la prevalencia de determinadas enfermedades entre los estudiantes de Medicina (EM) parece aumentar respecto a la población en general. Sin embargo, se trata de investigaciones puntuales sin un enfoque global para un análisis de posibles causas en profundidad. Realizamos un análisis de la literatura existente que aborda las enfermedades prevalentes en los EM y su relación con posibles factores intrínsecos.
Métodose ha realizado una revisión narrativa de la literatura disponible en Medline sobre el EM, incluyendo revisiones sistemáticas, metaanálisis y estudios primarios, tanto en inglés como en español de trabajos publicados entre marzo de 2016 y marzo de 2022. Las palabras clave utilizadas han sido: «ill», «sick», «morbidity», «suffering» y «students, medical», «medical student», «medical student health».
Resultadosde los 567 identificados, se seleccionaron 152 (115 de psicopatología y 37 de enfermedad física). De ellos, 38 artículos cumplieron con los criterios de inclusión. Se aprecia una elevada prevalencia de síntomas depresivos (27%) y ansiosos (28-33,8%) en los EM, mayor que en la población en general de referencia. El consumo de alcohol y tabaco presenta una alta prevalencia y predominan las enfermedades físicas relacionadas con la exposición a niveles altos de estrés, como los problemas digestivos, cardiovasculares, osteomusculares y de sequedad ocular.
Conclusiónla psicopatología se encuentra ampliamente estudiada, mostrando diferencias respecto a la población en general. Las enfermedades del ámbito físico más prevalentes son propias de grupos de poblaciones con altos niveles de estrés y sedentarismo. Es necesario realizar estudios contrastados con los estudiantes del ámbito universitario con niveles similares de carga lectiva y estrés.
The prevalence of certain medical conditions appears to be increasing in medical students (MS) in relation to the general population according to studies conducted without a global focus. In-depth analysis of the existing literature is required in order to ascertain the predisposing factors in medical students for those highly prevalent medical conditions.
MethodA narrative review of the literature available on Medline on MS, including systematic reviews, meta-analyses and primary studies, both in English and Spanish of papers published between March 2016 and March 2022, was conducted. The keywords used were: "ill", "Sick", "morbidity", "suffering" and "Students, medical", "medical student", "medical student health".
ResultsOf the 567 articles identified, 152 were selected (115 psychopathology and 37 physical pathology). Of these, 38 articles met the inclusion criteria. A high prevalence of depressive symptoms (27%) and anxiety (28-33.8%) was found in MS, higher than in the general reference population. Alcohol and tobacco consumption is highly prevalent and physical pathologies related to high levels of stress exposure predominate, such as digestive, cardiovascular, musculoskeletal and dry eyes.
ConclusionPsychopathology has been extensively studied, showing differences with respect to the general population. The most prevalent physical pathologies are typical of population groups with high levels of stress and sedentary lifestyles. The need is raised for studies contrasting medical students with university students in general who have similar academic loads and stress levels.
Durante su formación, cada estudiante de Medicina (EM) afronta como observador la enfermedad, y las implicaciones que esta conlleva en las personas, esos «otros» ajenos al entorno sanitario1,2. El temario académico se basa principalmente en trasmitir al futuro facultativo suficientes conocimientos técnicos y científicos, eliminando en muchas ocasiones los sentimientos, las emociones e incluso los valores individuales.
Por otra parte, los EM deben superar pruebas selectivas con cualificaciones sobresalientes obtenidas gracias a un gran esfuerzo académico desde la infancia. Las últimas generaciones de estudiantes, sobre todo mujeres, presentan un perfil de responsabilidad alto, tendiendo a la autodisciplina y la obsesividad3. Estos rasgos parecen tener beneficios para la gestión del tiempo durante el periodo universitario, pero a su vez puede generar la presencia de cierta vulnerabilidad durante una época clave para el desarrollo profesional y personal.
Quizás esta sea una de las razones por las que el estudio de la enfermedad en los EM se ha centrado en las enfermedades psiquiátricas, focalizándose en las consecuencias de la carga lectiva o la exigencia de los exámenes y prácticas, y sobre el impacto que pueden tener en la sintomatología asociada a los trastornos de ansiedad, depresión o ideación autolítica de estos jóvenes, que parecen ser más prevalentes en EM que en la población en general de la misma edad4,5.
