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Vol. 5. Núm. 2.
Páginas 161-166 (abril 2007)
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Resultados de una encuesta sobre educación sexual y hábitos sexuales de los gallegos
Results of a survey on sex education and sexual habits among Galicians
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Manuel Varela Salgadoa, Javier Paz Esquejeb
a Complejo Hospitalario de Pontevedra. Sociedad Gallega de Sexología. Pontevedra. España.
b Servicio de Medicina Preventiva. Complejo Hospitalario de Pontevedra. Pontevedra. España.
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TABLA 1. Descripción de la muesta
TABLA 2. Resultados de la encuesta
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Presentamos los resultados de una encuesta dirigida a una población mayor de 18 años, de ambos sexos y residente en el área de Pontevedra ciudad y área norte de la provincia, y que constaba de 25 preguntas, de las que 12 fueron sobre educación sexual y 8, sobre hábitos sexuales. Se destaca la gran dificultad aún hoy para obtener datos sobre estos temas tanto en ambiente urbano como en el rural de nuestra comunidad. Nos encontramos con un alto grado de insatisfacción sexual, dificultades para llegar al orgasmo y disfunción eréctil en la población, con porcentajes algo elevados por la inclusión en el estudio de pacientes con disfunciones sexuales (43%). Llama también la atención la existencia de un 24,4% de menores de 47 años que refirieron algún grado de disfunción eréctil así como cierto rechazo a tener un hijo/a homosexual (7,7%).
Palabras clave:
Encuesta
Educación sexual
Hábitos sexuales
Disfunciones sexuales
We report the results of a study that included males and females over eighteen years old living in the city of Pontevedra and the north of the province. The questionnaire had twenty-five questions, twelve of them were about sexual education and eight about sexual habits. We found a great difficulty, even nowadays, to get a good information about these subjects, both in rural and urban areas of our Community. There was a high degree of sexual unsatisfactory difficulty to reach the orgasm and erectile dysfunction, due to the fact there were many patients with sexual dysfunction (43%). We were surprised to find that 24,4% of patients under 47 had some level of erectile dysfunction and 7.7% of them would feel very uncomfortable if they have a homosexual child.
Keywords:
Survey
Sexual education
Sexual habits
Sexual dysfunctions
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INTRODUCCIÓN

Presentamos los resultados de un estudio sobre educación sexual y hábitos sexuales realizada entre los meses de octubre y diciembre de 2005 con habitantes del Área Sanitaria de Pontevedra-Norte. Conseguir la participación de los ciudadanos no resultó muy fácil, tanto en el ámbito rural como en el urbano, lo que viene a constituir una primera conclusión de este estudio: que todavía la sexualidad humana es un tema tabú y de difícil abordaje para muchos de nuestros conciudadanos.

Otra dificultad con la que nos encontramos fue la escasa motivación del personal del área de salud para participar en la recogida de datos entre sus pacientes, población de muy fácil acceso para un estudio como éste. O no tanto. Muy poco tiempo para cada paciente, sobrecargados de burocracia, otras investigaciones... O quizá también la falta de seguridad o preparación para abordar directamente el tema de la sexualidad y la vida sexual entre el personal sanitario. Este aspecto quedó claramente reflejado en las I Xornadas Galegas de Saúde Sexual celebradas en Vigo en febrero de 2006, organizadas por la Sociedade Galega de Sexoloxía, en las que la demanda más clara por parte de los profesionales asistentes, además de una información científica y contrastada, fue la de recibir formación en recursos y estrategias para hablar de estos temas con sus pacientes, algo para lo que no se sienten capacitados o preparados.

En el ámbito social de Galicia no se había realizado hasta ahora ningún análisis sobre la sexualidad de la población general. Existen diversos estudios previos, pero circunscritos a grupos concretos (especialmente universitarios y adolescentes) o temas muy concretos y con una finalidad periodística o publicitaria. Esperamos continuar en esta línea para poder tener un conocimiento más objetivo de la realidad sexual de nuestra sociedad y conseguir, de paso, que no resulte tan sorprendente que los gallegos hablemos abiertamente de nuestra sexualidad.

