Objetivos: El trasplante renal constituye una de las alternativas terapéuticas más importantes para los pacientes con insuficiencia renal crónica, mejorando tanto la tasa de supervivencia como la calidad de vida. El radiólogo desempeña un importante papel en el seguimiento del paciente trasplantado, pues la ecografía continúa siendo una técnica fundamental para la valoración del injerto renal y de las complicaciones que pueden aparecer en este contexto, principalmente las vasculares, dado que presentan una alta probabilidad de pérdida del injerto renal.

Material y métodos: Se exponen los casos de un grupo de pacientes trasplantados renales, de 40-60 años, a los que se les realizan controles post-trasplante a las 24 horas y a medio plazo (en función de la evolución clínica). Se emplea un ecógrafo Philips y transductores de 2,5-6 mHz. Inicialmente se realiza el estudio en modo B, doppler color, pulsado y finalmente se aplican 2.4 ml de contraste ecográfico.

Resultados: El empleo del doppler color para analizar la permeabilidad de los vasos, la valoración de la resistencia al flujo así como los patrones de onda de la arteria renal mediante el doppler pulsado y la administración de contraste intravenoso con el fin de registrar en tiempo real la fase arterial y venosa del flujo renal, permite diagnosticar las siguientes complicaciones vasculares: estenosis de la arteria renal, fístula arteriovenosa y trombosis arterial/venosa.

Conclusiones: Los resultados demuestran como la ecografía y el reciente avance que suponen los contrastes ecográficos permiten diagnosticar de forma inocua y tratar precozmente severas complicaciones post-trasplante.