En la actualidad, los profesionales de la salud a nivel mundial lideran la gestión de sistemas y políticas de información, actuando como barrera ante la infodemia. Sin embargo, enfrentan desafíos significativos, incluyendo la disminución de la salud mental, el desgaste emocional debido a la falta de ética y la protección y privacidad de la información. Este personal, a menudo agotado, se enfrenta a la escasez de recursos y, en algunos casos, a la falta de reconocimiento económico.
El artículo La formación humana y ética entre los anestesiólogos en España: interés y accesibilidad1, plantea que existe un alto interés en la ética profesional, pero se observa desconocimiento en aspectos básicos y descontento con la accesibilidad a la formación ética.
La información difundida en los medios sobre la especialidad es escasa y, en lugar de ser exhaustiva, se enfoca principalmente en resaltar las complicaciones y las posibles implicaciones legales relacionadas con la práctica anestésica. Por ello, es fundamental contar con anestesiólogos comprometidos con normas y principios éticos para guiar nuevas acciones. Además, es necesario enmarcar la relevancia de enfocarse en el uso responsable de la información digital en el ámbito médico, considerando aspectos normativos, legales y éticos para abordar la deshonestidad académica. Esta práctica engloba acciones como la ausencia de citas y la creación de contenido ficticio. Por lo tanto, los anestesiólogos, a través de su conducta y habilidades, demostrarán una conducta ética distintiva2,3.
En resumen, se requiere una formación integral que combine sólidos cimientos éticos y conocimientos tecnológicos, iniciando este proceso desde la etapa universitaria. Esto implica dedicarse a materias deontológicas para fomentar el respeto a los principios éticos inherentes al deber de la especialidad y a las normas de investigación científica.
FinanciaciónNo existen fuentes de financiación públicas ni privadas.
Conflicto de interesesEl autor declara no tener ningún conflicto de intereses.