Mucho menor ha sido el esfuerzo investigador en otras cuestiones médicas de índole más física, y su relación con las características del currículo universitario, así como sus consecuencias en la futura práctica profesional o en la relación médico-paciente.
Es necesario un análisis en profundidad de la literatura sobre el proceso de enfermar de los EM durante el grado, para conocer su prevalencia, tipología, factores predisponentes y consecuencias en su periodo lectivo y en su trayectoria profesional. Esta información es necesaria para proponer herramientas de apoyo y evitar dificultades posteriores en el cuidado de los pacientes, la calidad de vida y la salud de los profesionales6.
Material y métodosDiseñoSe ha realizado una revisión narrativa7 de la literatura disponible sobre el EM y su experiencia como paciente. La búsqueda se ha realizado en MEDLINE, extrayendo los artículos publicados en inglés y español.
En la actualidad, no existe un término Mesh específico que recoja con precisión el concepto de médico enfermo, ni tampoco para los EM enfermos. Por ello ha sido necesario utilizar varios conceptos para acotar la búsqueda sin perder artículos que pudieran ser importantes para el objetivo de la investigación: para el concepto de enfermedad, se utilizaron: «ill» «sick» «morbidity» «suffering». Para concretar la búsqueda en los EM, fueron utilizados: «students, medical», «medical student» y «medical student health».
La búsqueda se limitó a estudios publicados en los últimos 6 años (desde marzo de 2016 hasta marzo de 2022). La tabla 1 resume los criterios de inclusión y exclusión de los artículos para esta revisión. La figura 1 recoge el procedimiento y etapas seguidas para la selección de publicaciones con las que proceder al análisis cualitativo.
Criterios de selección
Criterios de inclusión | Criterios de exclusión | ||
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En referencia al contenido | En relación a la accesibilidad | En referencia al contenido | En relación a la accesibilidad |
Artículos que estudiaran exclusivamente a estudiantes de Medicina en formación de pregrado | Texto completo de acceso libre al público | Artículos cuyo objetivo fuera la relación del estudiante de Medicina con los pacientes | Duplicados |
Artículos relacionados con enfermedades durante el periodo pregrado | Texto completo de acceso libre condicionado por la oferta de la biblioteca de la Universidad de Zaragoza | Artículos que incluyeran otras categorías relacionadas con ciencias de la salud | |
Dentro de la literatura sobre salud mental, se incluyeron revisiones sistemáticas y metaanálisis | Comentarios y respuestas a artículos originales. Cartas al editor. Artículos de opinión |
A) Cuatro estudios por ser estudios de seroprevalencia o riesgo de exposición (no son exclusivamente enfermedades), 2 excluidos por no ser un estudio únicamente de estudiantes de Medicina, y 2 por ser cartas al editor.
B) Un artículo excluido por no ser exclusivo de estudiantes de Medicina. Un artículo excluído por ser revisión de estrategias de prevención.
C) Dos de los artículos tienen un componente mixto entre enfermedad de psiquiatría (adicciones y uso de drogas) y enfermedad orgánica (enfermedad traumatológica y consumo de fármacos/psicoestimulantes). Se incluyen en el apartado de enfermedad orgánica inicial por haber sido escogidos dentro de esta categoría tras la revisión de texto).
La decisión de no inclusión de los estudios primarios en relación a la salud mental fue tomada tras el análisis de las revisiones sistemáticas y metaanálisis presentes, que incluyen gran parte de los estudios primarios del periodo de tiempo estudiado. Esto permite disminuir los sesgos entre los estudios, ya que se proporciona la información de un estudio secundario con conclusiones de mayor grado de evidencia8. En el caso de la enfermedad orgánica, escasamente estudiada de manera global hasta ahora, era imprescindible incluirlos dado que no se han encontrado estudios secundarios de ninguna de las enfermedades.
Procedimiento de la revisiónDe los 567 artículos originales, 152 artículos fueron incluidos en la revisión en profundidad tras aplicar los criterios de selección establecidos por el equipo de investigación (tabla 1).
