Objetivos docentes: La artrosis trapecio-metacarpiana (TMC) es una enfermedad común y frecuentemente incapacitante. Su tratamiento inicial es conservador, pero cuando éste falla se puede plantear tratamiento quirúrgico. Nuestro objetivo es analizar la información que las diferentes técnicas de imagen pueden aportar para estadificar correctamente la enfermedad y ayudar al traumatólogo a elegir la opción terapéutica más idónea en cada caso.

Revisión del tema: Tras un breve repaso sobre la anatomía de la articulación TMC y las estructuras ligamentarias que le confieren estabilidad, revisaremos la fisiopatología de la rizartrosis incidiendo en el papel relevante de los ligamentos dorsales en el desarrollo de la misma. Analizaremos lo que las diferentes técnicas de imagen pueden aportar para el diagnóstico y gradación de esta entidad comenzando por la radiografía simple (Rx), ya que es la primera técnica que habitualmente se emplea. Remarcaremos la superioridad de la tomografía computarizada (TC) respecto a la RX para estadificar de forma más correcta la enfermedad y el valor de la resonancia magnética (RM) para detectar afectación del cartílago articular y lesión de los ligamentos. La ecografía (US) permite detectar derrame articular, sinovitis y afectación ligamentaria. Por último revisaremos las principales técnicas quirúrgicas.

Conclusiones: El conocimiento de la anatomía de la articulación TMC juega un papel importante en el diagnóstico de la rizartrosis. Las diferentes técnicas de imagen aportan información de gran valor, tanto para la adecuada gradación de la enfermedad como para el posible enfoque terapéutico del paciente.