P-090 - EFECTIVIDAD DE LA MONITORIZACIÓN FLASH DE GLUCOSA EN PACIENTES CON DIABETES MELLITUS TIPO 1 E HIPOGLUCEMIAS DE REPETICIÓN. RESULTADOS TRAS SU IMPLANTACIÓN BAJO FINANCIACIÓN PÚBLICA
aHospital Clínica de Barcelona, Barcelona. bIDIBAPS (Institut d’Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer), Barcelona. cCIBERDEM (Centro de Investigación en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas), Madrid.
Introducción: La monitorización flash de glucosa (MFG) ha demostrado mejorar el control glucémico en general de las personas con diabetes mellitus tipo 1 (DM1). Sin embargo, no hay estudios que valoren su impacto en el subgrupo de pacientes con hipoglucemias de repetición y las modificaciones del tratamiento realizadas para alcanzar objetivos de control.
Objetivos: Analizar el control glucémico de los pacientes con DM1 e hipoglucemias recurrentes, graves o inadvertidas tras un año con MFG y describir los cambios realizados en el tratamiento.
Material y métodos: Estudio ambispectivo de 100 pacientes en tratamiento con múltiples dosis de insulina (MDI) que iniciaron MFG financiado entre octubre de 2019 y enero 2020 en una Unidad de Diabetes y con al menos 1 año de seguimiento. Se analizaron datos glucométricos, test de Clarke (TdC), cuestionarios de calidad de vida (DQoL) y tratamiento establecido en el momento inicial (T0), a los 6 (T1) y a los 12 meses (T2).
Resultados: Los participantes, 50% mujeres, presentaban una edad media y de evolución de la DM1 de 40,2 ± 16,2 años, y 26,7 ± 13,5, respectivamente. Tras un año de MFG aumentó la proporción de pacientes que alcanzó el objetivo de tiempo por debajo de rango entre 70-54 mg/dl (TBR) e inferior a 54 mg/dl (TBR2), 46% vs. 63%, p = 0,022 y 63% vs. 87%, p < 0,001; respectivamente. El tiempo en rango (TIR) aumentó de 57,4 ± 15,8% a 59,7 ± 13,6% sin alcanzar significación estadística. El coeficiente de variación (CV) disminuyó de 40,67 ± 8,7 a 37,9 ± 6,5 (p = 0,007) y la A1c no se modificó de 7,4 ± 0,9% a 7,3 ± 1,0% (ns). La percepción de hipoglucemias evaluadas con TdC mejoró en T2 (p = 0,001) al igual que la puntuación en el cuestionario DQoL (p = 0,01). Se realizaron los siguientes cambios durante el seguimiento: medidas conductuales en el 6%, el 83% precisó modificación en la dosis total de insulina con una disminución media del 5,9% de la insulina basal y de 4,5% de insulina rápida (ns); el 6% cambió de insulina basal y al 5% se le propuso un sistema de infusión continua de insulina (ISCI). El cambio de insulina se realizó en pacientes con hipoglucemias graves durante el seguimiento (p = 0,034) y el paso a ISCI en los pacientes que presentaron mayor porcentaje de TBR2 (p = 0,007) o con mayor CV en T2 (p = 0,021 y p = 0,027 frente a MDI o cambios conductuales, respectivamente). No se encontró ningún factor predictivo en T0 para el tipo de intervención.
Conclusiones: En pacientes con DT1 en tratamiento con MDI e hipoglucemias de repetición la introducción de la MFG disminuye la exposición a la hipoglucemia, mejora la percepción de la hipoglucemia y la calidad de vida. Además, puede guiar modificaciones y la escalada en el algoritmo y tipo de tratamiento.