Estos artículos fueron clasificados en 2 categorías primarias: cuestiones relacionadas con la psicopatología (115 artículos: 12 revisiones sistemáticas o metaanálisis y 103 estudios primarios) y enfermedades físicas (37 estudios primarios). Dado que la enfermedad a la que llamamos física u «orgánica» (en contraposición a aquella que se refiere exclusivamente al padecimiento psicológico) no ha sido tan intensamente descrita, se decidió evaluarla de manera específica. Los trastornos por uso de sustancias y las adicciones fueron analizadas en los artículos incluidos en ambas categorías primarias, por considerarlos situaciones fronterizas entre los factores de riesgo y las consecuencias fisiopatológicas del uso de los medicamentos.
Con la lectura en profundidad, se excluyeron 9 artículos inicialmente clasificados como enfermedad física, por estar relacionados con estudios de seroprevalencia y riesgo de exposición, o por incumplir finalmente los criterios de inclusión (correspondían a otras categorías profesionales o eran artículos de opinión). También se descartaron 2 revisiones sistemáticas y metaanálisis, por incluir a otras categorías sanitarias o estar enfocados hacia estrategias preventivas (anexo 1).
Esta revisión ha excluido a aquellos estudios relacionados con la seroprevalencia de enfermedades infecciosas, por tratarse de resultados analíticos en la población sin constituir la enfermedad en sí misma. Por otro lado, el riesgo de exposición a pinchazos por procedimientos invasivos, por ejemplo, se relaciona con los procesos de la práctica laboral propiamente dicha. En el contexto español, los EM no tienen una exposición a este tipo de riesgos ya que utilizan maniquís para su aprendizaje. Por ello se decidió excluirlos de la selección final de los artículos.
ResultadosSe han incluido 38 artículos para la revisión narrativa en profundidad. Respecto al tipo de estudio: 25 (65,78%) son estudios transversales, 7 (18,42%) revisiones sistemáticas, 2 (5,26%) metaanálisis, 3 (7,89%) revisiones de la literatura y un (2,63%) estudio retrospectivo. Con relación al lugar de estudio, 18 (47,37%) se desarrollan en Asia, 7 (18,42%) en América, 3 (7,89%) en Europa y 2 (5,26%) en África. Ocho estudios (21,05%) incluyen información a nivel global.
Los artículos relacionados con salud mental (tabla 2) son de tipo revisiones sistemáticas y metaanálisis abordando enfermedades como ansiedad, depresión o trastornos de conducta alimentaria; dentro de esta categoría también se incluyen el consumo de drogas y otras adicciones.
Análisis de las tasas de prevalencia en relación a las condiciones médicas estudiadas
Tema | Autor | Tipo de estudio | Enfermedad estudiada | Año de estudio | Prevalencia | Continente | ||
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Salud mental | Adicciones | Baabdullah (2020) | ET | Adicción a teléfonos móviles | 2016 | Síndrome del túnel del carpo 66,4% | Asia | |
Zhang (2018) | MT | Adicción a Internet | 2017 | 30,1% | Global | |||
Uso de drogas | Candido (2018) | RL | Consumo de drogas | 2017 | Alcohol (66,34-97,3%), tabaco (20-54%),marihuana (10-31%) | América | ||
Fond (2016) | ET | Consumo de psicoestimulantes | 2015 | 4,5% consumo de corticoides como psicoestimulantes | Europa | |||
Niu (2018) | RS | Consumo de tabaco | 2018 | 10,93% | Asia | |||
Salud mental | Ansiedad | Lasheras (2020) | RS | Ansiedad y COVID-19 | 2020 | 28% (CI 95% 22–34%) | Global | |
