nos hallamos ante una entidad con gran impacto en la salud del varón que requiere un abordaje especializado y multidisciplinario que, tal como recomiendan diferentes guÃas de manejo de la disfunción sexual masculina, como la de la European Association of Urology (2009)3, aborde la DE desde sus causas modificables, tenga en cuenta las necesidades y las expectativas del paciente, facilite su asesoramiento y educación, asà como a su pareja, y aporte los medios para dar respuesta a la disfunción sexual por la que el paciente acudió a la consulta.
Objetivos
El objetivo de este estudio es analizar la población de varones con DE que acuden a centros uro-andrológicos de España con el fin de determinar la frecuencia de esta afección en relación con el total de problemas uro-andrológicos, de definir el perfil epidemiológico de los pacientes afectados de DE y de analizar las pautas de diagnóstico y de tratamiento de la DE en la primera consulta. Con ello se espera aportar nuevos datos que, por un lado, contribuyan a la caracterización de los pacientes con DE en nuestro medio y que, por otro, reflejen la adecuación de los centros de uroandrologÃa a las recomendaciones de las guÃas europeas en lo que se refiere al abordaje multidisciplinario de esta afección, de forma que pueda dar respuesta a las necesidades de salud del varón.
Material y métodos
Planteamiento del estudio y criterios de inclusión
Estudio observacional, descriptivo, transversal, no intervencionista, multicéntrico, de ámbito nacional, en el que participaron 10 centros de uro-andrologÃa de todo el territorio nacional. Uno de ellos, el Servicio de AndrologÃa de la Fundació Puigvert (Barcelona), dedicado exclusivamente a consulta andrológica, fue seleccionado como centro especializado en el tratamiento de la DE desde el punto de vista multidisciplinario (en adelante denominado "centro andrológico"). Los nueve centros urológicos restantes, detallados al final de esta publicación, repartÃan su consulta entre diferentes enfermedades en el ámbito de la urologÃa y la andrologÃa general (en adelante denominados "centros de uro-andrologÃa general").
Participaron en el estudio pacientes con diagnóstico de DE que acudieron por primera vez a alguno de los centros referidos anteriormente entre los meses de noviembre de 2009 y febrero de 2010. Los criterios de inclusión fueron tener una edad ≥ 18 años, ajustarse a la definición de DE según los criterios establecidos en el NIH Consensus Development Panel on Impotence4 y haber firmado el consentimiento informado. Se excluyó a los pacientes que presentaban cualquier condición o enfermedad asociada que impidiese ser tratado para la DE de la manera habitual en el servicio.
Registro de datos
El estudio se realizó en una única visita, durante la cual se rellenó un cuestionario para cada paciente que recogÃa: datos demográficos, historia clÃnica andrológica, enfermedades asociadas y antecedentes quirúrgicos, hábitos tóxicos, medicación concomitante, situación con la pareja, tratamientos previos para la DE que habÃa recibido y la orientación diagnóstica derivada de los datos obtenidos en esta primera consulta. Se registraron además los diferentes estudios complementarios solicitados en cada uno de los centros participantes, asà como las pautas de tratamiento y manejo inicial de la enfermedad. La evaluación de la DE se realizó mediante el cuestionario IIEF-5 (del inglés International Index of Erectile Function)5 y otras preguntas dirigidas. Con el fin de poder comparar estas variables entre el centro de andrologÃa y los centros de uro-andrologÃa general, se agruparon los resultados obtenidos en estos últimos centros. El estudio se adaptó a la práctica clÃnica habitual, sin interferir en los cometidos asistenciales, ni en los hábitos de prescripción del médico.
ResultadosSe seleccionó a un total de 405 pacientes de edades comprendidas entre los 20 y los 85 años. De estos, 200 fueron seleccionados en un centro especializado en el tratamiento de la DE (Servicio de AndrologÃa de la Fundació Puigvert) y 205 en nueve centros de uro-andrologÃa general. Los pacientes acudieron en su mayor parte derivados desde atención primaria o desde otras consultas de urologÃa general (el 57 y el 43%, respectivamente, en el centro de andrologÃa; el 35 y el 55%, respectivamente, en los de uro-andrologÃa general). La totalidad de las consultas de los centros de uro-andrologÃa general fue de pacientes del ámbito de la medicina privada, mientras que en el centro de andrologÃa la tipologÃa de consulta fue de pacientes provenientes del sistema de salud público. Durante el perÃodo de estudio, en el centro de andrologÃa se realizaron 868 primeras consultas de patologÃa andrológica, de las cuales 300 (34,5%) fueron por DE. Se incluyó en el estudio a 200 de estos pacientes.
