Introducción: Los quistes del colédoco (QC) son considerados una entidad rara en la población general de malformación congénita de la vía biliar. Frecuentemente se diagnostican infancia, pero gracias al avance en las pruebas de imagen ha aumentado significativamente su diagnóstico en la edad adulta. La importancia clínica de estas lesiones es su consideración como entidades premalignas para el desarrollo de neoplasias, principalmente colangiocarcinoma, siendo hasta 30 veces más frecuente que en la población general. Es por esto que se recomienda la resección en el momento del diagnóstico incluso en pacientes asintomáticos. Sin embargo, se debe tener en cuenta que el tratamiento quirúrgico no está exento de complicaciones, asumiendo una morbilidad nada desdeñable. Por otro lado, aunque las recomendaciones sobre cirugía de los QC se extienden a pacientes asintomáticos, casi la totalidad de los estudios publicados han sido realizados sobre población sintomática. Además, la resección de las malformaciones de la vía biliar no elimina por completo el riesgo de malignización poniendo de manifiesto que se desconoce realmente la historia natural de los QC. Es por ello que en los últimos años se está planteando un cambio de paradigma en la indicación quirúrgica, si bien son escasos las series de casos publicadas hasta el momento que pudieran plantear estudios prospectivos posteriores.

Métodos: Estudio observacional unicéntrico sobre una cohorte retrospectiva durante un período de tiempo de 13 años en un hospital de tercer nivel.

Objetivos: Analizar las características epidemiológicas, clínicas y de morbimortalidad en una serie de casos de un hospital de tercer nivel con el objetivo de plantear nuevas estrategias terapéuticas individualizadas según factores de riesgo.

Resultados: Desde junio de 2011 hasta enero de 2024 se han intervenido 9 pacientes con diagnóstico de QC. El 88,9% fueron mujeres. La edad media fue de 47,1 años. Según la clasificación de Todani el tipo I fue el tipo de QC más frecuente, siendo el que presentaban 8 de los 9 pacientes. El 50% de los pacientes no presentaba sintomatología previa ni alteración del perfil hepático. En todos los casos se realizó como intervención resección del QC con hepaticoyeyunostomía, asociando en el 88,9% colecistectomía. La vía de abordaje fue abierta en 8 pacientes y robótica en el último incluido en la serie. La mediana de estancia posoperatoria fue de 8 (6,5-17) días. La mediana de tiempo de seguimiento fue de 82 (30-146) meses. Ninguno de los pacientes presentó tumor en la anatomía patológica de la pieza quirúrgica ni tumores biliares en el seguimiento.

Conclusiones: Es necesario conocer más en profundidad la historia natural de los QC así como su carácter oncogénico. Hasta el momento, una de las estrategias más empleada ha sido la intervención quirúrgica una vez realizado el diagnóstico ante el riesgo de neoplasia. Esta serie de casos pretende establecer bases para conocer la patología y su manejo actual en nuestra población en aras de diseñar estudios con mayor validez estadística. Son precisos estudios prospectivos de mayor tamaño muestral en nuestro medio para llegar a estandarizar y personalizar el manejo.