MATERIAL Y MÉTODOS

Se presenta un estudio descriptivo transversal realizado entre los meses de octubre y diciembre de 2005 sobre un total de 300 personas de ambos sexos, mayores de edad y residentes en el Área Sanitaria de Pontevedra-Norte, que alcanza una población de unos 200.000 habitantes. Todos fueron informados con claridad del objeto de este estudio y se pidió el consentimiento informado verbal a la totalidad (no pudo ser escrito, ya que entonces la mayoría se negaba a participar). Se incluyó a funcionarios del gobierno autonómico, personal del Complejo Hospitalario de Pontevedra, pacientes y acompañantes que acudieron a las Consultas de Urología, Andrología, Endocrinología y Centro de Orientación Familiar.

La encuesta constaba de 25 preguntas con varias respuestas muy escuetas para lograr rapidez y fácil comprensión para los participantes. Estas preguntas se agruparon en tres bloques: interés general, educación sexual y hábitos sexuales.

Para el análisis estadístico se utilizaron el test de Kolmogorov y el de Shapiro-Wilk como prueba de normalidad, y como prueba de contraste, el test estadístico de la χ2.

Se describen a continuación preguntas realizadas:

1. Preguntas de interés general:

­ Sexo.

­ Edad.

­ Medio en que vive.

­ Nivel de estudios.

­ Estado civil.

2. Preguntas sobre educación sexual (I):

­ ¿De dónde procede su educación sexual?

­ ¿Utiliza métodos anticonceptivos? ¿Cuáles?

­ ¿Las creencias religiosas influyen en su comportamiento sexual?

­ ¿Cree que la menopausia es el fin de la sexualidad femenina?

­ ¿Ve bien que las disfunciones sexuales sean abordadas por el Sistema Público de Salud?

­ ¿Cómo valora los programas sobre sexo en los medios de comunicación?

­ ¿Le molesta hablar de sexo con la pareja?

Preguntas sobre educación sexual (II):

­ ¿Habla de sexo con sus hijos e hijas?

­ ¿Cree importante la comunicación en la pareja para lograr relaciones sexuales satisfactorias?

­ En caso de tener una enfermedad crónica, ¿cree que afectaría a su rendimiento sexual?

­ Si tuviese un hijo o una hija homosexuales, ¿lo aceptaría?

­ ¿Cree que los homosexuales tienen el mismo derecho a expresarse con libertad en la sexualidad?

3. Preguntas sobre hábitos sexuales:

­ Edad de la iniciación sexual: masturbación/coito.

­ ¿Cómo es su vida sexual?

­ ¿Está satisfecho con su pareja?

­ ¿Es partidario de que el hombre sea quien domine la relación sexual?

­ ¿Tiene poco deseo sexual?

­ ¿Alcanza siempre el orgasmo?

­ ¿Tiene dificultades de erección?

­ ¿Con qué frecuencia tiene relaciones sexuales?

RESULTADOS

La muestra final constó de un total de 303 personas y se excluyó 3 encuestas por responder a la mitad o menos de las preguntas. El estudio descriptivo de la muestra fue como sigue (tabla 1): 203 (68%) varones y 97 (32%) mujeres. El rango de edades de los varones osciló entre los 19 y los 80 años y en las mujeres, entre los 20 y los 73 años. La mediana de edad fue 53 años en los varones y 41 en las mujeres; la del total fue 47 años.

Cuando se les preguntó por el medio en el que vivían, el 56,9% contestó que el medio urbano; el 36,8%, en el rural y el 4,3%, en el mixto (afueras de poblaciones). No contestó el 2%.

En total, 233 personas estaban casadas o formaban pareja de hecho; 41 estaban solteras; 20, separadas o divorciadas, y 5, viudas.

En cuanto al nivel de estudios de los encuestados, 18 (6%) no tenían estudios, 115 (38,5%) tenían estudios primarios; 80 (26,8%), estudios secundarios y 85 (28,4%) referían tener estudios universitarios.

Los resultados obtenidos del bloque de preguntas sobre educación sexual y hábitos sexuales se muestran en la tabla 2, cuyos datos se desglosan y exponen de la manera siguiente:

Al ser preguntados por la procedencia de la información sexual que poseían, 186 contestaron que por los amigos; 41, de sus padres; en 39 casos procedía de libros; de los profesores para 11 de ellos y para 20 encuestados más, de otro tipo de fuentes como los medios de comunicación, revistas no especializadas, etc.

En cuanto a si utilizaban o no algún método anticonceptivo, el 67,1% no lo utilizaba; el preservativo era el más requerido, pero en un 22,1%; los anticonceptivos orales en un 6,7%; la ligadura de trompas/vasectomía en un 3,8% y otros en el 2,6%.