Más del 95% de los pacientes tenÃa algún tipo de formación académica, siendo más frecuente en el centro de andrologÃa los estudios primarios o la formación profesional, mientras que en los centros de uro-andrologÃa general fue más abundante la formación secundaria o universitaria. Cerca de la mitad de los pacientes eran laboralmente activos.
Factores de riesgo para la disfunción eréctil y problemas relacionados
En la tabla 1 se muestran los factores de riesgo para la DE, asà como otros problemas que pudieran estar relacionados, presentes en estos pacientes. Hay que destacar que una alta proporción de los pacientes era ≥ 50 años (entre el 70 y el 77%, según la tipologÃa de centro). Alrededor del 75% presentó obesidad o sobrepeso según el Ãndice de masa corporal (IMC), de acuerdo con los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) (sobrepeso: ≥ 25-29,99 kg/m2; obesidad: ≥ 30 kg/m2)6. Un porcentaje muy alto (88%) de los pacientes que acudió a centros de uro-andrologÃa general presentó obesidad abdominal según los criterios de la OMS (perÃmetro abdominal > 102 cm)6, mientras que en el centro de andrologÃa este porcentaje fue aproximadamente de la mitad (42%). El consumo autorreportado de alcohol fue nulo/ocasional o moderado (1-2 bebidas/dÃa) en casi la totalidad de pacientes. La prevalencia de comorbilidades cardiovasculares fue similar en ambos grupos, destacando la diabetes mellitus (16 y 19%), la hipertensión arterial (HTA) (30 y 33%) y la hiperlipidemia (21 y 28%).
En un 40-50% de los pacientes, según la tipologÃa de centros, no se encontró ninguna relación entre el inicio de la DE y factores relacionados con la DE, como problemas psicosociales, antecedentes de enfermedad o intervención quirúrgica, o tratamiento farmacológico nuevo (tabla 1). En un 10% de los casos se relacionó la DE con problemas de pareja. En general, frente a los centros de uro-andrologÃa general, en el centro de andrologÃa se observó una mayor proporción de pacientes con antecedentes de cirugÃa pélvica (el 12 frente al 3%), siendo la prostatectomÃa radical el 85% de estos casos, de enfermedad renal crónica (el 12 frente al 2%) y, en menor medida, de trastornos psiquiátricos (el 10 frente al 3%). Los pacientes que acudieron a centros de uro-andrologÃa general presentaron una proporción casi tres veces mayor de hiperplasia benigna de próstata (HBP) frente a los del centro de andrologÃa (el 33 frente al 12%). Cerca de un 10% de los pacientes en ambos grupos se trataba con bloqueadores beta y una proporción similar de pacientes tomaba medicación para trastornos psiquiátricos.
Historia clÃnica andrológica
En la tabla 2 se muestra la historia clÃnica andrológica y la situación de la pareja de los pacientes. El tiempo de evolución de la DE fue de 1-3 años en cerca de la mitad de los pacientes. Sin embargo, el porcentaje de pacientes con DE de evolución superior a 6 años fue muy superior en el centro de andrologÃa frente a los centros de uro-andrologÃa general (el 23 frente al 6%, respectivamente). Las caracterÃsticas de la DE presentó variaciones entre los pacientes que acudieron a ambos tipos de centros, salvo la distribución de la gravedad de la DE, que fue similar en ambos. Según el IIEF-5, el 35-40% de los pacientes presentó DE moderada o grave. Según esta herramienta, alrededor del 5% de los pacientes no tenÃa DE. La mayorÃa de los pacientes tenÃa pareja estable y eran mayoritariamente heterosexuales. Un porcentaje muy alto de los pacientes (un 75% en los centros de uro-andrologÃa general y un 90% en el centro de andrologÃa) reportó tener parejas tranquilizadoras o colaboradoras, y en la mitad de los casos fueron estas las que estimularon a su pareja a buscar tratamiento.
