Existen muchos entornos asistenciales que pueden y deben participar activamente en la enseñanza práctica de la medicina, pero no se puede concebir una facultad de medicina sin un hospital docente con las características básicas que se describen en este documento. El sistema de comisiones mixtas se ha mostrado ineficaz y su funcionamiento es deficiente en la mayoría de las universidades. Desde hace años, la Conferencia de Decanos de Facultades de Medicina de España viene demandando la reforma del Real Decreto 1558/86 y el establecimiento de estándares claros en relación con el tipo de profesorado, los espacios físicos, la infraestructura y los recursos materiales necesarios para ejercer las labores docentes e investigadoras en los hospitales universitarios. También se requiere fijar unos criterios de calidad mínimos y el sistema que permita cuantificarlos. En definitiva, una evaluación por objetivos con auditorías rigurosas que conduzcan a la renovación o la revocación de la condición de “universitario” para todo hospital que opte al nivel de excelencia que esta denominación implica. En este artículo se proponen, con una óptica realista y pragmática, algunos de los criterios que deberían contemplarse.
There are many clinical environments that might and should be used in the practical training of medical students, but it is inconceivable that a Medical School could exist without a teaching hospital with the basic features described in this document. The joint committee’s system has proven to be inefficient in most universities. For years now, the RD 1558/86 reform has been an important item on the National Conference of Deans of the Spanish Medical Schools (CND) agenda. The CND has also been asking for clear policies and standards concerning clinical teachers, physical spaces, infrastructure, equipment and material resources which are necessary to carry out teaching and research activities at university hospitals. A set of minimum quality criteria and a system which makes it possible to check them is also required. In the end, a targeted evaluation and stringent audits that could imply the renewal or revocation of the “universitary” qualification of a hospital is mandatory. In this article, we propose some of the criteria that should be considered with a realistic and pragmatic view.