Quek (2019) | RS | Ansiedad | 2019 | 33,8% (CI 95% 29,2–38,7%) | Global | |||
Depresión | Tam (2019) | RS | Depresión | 2018 | 27% | Global | ||
Rotenstein (2016) | RS | Depresión e ideación suicida | 2016 | 27,2% (9,3%–55,9%)Ideación suicida 11,1% (7,4% - 24,2%) | Global | |||
TCA** | Jahrami (2019) | RS | TCA | 2017 | 10,4% (2,2–29,1%) | Global | ||
Global | Carrieri (2020) | RL | Salud mental y su impacto profesional | 2017 | a | Global | ||
Zeng (2019) | MT | Salud mental | 2018 | Depresión (29%), ansiedad (21%), ideación suicida (11%), y TCA (2%) | Asia | |||
Pacheco (2017) | RS | Salud mental | 2016 | Depresión (30,6%), burnout (13,1%), estrés (49,9%), ansiedad (32,9%) | América | |||
Enfermedades físicas | Factores de riesgo y prevención | Riesgo cardiovascular | Bede (2020) | ET | Nutrición | 2014 | Malnutrición (29,4%) | África |
Kanwal (2018) | ET | Automedicación | 2017 | 99% | Asia | |||
Rimárová (2018) | ET | Riesgo cardiovascular | 2014 | Obesidad (0,8%), hipertensión (1,1%), colesterol elevado (8,7%) | Europa | |||
AlWabel (2018) | ET | Hipertensión | 2017 | 14,6% | Asia | |||
Calidad de vida | Miguel (2021) | ET | 2012 | WHO QOL-BREF: environment (65,6), social relations (66,7), psychological (62,5) and physical health (67,9) | América | |||
Aziz (2020) | ET | 2018 | WHO QOL-BREF: environmental (63,1), social relations (67.7), physiological (67,1) and physical (70,4) | Asia | ||||
Enfermedad oftalmológica | Miopía | Bussa (2019) | ER | Miopía | 2018 | 40% (inicial), 48% (final) | Asia | |
Wang (2017) | ET | Miopía | 2013 | 70,5 (inicial), 69,21 (final) | Asia | |||
Discromatopsia | Dhingra (2017) | ET | Prevalencia de discromatopsia | 2013 | 3,4% | Asia | ||
Sequedad ocular | Kharel (2018) | ET | Síndrome de visual informático | N/A | 71,6% | Asia | ||
Tangmonkongvoragul (2022) | ET | Sequedad ocular | 2021 | 708% | Asia | |||
Enfermedad digestiva | Síndrome de intestino irritable | Seger (2020) | ET | Síndrome intestino irritable | 2018 | 14,7% | Asia | |
Wani (2019) | ET | Síndrome intestino irritable | 2016 | 29,28% | Asia | |||
Reflujo gastroesofágico | Arivan (2018) | ET | Enfermedad reflujo gastrointestinal | 2015 | 5,02% (síntomas 32,1%) | Asia | ||
Dispepsia | Talledo-Ulfe (2018) | ET | Dispepsia | 2015 | 46% | America | ||
Enfermedad musculoesquelética | Lumbalgia | Tavares (2019) | ET | Lumbalgia | 2016 | 81,7% | América | |
Vujcic (2018) | ET | Lumbalgia | 2014 | 72,8% | Europa | |||
Cervicalgia | Weleslassie (2020) | ET | Cervicalgia | 2018 | 49,2% | África | ||
Dolor musculoesquelético | Salameh (2021) | ET | Cervicalgia/lumbalgia | 2021 | Musculoesquelético (75,9%), cervicalgia (65%), lumbalgia (62,1%) | Asia | ||
Dolor temporomandibular | Wu (2020) | ET | Dolor temporomandibular | N/A | 31,7% | Asia | ||
Otras | Enfermedad ginecológica | Hashim (2020) | ET | Dismenorrea primaria | 2018 | 80,1% | Asia | |
Enfermedad dermatológica | Ribeiro (2019) | ET | Hiperhidrosis | 2018 | 20,56% | América | ||
Sachdeva (2021) | RL | Acné vulgar | 2018 | 57,2% (34,38-97,9%) | Global | |||
Enfermedad neurológica | Anaya (2022) | ET | Cefalea | 2019 | Cefalea: 81,8% (cefalea tensional 59,8% y migraña 21,9%) | Asia | ||
Bessa (2021) | ET | Cefalea + tinnitus | 2020 | Cefalea: 86,8% (26,1% acompañan de tinnitus) | América |
ER: estudio retrospectivo; ET: estudio transversal; MT: metaanálisis; N/A: dato no incluido en el artículo científico; RL: revisión de la literatura; RS: revisión sistemática; TCA: trastorno de conducta alimentaria.
