Introducción: Las endoscopias digestivas son exploraciones que día a día se van realizando en mayor número y cada vez resulta más imprescindible gestionar y garantizar la calidad de la atención del paciente.

Objetivos: Autoevaluar el nivel de satisfacción de los pacientes sometidos a una endoscopia digestiva en los últimos 10 años en nuestra área así como valorar si se han producido cambios tras la implementación progresiva de la sedación y con las nuevas preparaciones de colonoscopia.

Métodos: Estudio descriptivo comparativo de los resultados de un cuestionario de satisfacción (GHAA-9m validado por la Asociación Americana de Endoscopia Digestiva) que se entregó a los pacientes tras la realización de una gastroscopia o colonoscopia en tres periodos diferentes: 2002 sin uso de sedación, 2007 con la utilización de sedación consciente (fentanilo ± midazolam) y 2018 con el empleo de sedación profunda (propofol). Se estimó el grado de insatisfacción en cada una de las preguntas con el porcentaje de respuestas contestadas como malo o regular.

Resultados: El número de encuestas recogidas en cada periodo (entre 200 y 300) y las características de sexo y edad media de los pacientes que respondieron fueron similares. El porcentaje de insatisfechos en los diferentes años (2002, 2007 y 2018) y en las principales preguntas fueron respectivamente: demora en la cita: 4,7%; 9,5%; 4,3%; demora día de la prueba: 8,8%; 9,9%; 6,8%; cortesía endoscopista: 2,1%; 1%; 1,4%; cortesía enfermería: 1%; 0; 0,3%; explicaciones solicitante: 7,3%; 3,4%; 3,3%; explicaciones endoscopista: 6,2%; 2,4%; 9,5%; molestias gastroscopia: 50,7%; 26,1%; 17,6%; molestias colonoscopia: 40%; 22,8%; 17,3%; preparación del colon: 50%; 25%; 14,1% y puntuación global: 7,9%; 3%; 2,5%.

Conclusiones: Con la implementación progresiva de la sedación en las endoscopias digestivas se va consiguiendo una mejoría de la tolerabilidad de las mismas, hasta un porcentaje de pacientes que las consideran molestas en torno al 17%. En el caso de las gastroscopias las molestias pueden deberse a que utilizamos con más frecuencia la sedación consciente. En las colonoscopias en cambio, se utiliza más a menudo la sedación profunda pero los los inconvenientes de la preparación previa del colon son inevitables aunque cada vez en menor medida por la mejor tolerancia a las nuevas preparaciones. Es llamativo el deterioro en cuanto a la satisfacción en relación a las explicaciones del endoscopista sobre los resultados de la prueba. Esto creemos que puede atribuirse a la amnesia que se produce con la sedación si tendemos a informar muy rápidamente tras la exploración. Los pacientes se mantienen muy satisfechos en cuanto a la cortesía del personal médico y de enfermería. Persiste además un adecuado nivel de insatisfacción en relación a demoras y el porcentaje de insatisfechos a nivel global, que ya era muy bajo, sigue descendiendo.