Orientación diagnóstica y tratamientos previos
A partir de los datos aportados por la anamnesis y la exploración fÃsica, y de otros datos aportados por el paciente en la primera visita, la orientación etiológica inicial de la DE fue de origen fundamentalmente periférico u orgánico en más del 40% de los casos. En el resto de los pacientes, el origen mixto fue ligeramente superior en el centro de andrologÃa, y el origen central o psicogénico, en los centros de uro-andrologÃa general. El 36% de los pacientes del centro de andrologÃa y el 10% de los centros de uro-andrologÃa general habÃa recibido una prescripción previa de tratamiento, de los que el 94 y el 80% de los casos, respectivamente, correspondÃa a un tratamiento vÃa oral con un inhibidor de la fosfodiesterasa tipo 5 (iPDE5). En general se observó un bajo cumplimiento de este tratamiento en todos estos pacientes, aunque dicho cumplimiento fue superior en los pacientes del centro andrológico frente a los de los centros de uro-andrologÃa general (el 25 frente al 3% de los pacientes, respectivamente, mantenÃan el tratamiento en el momento de la consulta).
Manejo inicial
En la tabla 3 se muestran las pruebas diagnósticas complementarias realizadas y el tratamiento inicial propuesto en los dos tipos de centros. El 65% de los pacientes del centro de andrologÃa y el 70% de los de los centros de uro-andrologÃa general se sometieron a pruebas diagnósticas especiales, siendo el estudio de tumescencia y rigidez peneana nocturna mediante Rigiscan® (Dacomed [Estados Unidos]) más frecuente en el centro de andrologÃa y el estudio vascular mediante ecografÃa doppler color peneano en los centros de uro-andrologÃa general. El porcentaje de pacientes a los que se realizó una analÃtica sanguÃnea, incluida la valoración de testosterona total, fue superior en los centros de uro-andrologÃa general. Se realizó asesoramiento (counselling) tanto en el ámbito de la sexualidad del paciente y de la pareja, como en los aspectos concernientes a las diferentes alternativas de tratamiento sintomático, en prácticamente la totalidad de pacientes (94%) en el centro de andrologÃa, frente a un 23% de los pacientes en los centros de uro-andrologÃa general. El asesoramiento sobre el tratamiento se basó en las alternativas más adecuadas a las caracterÃsticas de cada paciente, los efectos colaterales, la metodologÃa de uso, etc. La recomendación y la aplicación de pautas especÃficas orientadas a la modificación del estilo de vida, con el objetivo de actuar sobre los factores de riesgo modificables, se practicó también de forma mucho más frecuente en el centro de andrologÃa respecto a los de uro-andrologÃa general (el 76 frente al 23%). En estos últimos se prescribieron más tratamientos iniciales con iPDE5 respecto a otras alternativas terapéuticas (el 92 frente al 68% en el centro de andrologÃa).
Discusión
La prevalencia de la DE en España y su relación con diferentes factores de riesgo se ha descrito en el estudio de base poblacional EDEM7. Al igual que en este, en nuestro estudio la edad fue el factor de riesgo más relacionado con la DE, y según aquel estudio la distribución por segmentos de edad de los pacientes siguió un patrón similar al de la prevalencia de la DE en la población española, con una proporción de pacientes con DE mayor conforme aumenta la edad. Sin embargo, por su diseño, nuestro estudio refleja solo el porcentaje de pacientes que en cada una de las franjas de edad busca consejo profesional para su problema. Es de resaltar que en nuestro estudio el porcentaje de pacientes mayores de 70 años representa solo el 9-15% de los pacientes, pese haberse descrito en estudios epidemiológicos, como el MALES, una prevalencia cercana al 37% en la franja de edad de 70-75 años, muy superior a la de franjas de edad inferiores8.
Este bajo porcentaje de pacientes mayores de 70 años que busca consejo médico refleja sin duda la percepción que las personas mayores tienen de la DE como una consecuencia natural del envejecimiento y, por tanto, no susceptible de tratamiento9. Las diferencias encontradas en los pacientes que acuden a uno y otro tipo de centro —siendo las más prominentes el nivel de estudios, el tiempo de evolución de la DE y los antecedentes quirúrgicos, y que tendrán su reflejo en caracterÃsticas de la DE o cómo la perciben los pacientes— probablemente responden a diferencias intrÃnsecas de la asistencia privada y pública.