El inicio de la actividad sexual para los encuestados fue como sigue: en el caso de los varones, la primera masturbación a los 14 años y el primer coito fue a los 18 años. Para las mujeres fue a los 16 y a los 20 años, respectivamente.

Por otro lado, el 6,5% de los varones manifestaron que las creencias religiosas influían en su comportamiento sexual, frente al 17,5% de las mujeres.

El 8% de los varones opinaron que la menopausia era el fin de la sexualidad femenina. Creía lo mismo el 4,1% de las mujeres.

A partir de estos datos comenzamos a contrastar distintas variables del estudio y encontramos resultados curiosos. Así por ejemplo, cruzamos el ámbito de residencia con el nivel de estudios y observamos que un 47,7%, tanto en el medio urbano como en el rural, solamente tenían estudios primarios o incluso no los tenían. El 67,1% tenía estudios secundarios o universitarios y residía en ambiente urbano frente al 29,8% que lo hacía en el medio rural.

Al contrastar el sexo del encuestado con la satisfacción en su vida sexual, el 53,7% de los varones y el 25,8% de las mujeres manifestaron estar poco o nada satisfechos, en contraste con el 40,35 de los varones y el 73,2% de las mujeres que sí tenían una vida sexual muy satisfactoria. Estudiando más a fondo estos datos, comparamos el nivel de estudios con el grado de satisfacción sexual, y encontramos que a menor nivel de estudios más insatisfacción (el 56,8% para sin estudios/primarios) y el 34,5% con estudios secundarios/universitarios).

Quisimos conocer también el grado de satisfacción de los encuestados con su pareja y aquí los datos afirmativos fueron claramente ostensibles (el 83,6% de los varones y el 90,7% de las mujeres).

Al relacionar las respuestas a si el varón debe o no debe dominar la relación sexual de la pareja con el sexo del encuestado, encontramos que el 19,9% de los varones y el 28,3% de los varones y las mujeres mayores de 47 años (mediana de edad) respondieron afirmativamente.

Valoramos las respuestas a la pregunta de si hablan con sus hijos sobre temas relacionados con su sexualidad y encontramos que los varones hablan menos que las mujeres (el 43,8% de los varones no lo hacen, frente al 22,7% de las mujeres; p < 0,001). También apreciamos que a menor nivel de estudios menos comentaban estos temas con sus hijos (si sin estudios/primarios, el 48,5%); sin embargo, cuando tenían estudios secundarios/universitarios, lo hacía el 43%.

En cuanto a la pregunta de si tiene poco deseo sexual, éste era inferior cuando el nivel de estudios también era más bajo (el 42% si estudios primarios o no tenían frente al 29,7% con estudios superiores).

Se les preguntó también si alcanzaban siempre el orgasmo en sus relaciones sexuales y observamos que el 15,9% de los varones y el 13,4 de las mujeres no lo tenían. Lo alcanzaban a veces el 34% de las mujeres encuestadas y el 27,9% de los varones.

Objetivamos una cifra elevada de varones con disfunción eréctil en los mayores de 47 años (mediana de edad), del 78%, cifra muy elevada que muestra un sesgo porque fueron incluidos muchos pacientes (el 43% del total) afectos de disfunciones sexuales que procedían de la Consulta de Andrología. Curiosamente, nos encontramos con un dato sorpresa en cuanto a esta pregunta, ya que el 24,4% de los varones menores de 47 años también referían tener algún grado de disfunción eréctil (p < 0,001).

La frecuencia de las relaciones sexuales varió según fueran varones o mujeres: 1-3/semana para el 48,8% de los varones; la misma frecuencia en el 61,9% de las mujeres. Los menores de 47 años tenían una frecuencia de 1-3 veces/semana en el 65,8%. En cuanto a los mayores de 47 años, la frecuencia de 1-3/semana era del 40% y de 1-4/mes en el 32,4% (p < 0,001).

El 56,3% de los participantes del estudio refirieron que, en el caso de tener una enfermedad crónica, ésta afectaría a su rendimiento sexual.

En el caso de tener un hijo homosexual, el 9,5% de los varones dijeron que aún hoy sería para ellos difícil de aceptar. Tampoco sería visto de buen grado por el 4,15% de las mujeres encuestadas. Al cruzar esta cuestión con el nivel de estudios, resultó que era menos aceptable a menor nivel de estudios (el 10,6% si estudios primarios/no tenían frente al 5,5% en el caso de tener estudios secundarios o universitarios; p < 0,001).

