Introducción: La diabetes puede desarrollarse en periodo postrasplante, condicionando aumento de morbilidad y mortalidad a medio-largo plazo en relación a eventos cardiovasculares.

Métodos: Estudio retrospectivo descriptivo (revisión de historias) en el que se incluyeron todos los pacientes trasplantados de hígado, corazón y pulmón entre 2017 y 2020.

Resultados: De 318 pacientes, 162 (50,94%) recibieron trasplante pulmonar, 84 (26,42%) cardiaco y 72 (22,64%) hepático. 223 (70,13%) hombres y 95 (29,87%) mujeres. Su edad era de 55,57 ± 10,01 años. Pretrasplante. 54 (17,30%) presentaban diabetes mellitus, siendo tipo 2 más frecuente, afectando a 47 (87,04%) personas, seguida de pancreopriva en 6 (11,11%) y 1 (1,85%) tipo 1. Su HbA_1c era 5,83 ± 1,1%, estando 45 (83,3%) en tratamiento. 35 (77,78%) empleaban insulina. En cuanto a antidiabéticos orales, 26 (57,78%) empleaban metformina, 10 (22,22%) iSGLT2, 16 (35,56%) iDDP4, 6 (13,33%) aGLP1, 4 (8,89%) sulfonilureas y 1 (2,22%) glitazonas. La glucosa en el momento del ingreso para trasplante fue 120 ± 50,43 mg/dl. Postrasplante. En las primeras 48 horas, 203 (63,83%) presentaron hiperglucemia superior a 200 mg/dl. La glucemia a 3 meses es 105,42 ± 31,59 mg/dl, a 6 meses 106,62 ± 36,64 mg/dl y al año 109,70 ± 41,22 mg/dl. La glucemia basal se encontraba alterada en 103 (35,27%) a 6 meses, mientras que a 12 meses ascendía a 112 (38,89%). La HbA_1c a 3 meses fue 5,93 ± 1,17%, a 6 meses 6,15 ± 1,11% y al año 6,20 ± 1,06%. De los 264 que no padecían diabetes, 64 (24,24%) la desarrollaron posteriormente. 62 (19,50%) fallecieron, ninguna de ellas por complicaciones metabólicas.

Conclusiones: Casi el 20% de los pacientes presentaban diabetes pretrasplante, aumentando el riesgo cardiovascular, siendo una de las causas más frecuentes de morbilidad y mortalidad en estos pacientes. Por ello, van ganando cada vez más peso las terapias que han demostrado beneficios cardiovasculares, además del seguimiento en una consulta multidisciplinar.