Introducción: La utilización de la nutrición enteral (NE) al final de la vida o en enfermedad terminal es controvertida.

Objetivos: Conocer la opinión de profesionales sanitarios del entorno hospitalario sobre el uso de NE en daño cerebral y demencia terminal.

Métodos: Estudio transversal a través de una encuesta auto-administrada que incluye datos demográficos y de actividad profesional, y que evalúa el grado de acuerdo con 18 enunciados formulados en base a las guías ESPEN. Se realizó estadística descriptiva y chi-cuadrado.

Resultados: Se han evaluado 108 encuestas al personal sanitario, con una mediana de 6,5 (1-43) años de experiencia. El 42,6% está algo o muy de acuerdo con la utilización de NE por SNG en situaciones de daño cerebral severo irreversible y el 49% en el caso de demencia grave, al contrario de lo que recomiendan las guías. Un 27,8% la mantendría si la expectativa de vida fuera < 6 meses. El 35% cree que la NE por SNG mejora la calidad de vida o funcionalidad en la demencia severa, aunque sólo un 20% la aceptarían para sí mismos. El 69,4% está de acuerdo en que no hay conflicto ético en su retirada si no se observa beneficio. No hay diferencias significativas entre los profesionales según los años de experiencia (< o > 5 años), pero sí según el tipo de profesional. Los médicos adjuntos están menos de acuerdo con el uso de NE en los contextos clínicos mencionados que los médicos residentes o el personal auxiliar o de enfermería. La mayoría de los que han tenido algún familiar con NE no están de acuerdo con su uso en estas circunstancias y sólo un 13% la usarían para sí mismos.

Conclusiones: La opinión del personal sanitario sobre el uso de NE en situaciones de daño cerebral irreversible y demencia terminal es variable. El grado de acuerdo con las guías clínicas es mayor para los médicos adjuntos que para el resto de profesionales. Es esencial ampliar la formación, pero en todo caso la decisión sobre su utilización debe ser meditada e individualizada.