No exponemos los resultados de las preguntas: "¿ve bien que las disfunciones sexuales sean abordadas por el Sergas?", "¿cómo valora los programas sobre sexo en los medios de comunicación?", "¿le molesta hablar de sexo con la pareja?", ya que las respuestas afirmativas fueron mayoritarias.

DISCUSIÓN

Estamos ante un estudio sociosanitario difícil de llevar a cabo en nuestro medio, ya que todavía cuesta mucho hablar de sexo tanto en público como en privado, y se encuentra muchas reticencias y dificultades de captación de participantes, al ser un tema tabú aún hoy, al menos en nuestra comunidad. Incluso el personal sanitario está muy poco involucrado en participar en estudios de sexualidad humana, lo cual dificultó todavía más la difusión del estudio en diferentes centros hospitalarios de nuestra región. Con tesón, voluntad e interés propio, ha sido posible incluir a los 300 participantes.

Llama la atención en este estudio el dato de que todavía la información sexual procede mayoritariamente de los amigos, corresponde al 62% de los encuestados. Hay que señalar que un 59% de los participantes del estudio son mayores de 47 años, lo que nos indica que la educación sexual en este grupo de edad es muy deficiente, a lo que se añade además que sea un tema tabú en la sociedad gallega actual.

En cuanto a la aplicación de métodos anticonceptivos vemos que solamente el 32,9% los utiliza, ya que la mayoría refiere tener relación estable con su pareja y que, de nuevo, el 59% de los encuestados tienen una edad superior a 47 años, lo que limita su utilización por ser menos promiscuos.

La media de edad para la primera masturbación y el primer coito es similar (14,7 y 18,6 años, respectivamente) al estudio realizado por la sexóloga Lorena Berdún1 sobre internautas, en el portal de "Sexole.com", en el que se señala que el 46% de los varones y el 36% de las mujeres tuvieron su primer coito entre los 18 y los 21 años. Sin embargo, según la encuesta "Salud y Hábitos Sexuales"2 del Instituto Nacional de Estadística y el Ministerio de Sanidad y Consumo, llevada a cabo en 2003 en España, la media de edad al primer coito de los jóvenes españoles era de 16,5 años, cifra discretamente inferior a la de nuestro estudio pero que define únicamente a un grupo concreto de edad (15-19 años).

Destacamos el hecho curioso, pero reflejo de la población superior a 50 años incluida en este estudio, de que el 17,5% de las mujeres y el 6,5% de los varones consideran que las creencias religiosas pueden influir en su rendimiento sexual.

Según los estudios realizados por Mildward Brown y la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS)3 durante 2004 y 2005, encontramos que el 67,7% se encuentra muy satisfecho con su actividad sexual, lo que contrasta con las respuestas ofrecidas por nuestros encuestados, que señalaron entre los varones un 40,3% de satisfacción en su vida sexual, y un 73,2% en el caso de las mujeres. Hay que resaltar en este caso el bajo porcentaje para los varones de este estudio en el que existe un sesgo, ya que el 43% de los encuestados referían alguna disfunción sexual de la que se estaban tratando.

Destacamos que el 43,8% de los varones y el 22,7% de las mujeres contestaron no hablar con sus hijos o hijas sobre sexo, porcentaje que todavía es mayor cuando el nivel de estudios es más bajo. Según un estudio4 publicado por el Instituto Nacional de Estadística en el año 2005, el 60% de los adolescentes asegura que la comunicación con sus padres en materia de sexo no existe y el 49% de los mayores de 47 años refirieron sentir poco deseo sexual. Según el estudio de Mildward Brown y la FESS3 realizado recientemente, el 20% de los encuestados refirieron inapetencia o desinterés por el sexo, el 24% en el caso de las mujeres.

Nuestro estudio destaca que un 15,9% de los varones y un 13,4% de las mujeres no alcanzan el orgasmo. En el estudio de FESS y Mildward Brown3 se señala que únicamente el 7% no lo alcanza. Hay que señalar nuevamente la existencia de un sesgo en este apartado, ya que el deseo puede estar hipoactivo o ausente debido al porcentaje elevado de personas (43%) afectas de una disfunción sexual en estudio.