Respecto a la depresión en los EM destaca la revisión sistemática de Tan9, que incluye las 2 revisiones previas10,11, mostrando una prevalencia del 27%. La ideación autolítica alcanzaba el 11%10, ratificada con posterioridad por Zeng12. En relación con el diagnóstico de trastornos de ansiedad, las revisiones de Lasheras13 y Quek14, encontraron una prevalencia entre el 28 y el 33,8%, similares a los encontrados por Zeng12 o Pacheco11 (de 2112 y 32,9%11, respectivamente). Los trastornos de conducta alimentaria en los EM son abordados por Jahrami15 con prevalencias de 10,4% de los EM.
Respecto al consumo de tóxicos, el alcohol se muestra como una droga de consumo habitual (66,3-97,3%)16, seguida por el tabaco (10,917 y 20,54%16). El consumo de marihuana destaca entre el 10 y el 31%16 de los EM brasileños. Existen otras adicciones estudiadas en los EM como el abuso de Internet (30,1%18) y de teléfonos móviles (66,4%19).
Los estudios relacionados con las enfermedades físicas abordan gran variedad de temáticas. La valoración de factores de riesgo cardiovascular, calidad de vida o nutricionales, también han sido incluidos en este epígrafe. Respecto a la calidad de vida, Miguel20 y Aziz21 muestran un empeoramiento durante el periodo universitario y constatan los factores protectores para una buena calidad de vida. Caben destacar también los estudios de AlWabel22, Rimarova23 y Bede24 en relación a la prevalencia de hipertensión y las dificultades de mantener hábitos de alimentación saludable relacionando con factores como el estrés y la carga docente. Otro de las conductas de gran frecuencia es la automedicación mostrada por Kandall25.
Las enfermedades oftalmológicas también han sido ampliamente investigadas, destacando la miopía26,27 con prevalencia entre un 40 y un 70% de los EM; el síndrome visual informático28 y la sequedad ocular29 con prevalencias en torno al 70%; y las discromatopsias30 y sus consecuencias tanto en el aprendizaje como en el futuro profesional. En el caso de las enfermedades de aparato digestivo destacan los estudios del síndrome de intestino irritable (SII)31,32, reflujo gastroesofágico33 y dispepsia34, con prevalencias de 14,7; 29 y 5%, respectivamente.
Respecto a las enfermedades musculoesqueléticas, los estudios sobre lumbalgia y cervicalgia35–38 muestran prevalencias superiores al 50% (tabla 2). A su vez, la enfermedad de la articulación temporomandibular, con un 31,7%, también se ha estudiado en los EM por Wu39 y cómo puede ser el reflejo del aumento de los niveles de ansiedad. Las enfermedades neurológicas, específicamente el estudio de cefaleas, muestra que 4 de cada 5 estudiantes han padecido a lo largo de su periodo universitario episodios de cefalea tensional y migraña40,41. La tabla 2 muestra también las prevalencias en EM de otras enfermedades en torno a ginecología y dermatología.
DiscusiónLa psicopatología ha sido bien descrita en la población de EM, destacando estudios sobre la depresión y ansiedad de manera global10,12, así como la presencia de la ideación autolítica que puede asociarse con frecuencia a estas enfermedades.
Respecto a la enfermedad depresiva, Rotenstein10 muestra la magnitud del problema y cómo solo el 15,7% de los EM con síntomas depresivos se encuentran en tratamiento farmacológico. Por otro lado, la ideación autolítica en estudios recientes permanecen en torno al 10%42, siendo fundamental establecer estrategias de apoyo y cuidado en el entorno universitario.
Las revisiones sistemáticas de Lasheras13 y Quek14 abordan la prevalencia de ansiedad en EM. Lasheras no encuentra diferencias entre periodo pre-COVID-19 y pos-COVID-19. Quek destaca la ausencia de diferencias significativas entre los EM y de otras carreras universitarias. Sin embargo, aumenta la diferencia considerablemente respecto a la población en general. Se cuestiona así si las diferencias aparecen solo en los estudiantes de profesiones sanitarias, o en otras carreras técnicas que requieren niveles altos de estrés, cargas lectivas importantes o gran competitividad, que generan mayor riesgo de ansiedad y depresión, analizándolo en conjunto43,44. Por otro lado, tanto la ansiedad como los trastornos de conducta alimentaria, especialmente la anorexia nerviosa de tipo restrictivo, están muy relacionados con la personalidad autoexigente y perfeccionista45. Amoros3 ya destaca que estos rasgos de personalidad obsesiva, son característicos en los EM. Es de esperar pues una mayor prevalencia de estos trastornos en ellos15, especialmente entre las mujeres5,46,47.
