Objetivo: Estudiar el papel de la PET-CT con ¹⁸F-FDG en la detección de metástasis musculares en pacientes oncológicos.

Material y métodos: Incluimos 26 pacientes con tumor primario maligno conocido (17 pulmonares, 2 melanomas, 2 ginecológicos, 1 mesotelioma, 1 esófago, 1 vejiga, 1 tiroides y 1 renal) en los que se encontraron una o más captaciones musculares en el PET-CT realizado (octubre 2014-octubre 2016) por diferentes motivos: estatificación (13), sospecha de recidiva (5), re-estatificación (4), valoración de respuesta al tratamiento (2), y seguimiento (2). Las metástasis musculares se confirmaron con histología (14 casos) y otras técnicas de imagen (4). La adquisición del PET-CT se efectuó a los 60 minutos de la administración endovenosa de 5 MBq/kg de ¹⁸F-FDG, con una preparación de ayunas de 4-6 horas y glucemia < 150 mg/dl.

Resultado: La localización de las captaciones fue: esternocleidomastoideo (1), cintura escapular (3), pared torácica (3), abdomen (3), pelvis (8), paravertebrales (5), extremidades (8). Cinco pacientes presentaron más de un foco. El SUVmáx medio fue 10,1 (DE: ± 8,2). En ocho casos, no se realizó confirmación ni histológica ni por otras pruebas de imagen. En el resto de los casos: En 3 se conocían las metástasis musculares antes del PET-CT. En 15 se observaron captaciones musculares no conocidas, confirmadas posteriormente como metastásicas. Analizando retrospectivamente las imágenes radiológicas, las lesiones ya se apreciaban en estudios previos en 8 casos, que no fueron catalogadas como malignas. En 7 casos, la localización de las lesiones musculares no se había incluido en los estudios. En 3 pacientes la PET-CT identificó metástasis musculares únicas, lo que supuso un cambio en el manejo terapéutico.

Conclusiones: La PET-CT con ¹⁸F-FDG es una buena herramienta para el estudio de metástasis musculares, con mayor capacidad de detección que otras técnicas de imagen y aportando, en ocasiones, un cambio en el manejo terapéutico.