En este artículo se analiza la formación en gestión clínica en España. La gestión clínica se perfila en España como el modelo de gestión sanitaria emergente que más consenso suscita entre los distintos actores que conforman el sistema nacional de salud. Sin embargo, hay una gran amplitud en el concepto de gestión clínica en España, por lo que puede ser difícil llegar a acuerdos para su implantación.
A esto se une el hecho de que la formación en gestión clínica en España es dispersa, heterogénea y adolece de estandarización reglada.
La gestión clínica debe acercar a los clínicos al mundo de la gestión y los gestores ceder poder a los clínicos, siempre que demuestren que son capaces de gestionar los recursos disponibles con racionalidad, siguiendo el principio de maximizar el coste de oportunidad.
Para conseguir tener gestores clínicos eficientes será necesario hacer un gran esfuerzo formativo, ya que los estudios tradicionales de los profesionales sanitarios están muy orientados a la clínica clásica centrada en órganos y sistemas.
Se necesita formar a los profesionales en ejercicio en medicina basada en la evidencia, calidad asistencial, seguridad del paciente y economía de la salud, entre otras materias transversales, que permitan al clínico tener una formación más completa y holística.
A la vez se necesita modificar la mayoría de los programas curriculares de los estudios universitarios de todas las profesiones sanitarias, incorporando dimensiones gestoras como organización, liderazgo, planificación, gestión económica, evaluación y benchmarking, entre otras.
En la actualidad hay algunos másteres de gestión clínica en algunas universidades, pero se hace necesario mejorar y homogeneizar esta enseñanza.
Clinical management is emerging in Spain as the new model of health management that raises more consensus among the different actors that make up the national health system. However there are great diferences on the concept of clinical management in Spain so it may be difficult to reach agreements for its implementation.
Added to this is the fact that training in clinical management in Spain is dispersed, heterogeneous and suffer no formal standardization.
Clinical management should approach the world of clinicials and managers to give power to clinicians, if they prove they are able to manage resources rationally, following the principle of maximizing the opportunity cost.
For clinical managers to be efficient a major training effort will be required as traditional studies of health professionals are mainly oriented to classical clinical signatures centered on organs and systems.
We must provide practitioners in evidence-based medicine, quality of care, safety of patients and health economics, among other cross knowledges, allowing the clinician a more complete and holistic education.
At the same time it’s necessary to modify most of the curricula of university studies incorporating to all health professions dimensions like managing, organization, leadership, planning, financial management, evaluation and benchmarking among others.
At present time a few masters on clinical management exist in some universities but it’s necessary to improve and standardize its contents.