En nuestro estudio, la proporción de pacientes con DE grave fue superior a la esperada por la prevalencia de este tipo de DE en España7, lo que puede reflejar que un mayor número de pacientes con este tipo de DE busca asistencia. Sorprende que un 10% de los pacientes en ambos tipos de centros obtuvo una puntuación del IIEF-5 > 21, indicativa de no presentar DE. Esto puede haber sido debido a limitaciones de la propia herramienta para diagnosticar la DE, como puede ser la complejidad lingüÃstica en la validación psicométrica de cuestionarios de estas caracterÃsticas10-13, o que el paciente tenga una DE muy leve o transitoria.
La prevalencia de comorbilidades vasculares relacionadas con el sÃndrome metabólico fue alta, como es el caso de la HTA (30-33%), la diabetes mellitus (16-19%) y la hiperlipidemia (21-28%). Un análisis agrupado de la prevalencia de estas comorbilidades obtenida a partir de 8 estudios epidemiológicos transversales en España, realizados entre 1992 y 2001, revela una prevalencia en varones españoles del 22,5, el 49 y el 66,4% para la HTA en pacientes con una edad < 45 años, 45-64 años y ≥ 65 años, respectivamente; el 2,3, el 9,6 y el 12,9%, respectivamente, para la diabetes mellitus en los mismos grupos de edad, y del 14,1, 24,3 y el 18,7%, respectivamente, para la hiperlipidemia (colesterol total > 250 mg/dl), respectivamente en los mismos grupos de edad14. Nuestro estudio confirma resultados previos de estudios epidemiológicos, como el estudio EDEM7, donde se observa una relación directa entre la DE y factores de riesgo, como la diabetes mellitus (odds ratio ajustado a la edad de 4), y la hiperlipidemia (odds ratio de 1,63). Sin embargo, la HTA, también relacionada con la DE en el citado estudio (odds ratio de 1,58), en nuestro estudio no mostró una relación con la DE, a juzgar por las cifras de prevalencia en población general14, claramente superiores a las observadas en nuestro estudio. El hecho de que la presencia de HTA fuese autorreportada puede reflejar el alto Ãndice de infradiagnóstico de esta comorbilidad.
Otro de los componentes del sÃndrome metabólico, la obesidad abdominal, fue muy prevalente en todos los pacientes y, especialmente, en los que acudieron a centros de uro-andrologÃa general (88%). Se carece de datos epidemiológicos acerca de la prevalencia de la obesidad abdominal en población general en España. Sin embargo, en un estudio reciente realizado en Castilla y León15, que puede extrapolarse a toda la geografÃa nacional, se muestra una prevalencia media de obesidad abdominal (perÃmetro abdominal > 102 cm) en varones entre 50 y 74 años de 29,8%, una cifra inferior a la encontrada en nuestro estudio (del 43 y el 88%). Sin embargo, el porcentaje de pacientes obesos según el IMC (sobrepeso: ≥ 25-29,99 kg/m2; obesidad: ≥ 30 kg/m2) no superó el 30%. Se ha visto que la obesidad abdominal es un predictor de DE en varones añosos16, y aunque tanto el IMC como el perÃmetro abdominal han sido ampliamente utilizados para determinar la obesidad, se ha comprobado que este último es un mejor predictor de riesgo cardiovascular, dado que está estrechamente relacionado con la adiposidad visceral17. Ello podrÃa explicar su mayor prevalencia frente al IMC en nuestros pacientes con DE.
Al contrario de lo observado en el estudio EDEM7, en nuestro estudio no se observó una relación entre el consumo de alcohol y la DE, ya que el porcentaje de pacientes con consumo alto de alcohol fue muy bajo, probablemente por tratarse de una estimación autorreportada. Respecto al tabaquismo, la prevalencia actual en la población española mayor de 13 años se sitúa en el 24%, siendo entre el 19 y el 27% en nuestro estudio.
