Sr. Director:
La incidencia de infección en la cirugía mamaria varía entre el 1 y 30% dependiendo de la serie consultada y la definición utilizada1, siendo más elevada en la cirugía oncológica, las pacientes obesas, añosas y con enfermedades de base. Por ello, a pesar de ser la cirugía de mama una cirugía limpia, la Cochrane recomienda la profilaxis antiobiótica.
Las infecciones en la cirugía oncológica de mama pueden ocasionar reingreso, reintervenciones, retraso en los tratamientos adyuvantes y aumento del gasto sanitario y, en las mujeres con una mastectomía y reconstrucción con implante, conlleva un deterioro cosmético y, en la mayoría de los casos, a la pérdida del implante2. El germen más frecuentemente asociado a estas infecciones es el Staphylococcus aureus, sin embargo, en los últimos años se han incrementado las infecciones causadas por micobacterias, particularmente en asociación con la liposucción y el aumento mamario3.
Este artículo describe el caso de una mujer de 48 años con antecedente de carcinoma infiltrante triple negativo en la mama izquierda hace 4 años, que fue intervenida mediante una tumorectomía y biopsia de ganglio centinela; y que precisó quimioterapia y radioterapia adyuvante. Durante el seguimiento se determinó una mutación patogénica en el gen BCRA2, por lo que se decidió realizar una mastectomía bilateral preservadora de la piel y el pezón con reconstrucción inmediata prepectoral mediante un implante de poliuretano4. La intervención se realizó sin incidencias colocando un drenaje aspirativo en cada lecho mamario. Al octavo día postoperatorio presentó febrícula y eritema cutáneo en la mama izquierda, se inició la antiobioterapia oral con amoxicilina/ácido clavulánico. Tras la mejoría clínica se retiró el drenaje y se suspendió la antiobioterapia. Al mes de la intervención desarrolló un seroma que precisó punciones evacuadoras semanales y finalmente la colocación de un pigtail. El seroma persistió 4 meses, asociando la última semana febrícula y síndrome general, por lo que se realizó un cultivo del drenaje en el que se identifica Micobacterium chelonae, por lo que la paciente precisó antiobioterapia endovenosa (claritromicina + tobramicina + linezolid) durante 6 semanas y exéresis del implante mamario.
Las micobacterias de crecimiento rápido como el Micobacterium fortuitum, Micobacterium chelonae y Micobacterium abscessus son gérmenes oportunistas que causan enfermedad en los pacientes inmunodeprimidos o al lesionar la barrera cutánea e introducirse a través del material protésico o el equipo quirúrgico (incluidos drenajes) contaminado2.
En casos de sospecha de infección del implante mamario las guías clínicas recomiendan iniciar el tratamiento antiobiótico empírico. Si la evolución no es satisfactoria, se deben tomar muestras para cultivo, guiar la antiobioterapia en función del mismo y valorar retirar el implante. La presentación clínica suele ser insidiosa, con escasos datos de infección, o como en el caso de nuestra paciente, con secreción serosa inolora e incolora por tiempo prolongado2. Para el diagnóstico y tratamiento es preciso el cultivo de la secreción, que permite identificar el microorganismo causante y la antiobioterapia idónea. Existe escasa bibliografía, pero la mayoría de autores coinciden en iniciar el tratamiento con 2 o 3 antimicrobianos durante un período de 3 a 6 meses, así como retirar el implante y realizar una capsulotomía y desbridamiento del tejido de granulación2,5. La reinserción de un nuevo implante debe demorarse mínimo 6 meses, después de confirmar que el proceso infeccioso ha sido solventado.
En conclusión, la infección de implantes mamarios por micobacterias es poco habitual. Sin embargo, en las mujeres con implantes mamarios que presentan clínica insidiosa de infección o evolución tórpida tras la antiobioterapia empírica se debe sospechar este cuadro. El cultivo de secreción permitirá el diagnóstico y la retirada de implante y antiobioterapia prolongada serán el tratamiento adecuado.
FinanciaciónEste trabajo no ha recibido ningún tipo de financiación.
Responsabilidades éticasLos autores declaran que han seguido los protocolos y las guías de actuación según los criterios éticos de su institución y han obtenido los permisos correspondientes y el consentimiento de la paciente para la publicación de este artículo.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.