Objetivos docentes: Descripción de las diferentes alteraciones del patrón nefrográfico y su correlación fisiopatológica.

Revisión del tema: El nefrograma consiste en el realce del material de contraste dentro del parénquima renal y consta de distintas fases: estudio basal, fase córtico-medular o vascular, fase nefrográfica y fase excretora o pielográfica. Los patrones nefrográficos clásicamente se dividen en: ausente, persistente, retardado, estriado, en anillo o en anillo invertido, pudiendo ser a su vez unilaterales o bilaterales. La ausencia global de nefrograma es casi siempre unilateral y se observa con más frecuencia en casos de isquemia renal por lesión del pedículo vascular en traumatismos abdominales. La ausencia segmentaria se relaciona con el infarto renal focal o lesiones ocupantes de espacio (quistes, abscesos). El nefrograma persistente puede ser unilateral (estenosis de la arteria renal, trombosis venosa u obstrucción del tracto urinario) o bilateral (debido a hipotensión o anomalías en la función tubular). Los nefrogramas estriados pueden ser unilaterales o bilaterales y son muy típicos de nefritis infecciosas, pero también se observan en la contusión, obstrucción ureteral, trombosis venosa renal e hipotensión. El nefrograma en anillo suele asociarse con infarto renal y ocasionalmente con trombosis de la vena renal y necrosis tubular aguda. El nefrograma en anillo invertido clásicamente se asocia a la necrosis cortical aguda.

Conclusiones: El análisis exhaustivo del nefrograma es crucial en la evaluación de la patología del tracto urinario. Reconocer las anormalidades nefrográficas dentro del marco clínico adecuado permite al radiólogo sugerir el diagnóstico correcto, incluso antes de que los hallazgos clínicos característicos sean evidentes.