Introducción: Se han descrito tasas de adherencia subóptimas para los tratamientos de diversas patologías.

Objetivos: Determinar la adherencia al tratamiento con inhibidores de bomba de protones (IBP) y anti-H2, así como explorar algunos factores asociados a la misma.

Métodos: Estudio de cohortes retrospectivo utilizando datos procedentes de BIGAN, el proyecto de big data del sistema aragonés de salud. Se incluyeron 123.745 pacientes a los que se les prescribió por primera vez durante 2010-2020 un IBP o anti-H2 y se realizó seguimiento de las dispensaciones de estos fármacos hasta 1 año después de la prescripción índice. Se definió como incumplimiento terapéutico no recibir ninguna dispensación durante el año posterior a la prescripción índice. Se estudió también la adherencia terapéutica para el resto de medicación concomitante prescrita.

Resultados: Los pacientes a los que se prescribió anti-H2 presentaron porcentajes superiores de incumplimiento terapéutico (17,4%) en comparación con IBP (13,3%), con resultados heterogéneos entre los pacientes a los que se les prescribieron los diferentes tipos de IBP (desde pantoprazol 8,3% hasta omeprazol 13,8%). El porcentaje de incumplimiento terapéutico disminuyó para cada fármaco cuando se analizaron los pacientes con un episodio de tratamiento de mayor duración o los que tuvieron más de un episodio de tratamiento en el primer año (tabla). El incumplimiento terapéutico en estos pacientes fue también variable en otros grupos farmacológicos relevantes, desde el 6,3% para antidiabéticos orales hasta 16% para AINE, 18,4% para anticoagulantes, 25% para AAS a dosis antiagregantes o 36,7% para clopidogrel.

Conclusiones: Entre 1-2 pacientes de cada 10 que reciben prescripción por primera vez de un antisecretor no retiran nunca la misma de la farmacia. Estas cifras alcanzan a 1 de cada 3-4 pacientes a los que se les prescribe un antiagregante. Estos datos objetivos deben tenerse en cuenta a la hora de evaluar el fracaso terapéutico.