En cuanto a la disfunción eréctil, también aquí encontramos una cifra muy elevada en los mayores de 47 años (24,4%) si la comparamos con el estudio Epidemiología de la Disfunción Eréctil Masculina (EDEM)5 en el que se señala una prevalencia del 19-20%, sin embargo en el estudio de FESS y Mildward Brown3 encontramos que ésta puede suponer el 4% para el rango de edades de 18 a 24 años, del 13% entre los 25 y 34 años y ya del 38% en los mayores de 65 años. Curiosamente, en los jóvenes, menos de 47 participantes en este estudio, se refirió un 24,4% de disfunción eréctil.

La frecuencia de relaciones sexuales mayoritaria del estudio fue de 1 a 3 veces/semana tanto para varones como para mujeres (el 48,8 y el 61,9% respectivamente), seguido ya con diferencia de 1-4/mes para el 25,8% de los varones y el 22,6% de las mujeres. Según el estudio5 publicado por el Instituto Nacional de Estadística en el año 2005, el 6% de los mayores de 49 años tiene relaciones sexuales diariamente, el 24% lo hace varias veces a la semana y el 23%, una vez a la semana. En este estudio tienen relaciones 1-3 veces/semana el 40% de los mayores de 47 años y 1-4/mes, el 32,4%.

Por último señalar que, a pesar de la información contra la discriminación social y las numerosas campañas de igualdad para con el colectivo homosexual realizadas por el gobierno actual, encontramos cierto rechazo a contar con un hijo en la familia gallega, señalándose un 10,6% de rechazo cuando los encuestados tienen estudios primarios o carecen de ellos, y sólo del 5,5% cuando poseen estudios secundario o universitarios. Esto mismo es lo que opina Daniel Morrillo6, coordinador de conferencias en Derecho Privado de París, tras un debate por Internet con los lectores del diario francés Le Monde, sosteniendo que a mayor educación y nivel de estudios hay menos comportamientos homófobos y que éste parece un fenómeno más bien rural, pues se ve menos en las grandes ciudades que en el campo. Señalamos también el rechazo permanente de la Iglesia (católica, islámica y judía) hacia el colectivo homosexual. En concreto, el Papa Juan Pablo II afirmó que ser homosexual suponía tener un comportamiento diabólico.

CONCLUSIONES

A mayor nivel de estudios, se observa una vida sexual más satisfactoria.

La información sexual procede de los amigos para el 62,8%.

El 53,7% de los varones están insatisfechos con su vida sexual.

El 35,6% de los participantes manifiestan poco deseo sexual.

Un 15,9% de los varones no alcanzan el orgasmo.

El 53% de los encuestados tiene relaciones sexuales 1-3 veces/semana.

Un 7,7% del total no aceptaría un hijo homosexual.

El 24,4% de los varones de hasta 47 años manifiestan algún grado de disfunción eréctil.

A la vista de estos resultados, comprobamos que aún nos queda mucho trabajo por realizar en cuanto a educar a la población en hábitos de vida sexual saludable, que redunde en una mejor calidad de vida.

Para ello, es imprescindible contar con la colaboración de las administraciones públicas, educadores, personal sanitario, los medios de comunicación, las sociedades sexológicas, y los padres para, en definitiva, mejorar nuestra salud sexual.


Correspondencia: Dr. M. Varela Salgado.

Complejo Hospitalario de Pontevedra. Pontevedra. España.

Correo electrónico: mandro@mundo-r.com

Bibliografía
[1]
Primer Estudio sobre Conductas y Preferencias Sexuales de los usuarios de Internet en España. 2006. Disponible en: www.estudiosexual.com/conclusionesberdun.aspx?prono
[2]
Madrid: Instituto Nacional de Estadística. Ministerio de Sanidad y Consumo; 2003.
[3]
Federación Española de Sociedades de Sexología. Madrid: FESS, Mildward Brown; 2005.
[4]
Martín Morales A, Sánchez Cruz JJ, Séenz I, Rodríguez Vela L, Jiménez Cruz JF, Burgos Rodríguez R..
Prevalence and independent risk factors for erectile dysfunction in Spain: results of the Epidemiología de la Disfunción Eréctil Masculina study..
J Urol, 166 (2001), pp. 569-75
[5]
Madrid: Instituto Nacional de Estadística; 2005.
[6]
Foro-chat de los lectores del diario Le Monde con Daniel Borrill.o, el 23 de mayo de 2005..
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