El alcohol se muestra como una droga de consumo habitual16, seguida por el tabaco. Si bien la comparación de los datos de los EM respecto a la población en general de cada país de referencia parecen inferiores y pueden estar relacionados con una mayor concienciación respecto al riesgo para la salud que supone su consumo continuado, el consumo de alcohol sigue siendo alarmante, confirmando la necesidad de campañas de sensibilización o legislación más restrictiva. A pesar de ser profesionales sanitarios y conocer las consecuencias del abuso de alcohol, más de la mitad de los EM toman bebidas alcohólicas de forma habitual16. Además, se ha descrito la tendencia entre los EM a la ingesta compulsiva y lúdica especialmente de alcohol5 concentrada en cortos periodos de tiempo (patrón de consumo en «atracón» o «Binge drinking»). La promoción de estilos de vida saludables en los EM es vital, no solo por la mejora de su propia salud, sino por haberse demostrado que los médicos con hábitos saludables aconsejan más frecuente y convincentemente a sus pacientes, obteniendo mejores resultados de salud entre estos48.
Llama la atención el uso de determinadas drogas y fármacos con fines no recreativos, para obtener mayores niveles de concentración y la mejorar la capacidad de estudio. Fond49 ha descrito el consumo de psicoestimulantes en EM franceses, mostrando cómo los conocimientos de farmacia han generado un mayor consumo de corticoides por la mejora de la concentración y la realización de exámenes, al ser un fármaco de fácil adquisición en farmacias. Estos estudios afrontan una situación muy común en las facultades de ciencias de la salud como es el autotratamiento50, cuyas posibles causas parecen relacionadas tanto con la creencia de tener suficientes conocimientos para realizarlo de manera segura, como con la inmediatez en la gestión de la enfermedad y así perder las menores horas de estudio posible25. Kanwal et al. concluyen que no supone riesgo, pero otros estudios como el de la fundación Galatea5, relaciona una elevada autoprescripción de tranquilizantes con altos niveles de estrés emocional y riesgo de padecer trastornos psicopatológicos. Esta conducta de autocuidado continúa siendo habitual en etapas posteriores de los profesionales médicos51, por lo que puede estar relacionada con el currículo oculto trasmitido a los EM durante la docencia. Las facultades de Medicina deberían implementar estrategias de formación y difusión de pautas correctas de autotratamiento y los riesgos derivados de las mismas.
Respecto a las enfermedades oftalmológicas existen 2 grandes grupos: aquellas, como la discromatopsia, que generan una discapacidad visual y que van a requerir adaptaciones educativas y laborales para poder desarrollarse como médicos; las que su aparición o empeoramiento están relacionadas con los estudios de Medicina, por el elevado número de horas de estudio, el uso continuo de herramientas informáticas, etc. Destacan la miopía26,27, la sequedad ocular29 y el síndrome visual informático28. Este tipo de enfermedades oftalmológicas comparten factores de riesgo con las enfermedades musculoesqueléticas, habituales en los EM como la lumbalgia que afecta a 2 de cada 3 EM35,36 o cervicalgia que se acerca a uno de cada 2 EM37. Los malos hábitos posturales según Tavares35 pueden ser una de las causas, además del sedentarismo asociado a largos periodos de estudio. Tras la reciente pandemia, la docencia online ha generado un mayor uso de sistemas informáticos y sedentarismo, por lo que es previsible que estas prevalencias aumenten. Es esencial desde el ámbito universitario llevar a cabo programas de promoción de salud.
En el abordaje de los estilos de vida, es esencial comentar los hábitos alimentarios. Bede24 observa déficit nutricionales al no tener una rutina alimentaria, saltándose comidas por los horarios lectivos y la priorización del estudio.
