P-020 - ENFERMEDAD CEREBRO-VASCULAR Y GLUCOTOXICIDAD, ¿CÓMO SE RELACIONAN?
ABS Pla d´Urgell. CAP de Mollerussa, Mollerussa.
Objetivos: 1. Establecer la prevalencia de personas con enfermedad cerebro-vascular (ECV), en la población que acude a las consultas de Atención Primaria. 2. Calcular la prevalencia de personas con diabetes mellitus 2 (DM2), en dicha población. 3. Establecer la prevalencia de DM2 entre las personas afectadas de ECV, en dicha población.
Material y métodos: Estudio descriptivo transversal. La población de referencia incluye un total de 7.768 personas atendidas en Atención Primaria, procedentes de una región sanitaria semi-urbana de la provincia de Lleida, adscritas al sistema público de salud. Se seleccionaron las personas diagnosticadas de enfermedad cerebro-vascular (ECV), así como aquellas con DM2. Posteriormente se determinó la prevalencia de DM2 entre las personas afectadas por ECV.
Resultados: La prevalencia de personas con enfermedad cerebro-vascular fue de: 1,2%, IC95% [1,05-1,55]. La prevalencia de personas diagnosticadas de DM2 fue del: 10,8%, IC95% [10,14-11,52]. La prevalencia de DM2 entre las personas con Enfermedad Cerebro-Vascular fue del 35,3%, IC95% [26,64-45,16]. Entre los hombres con ECV, el 38,60%, IC95% [27,06-51,57] eran, además, diabéticos. Entre las mujeres con ECV, el 30,95%, IC95% [19,07-46,03] eran, además, diabéticas. El análisis estadístico aplicado para comparar las diferencias entre ambos grupos (chi-cuadrado) resultó estadísticamente significativo con un valor de p < 0,01.
Conclusiones: En España, la ECV es la primera causa de mortalidad en mujeres, y se sitúa entre las tres primeras causas de mortalidad en hombres. Este estudio pone de manifiesto que la prevalencia, tanto de la DM2 (10,8%), como de la ECV (1,2%) son ambas muy relevantes en nuestro ámbito. Sorprende observar que la prevalencia de diabetes mellitus en el subgrupo de personas afectadas por enfermedad cerebrovascular se triplica (35,3%) con respecto a dicha prevalencia en la población general (10,8%). Son necesarios más estudios que ayuden a dilucidar los mecanismos que relacionan el hecho de tener niveles patológicamente elevados de glucemia sanguínea y el daño cerebral.