En el siglo XXI, la educación basada en competencias se ha convertido en una innovación esencial en los currículos de medicina y educación superior, asegurando que los estudiantes desarrollen las habilidades necesarias para un desempeño profesional efectivo. La pandemia de COVID-19 ha resaltado la necesidad de actualizar los programas médicos para adaptarse a las demandas actuales y futuras, haciendo crucial la incorporación de la telemedicina en los currículos de salud.
El artículo Nuevas generaciones, nuevos retos: innovando la educación en medicina de urgencias a través de la tecnología1 destaca que la simulación clínica virtual combina métodos tradicionales con tecnología avanzada, personalizando el aprendizaje según las necesidades individuales de los estudiantes. Esta aproximación fomenta un aprendizaje interactivo y permite a los estudiantes adquirir conocimientos a su propio ritmo mediante múltiples canales informativos. Así, es fundamental estar al día con las TIC y la telemedicina2.
En consecuencia, es esencial que tanto docentes como estudiantes adquieran conocimientos en informática y telecomunicaciones para apoyar el cuidado clínico a distancia, transformando la práctica médica convencional. La telemedicina debe integrarse en la formación universitaria, promoviendo un aprendizaje continuo3,4.
El currículo médico debe incluir cursos que desarrollen habilidades tecnológicas como: Gestión y Resolución de Problemas, para enfrentar desafíos técnicos; y Estrategias y Ética Digital, para el manejo adecuado de la información. También es esencial enseñar sobre redes inalámbricas y sistemas de Internet para acceder a datos de pacientes desde dispositivos móviles, facilitando la vigilancia intensiva y el cuidado domiciliario.
En resumen, es necesario reevaluar y mejorar el currículo médico con alternativas efectivas. La integración de la telemedicina y las TIC debe mantener la humanización de la atención, garantizando la confiabilidad y confidencialidad de la información. Las universidades deben trabajar para reducir la inequidad en salud y promover la valorización y el cuidado de la vida humana.
FinanciaciónNo existen fuentes de financiación públicas ni privadas.
Conflicto de interesesEl autor declara que no tiene ningún conflicto de intereses.