OR-241 - EVALUACIÓN DE LA PROTOCOLIZACIÓN DEL TRATAMIENTO DE LA FISURA ANAL CON TOXINA BOTULÍNICA EN NUESTRO SERVICIO
Hospital General Universitario, Alicante.
Introducción: La fisura anal es la causa más frecuente de proctalgia en adultos jóvenes. Su elevada prevalencia causa numerosas consultas en urgencias, atención primaria y coloproctología. El escalón inicial de tratamiento, con medidas higiénico-dietéticas y pomadas que relajan el esfínter anal interno, permiten la curación de alrededor del 65%. Clásicamente, en caso de recidiva o no curación, el siguiente escalón era la esfinterotomía lateral interna (ELI), en pacientes sin factores de riesgo de incontinencia. Desde hace unos años, la infiltración del esfínter anal interno con toxina botulínica (Botox®) se ha propuesto como escalón intermedio, previo a la ELI, fundamentalmente si existe riesgo de incontinencia.
Objetivos: Presentamos los resultados obtenidos en nuestro centro tras la protocolización de tratamiento con (Botox®).
Métodos: Análisis retrospectivo de los pacientes diagnosticados de fisura anal en los que se ha realizado tratamiento quirúrgico (ELI) o infiltración con Botox® de 2010 a 2021. Dividimos el estudio en 3 periodos: 2010-2013, en el que no se realizaban infiltraciones de toxina botulínica, 2014-2017, en el que progresivamente se fue implantando la infiltración de toxina botulínica y un último periodo, 2018-2021, en el que hemos protocolizado el tratamiento con Botox® como segundo escalón terapéutico, tras los buenos resultados observados en el segundo periodo.
Resultados: De 2010 a 2021 se han realizado 134 ELI, en pacientes con una edad mediana de 48 años, 60 mujeres y 74 varones. Cabe destacar la progresiva disminución de esta técnica, desde 20-22 anuales en el primer periodo, hasta 4-7 en el último. En el periodo de 2018-2021 se han tratado 68 pacientes con Botox®, realizándose un total de 83 procedimientos, con una media de edad de 53 años; 43 mujeres y 25 varones. La tasa de éxito tras una infiltración fue del 58,82% (40 pacientes). En 15 pacientes (22%) se indicó una segunda infiltración en 8 se realizó directamente una ELI. Respecto a las complicaciones, 4 pacientes sufrieron una incontinencia reversible y un paciente una trombosis hemorroidal.
Conclusiones: El tratamiento con toxina botulínica en nuestro centro ha sido implantado e implementado progresivamente a lo largo de la última década. Se ha objetivado un descenso muy significativo del número de esfinterotomías laterales internas realizadas, y una tasa de curación con Botox® del 64%. Puesto que la esfinterotomía química con Botox® es un tratamiento reversible, asociado a bajo riesgo de incontinencia, es posible ampliar la indicación a pacientes en los que un tratamiento quirúrgico estaría contraindicado de entrada. Además, la reversibilidad de los efectos permite un retratamiento de forma segura en los pacientes que lo necesiten.