Objetivos: La fisura anal es una entidad frecuente y muy dolorosa que se asocia con una hipertonía del esfínter. La reducción de esta hipertonía mejora el aporte de sangre local, con curación de la fisura. La esfinterotomía quirúrgica tiene un gran éxito en la curación de estas fisuras, pero requiere una intervención y está asociada a un 20-45% de morbilidad. El objetivo del estudio es conocer el grado de satisfacción de los pacientes con fisura anal tratados con nitoglicerina, Levorag y nifedipino para reducir el tono del esfínter de forma ambulatoria.

Métodos: Se han incluido en el estudio 44 pacientes con fisura anal tratados de forma conservadora en un período de tiempo de dos años. El perfil clínico no ha sido criterio de elección para elegir uno u otro tipo de tratamiento. Los factores valorados incluían datos sobre la función física, el rol físico, el dolor corporal, la vitalidad, la salud en general, la función social, el rol emocional y la salud mental.

Resultados: La localización de las fisuras fueron 18,2% en línea media anterior y el 81,8% en línea media posterior. El dolor estuvo presente en el 90,9% de los pacientes, el 18,2% de los pacientes cursaron con estreñimiento; rectorragia se presentó en el 45,5% y el 23,7% de los pacientes presentó prurito. El 90,9% de las fisuras anales fueron primarias, y el 54,5% fueron agudas con un porcentaje muy similar a las crónicas del 45,5%. Los tratamientos que se realizaron fueron 14 pacientes con nitroglicerina, 28 pacientes con Levorag y dos con nifedipino. El impacto del tratamiento conservador sobre la función física y sobre la función defecatoria fue del 63,6% y del 86,4 respectivamente con significación estadística. En diecinueve pacientes (19/24) es decir en un 43,2% disminuyó el absentismo laboral por la enfermedad y en 94,4% hubo una disminución significativa del dolor. De los 18 pacientes que presentaban signos de agotamiento, 17 de ellos presentó mejoría de la sintomatología. El 62,5% mejoraron de forma significativa la vitalidad, así como su actividad social. De los 28 pacientes que dejaron de hacer sus actividades cotidianas, mejoraron de forma significativa el 100%, al igual que la salud mental con un 86,7% de mejoría. El Levorag demostró mejorar más la función física, rol físico, vitalidad y en la función social.

Conclusiones: Existe una mejoría considerable y estadísticamente significativa entre el antes y el después del tratamiento conservador en todas las dimensiones de carácter físico, excepto en los ítems sometidos a más subjetividad. Hay indicios fuertes en la satisfacción percibida por parte de los pacientes de mejores resultados con el tratamiento con Levorag.