Objetivos: El objetivo es conocer la prevalencia del dolor irruptivo en pacientes oncológicos atendidos por médicos de familia y la percepción de bienestar éstos.

Metodología: Se realizó un análisis estadístico descriptivo de las variables recogidas. Las variables cualitativas se analizaron mediante frecuencias absolutas y porcentajes. Las variables cuantitativas se analizaron mediante la media, desviación estándar, mediana y rango intercuartílico.

Resultados: Se analizaron 1.586 pacientes, el 26,04% estaba diagnosticado de cáncer primario gastrointestinal, y 20,24% de cáncer urogenital. El 39,28% tenía una evolución < 1 año, y el 48,87% metástasis. El 51,20% tenía dolor de forma habitual (> 12 h/día), el 81,97% presentaba de crisis de dolor, el 16,58% indicó que nunca podía predecir cuándo iba a padecer una crisis el 29,95% que casi nunca podía predecirlo. El 71,69% tuvo que usar medicación para crisis el último día. La vía de administración, el 53,28% fue por vía oral, el 28,75% vía sublingual. El 19,86% los utiliza una y el 17,47% indicó dos o más veces al día. El 44,14% usan algo a calmar el dolor irruptivo, el 17,56% tomó Abstral, el 8,17% fentanilo, el 4,63% morfina. En 40,54% la repercusión que tenía el dolor en su vida era alta, el 43,82% era media.

Conclusiones: En pacientes con dolor oncológico, la prevalencia de crisis de dolor, es muy alta, no pudiendo predecirse, cuando van a producirse, y usando, la mayoría, medicación para estas crisis y siendo la vía oral y sublingual las más usadas. Estas crisis, tienen una repercusión importante en estos pacientes.