La principal diferencia encontrada entre ambos tipos de centros radica en el manejo del paciente. La European Association of Urology recomienda en sus últimas guÃas de disfunción sexual masculina (2009)3 un primer nivel de tratamiento de la DE basado en tres pilares: a) la identificación y el tratamiento de las causas "curables" de DE; b) en los casos en los que no sea posible, la actuación sobre los factores de riesgo modificables, incluidos los cambios en el estilo de vida, y c) la educación y el asesoramiento (counselling) tanto a los pacientes, como, si se considera necesario, a sus parejas. Estas recomendaciones fueron seguidas de forma importante en el centro andrológico: el 94% de los pacientes recibió educación y asesoramiento sobre la DE y aspectos relacionados con la sexualidad, y un 76% recibió recomendaciones respecto a la modificación de los factores de riesgo y el estilo de vida, frente a un 23% de los pacientes que recibió una u otra medida en los centros de uro-andrologÃa general. Este primer nivel de actuación es importante porque aborda las posibles causas vasculares de la DE, lo que contribuye a reducir el riesgo cardiovascular del paciente. El efecto que estas medidas tienen sobre la DE son un gran aliciente para que el paciente las siga. Por otro lado, se ha visto que la educación y el asesoramiento tienen un gran impacto, tanto en la decisión de iniciar el tratamiento con un iPDE5, como en el cumplimiento de este. El apoyo de la pareja y su estÃmulo a la búsqueda de tratamiento resultan igualmente fundamentales18,19. Nuestro estudio ha mostrado que un porcentaje bajo de los pacientes habÃa recibido un tratamiento previo con iPDE5 o fármaco vasoactivo intracavernoso antes de acudir o ser derivado a nuestros centros, y que, al igual que se ha visto en otros estudios, como el citado MALES8, el cumplimento del tratamiento con iPDE5 fue muy bajo. Se ha observado que, con frecuencia, al menos la mitad de los pacientes abandona el tratamiento tras la primera prescripción de un iPDE520, el cual puede llegar hasta el 72% de pacientes en el primer año21. La principal causa de abandono suele ser la falta aparente de eficacia, una percepción que puede estar motivada por falsas expectativas, un uso inadecuado del medicamento o por falsas concepciones acerca de la sexualidad, todos ellos aspectos que necesitan ser abordados para asegurar el éxito del tratamiento y, con ello, la satisfacción y la calidad de vida del paciente.
ConclusionesEn conjunto, estos datos refuerzan la necesidad de un abordaje especializado y multidisciplinario de la DE que, por un lado, aporte las herramientas necesarias para asegurar el éxito del tratamiento sintomático y, por otro, aborde las posibles causas de la DE y actúe sobre los factores de riesgo vascular modificables, contribuyendo asà a luchar contra la enfermedad cardiovascular. Aunque nuestro estudio se realizó en una visita única, el seguimiento posterior de estos pacientes nos permitirá evaluar el beneficio de tales medidas en la salud global del varón con DE.
Agradecimientos
Los autores quieren agradecer a todos los especialistas en uro-andrologÃa participantes en este estudio: Dr. José Rubio Briones (Hospital 9 de Octubre, Valencia), Dr. Pedro Navalón Verdejo (Hospital Casa de Salud, Valencia), Dr. Jordi Postius Robert (ClÃnica Bellevue, Puerto de la Cruz, Tenerife), Dr. Javier Azparren (PoliclÃnica Guipuzkoa, Donostia, Guipúzcoa), Dr. Naim Hannaoui Hadi (ICUN Institut Català d'Urologia, Barcelona), Dr. Francisco Vila y Dr. Francesc Serrallach (Hospital Universitari Sagrat Cor, Barcelona), Dr. Pedro Paños y Dra. Victoria Fagundo (Hospital Beata MarÃa Ana, Madrid), Dr. Javier de la Riva (Hospital Madrid MonteprÃncipe, Madrid), Dr. Miguel Rodrigo, Dr. Javier Claramont y Dr. Javier Gimeno (Instituto Valenciano de UrologÃa, Castellón), asà como a Beatriz Viejo PhD, por su colaboración en la elaboración del presente manuscrito.
Conflicto de intereses
Los autores declaran que no tienen ningún conflicto de intereses
* Autor para correspondencia
Correo electrónico: palmaceppi@gmail.com (C. Palma Ceppi).
aceptado el 13 de octubre de 2011