Objetivos: Analizar si la calidad de sueño tiene influencia sobre otras manifestaciones clínicas en pacientes diagnosticados de fibromialgia (FM).

Metodología: Se incluyeron 1.000 pacientes diagnosticados mediante criterios ACR 1990. Se analizó la calidad de sueño con el Pittsburgh Sleep Quality Index (PSQI), cuestionarios sobre 79 síntomas, dolor, fatiga, ansiedad, depresión, impacto de la enfermedad, estado de salud, estrés, calidad de vida, catastrofismo, perfil psicológico y discapacidad. Tras la aplicación del PSQI los pacientes se clasificaron en tres grupos. Grupo I: Buena calidad de sueño (PSQI ≤ 5). Grupo II: Leve-moderada alteración del sueño (PSQI = 6-11), y Grupo III: Severa alteración del sueño (PSQI ≥ 12).

Resultados: 907 pacientes (849 mujeres y 58 hombres) concluyeron el estudio. 20 incluidos en el Grupo I, 245 en el Grupo II y 642 en el Grupo III. Solo el 2.2% eran considerados buenos dormidores. Los pacientes del Grupo III presentaban, de forma significativa, mayor número de síntomas, dolor, fatiga, ansiedad, depresión, impacto de la enfermedad, catastrofismo, estrés, discapacidad, somatización, conducta obsesivo-compulsiva, hostilidad, psicoticismo, peor estado de salud y peor calidad de vida en los componentes físico y mental que los pacientes del Grupo I y Grupo II.

Conclusiones: La calidad de sueño, evaluada con el PSQI permite diferenciar 3 grupos de pacientes que presentan también diferencias en la severidad del dolor, fatiga, ansiedad, depresión, impacto de la enfermedad, calidad de vida, catastrofismo, discapacidad, nivel de estrés y estado emocional. La calidad de sueño resulta un excelente marcador de severidad clínica en estos pacientes.