Otro grupo de enfermedades físicas destacadas son aquellas cuyo factor de riesgo más frecuente es la presencia de estrés mantenido52 como la enfermedad de la articulación temporomandibular39, el SII31,32 o la cefalea tensional40,53. Estas 2 últimas suelen aparecer en forma de brotes en periodos concretos de tiempo, como los exámenes40, que suelen asociarse a la necesidad de mayor tiempo de estudio, sedentarismo y privación de sueño. La aparición de un episodio agudo afecta de manera directa a la capacidad de estudio y, por lo tanto, en su rendimiento académico. En concreto, la cefalea es un síntoma claramente invalidante que supone una gran dificultad para superar las crisis y recuperar el rendimiento académico basal, además de los costos en la calidad de vida.
Relacionado también con la calidad de vida, Hashim54 aborda la dismenorrea y su impacto negativo en la esfera académica, tanto en la salud física como emocional, al ser muy frecuente y con gran afectación de la rutina diaria. Esto es similar a estudios realizados en otros estudiantes universitarios, mostrando la necesidad de mayores horas de descanso y, en consecuencia, menos tiempo de estudio55,56.
Se han observado algunas limitaciones a tener en cuenta para la valoración de los resultados. En primer lugar, ante la ausencia de un término Mesh para englobar la enfermedad del EM, pueden existir artículos que no hayan sido incluidos en la revisión por centrar sus palabras clave en la enfermedad descrita. Esto es especialmente importante para la enfermedad física, muy poco estudiada de forma específica en los EM, pero de gran relevancia por los resultados encontrados. Respecto a la sintomatología psiquiátrica, puede considerarse que los datos están actualizados, pues han sido incluidas revisiones sistemáticas recientes de las enfermedades más frecuentes. En segundo lugar, no se ha podido realizar una revisión sistemática reglada dada la diversidad y la amplitud de la pregunta de investigación. La inclusión de múltiples enfermedades ha permitido obtener una visión global de las características de la prevalencia de enfermedad en EM, a costa de no poder llegar a cabo una revisión ortodoxa. El equipo investigador decidió no reflejar la discapacidad dentro la revisión porque la discapacidad se encuentra integrada dentro del ámbito universitario, pero los estudiantes conviven con ella sin reflejarla como una enfermedad en sí misma57. Su estudio debería ser abordado de manera diferente para no generar sesgos. Como fortaleza cabe destacar que al no haber encontrado ningún estudio de abordaje global de la enfermedad del EM, los resultados de esta revisión de la literatura ofrecen información relevante.
ConclusionesLas enfermedades de salud mental en los EM ha sido ampliamente estudiada, constatando elevada prevalencia de depresión y ansiedad respecto a la población en general. El consumo de drogas, destacando el alcohol y el tabaco, es inferior a la población de referencia, pero se aprecia un consumo de drogas ilícitas para aumentar la capacidad de estudio. Destaca la ausencia de un abordaje global en los estudios de las enfermedades físicas, todos de carácter primario, que describen enfermedades presentes en la población con altos niveles de estrés, como el SII; o con amplios periodos de estudio y sedentarismo, como la miopía o la enfermedad de la columna vertebral. Conviene seguir investigando dado el desconocimiento sobre otras enfermedades como la oncológica o la neurológica.
En ambos casos, la comparabilidad con la población en general se empieza a cuestionar, siendo pertinente realizar estudios confrontados en los estudiantes del ámbito universitario con niveles similares de carga lectiva y de estrés. Los resultados de esta investigación justifican promover estrategias y programas durante el periodo universitario para proteger y promover la salud de los EM.
Responsabilidades éticasEl presente proyecto tiene el dictamen favorable del CEIC de Aragón (PI17/0372).
FinanciaciónProyecto «Enfermar es Humano: cuando el paciente es el médico». Proyecto «PI18/00968», financiado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y cofinanciado por la Unión Europea. «Una manera de hacer Europa».
Este trabajo ha recibido financiación por parte de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria -semFYC- tras ganar la beca para tesis doctorales Isabel Fernández 2020.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de interés.
AgradecimientosLos autores quieren agradecer al grupo de investigación en bioética (H28_20R) del Departamento de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento del Gobierno de Aragón (España), a la Cátedra de Profesionalismo y Ética clínica de la Universidad de Zaragoza y los fondos FEDER (Instituto de Salud Carlos III y Unión Europea) "Una manera de hacer Europa.