La educación médica es una responsabilidad compartida entre las instituciones de educación superior y las instituciones públicas de salud. Este modelo singular tiene como objetivo principal la interdependencia de las instituciones educativas, que ofrecen los diseños curriculares y una proporción de la planta docente, al igual que los convenios con instituciones asistenciales, que aportan los campos clínicos y escenarios de formación en la práctica médica. La adquisición y desarrollo de conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes que ocurren durante las diferentes etapas de formación de médicos generales y especialistas, durante todo el continuo desde el ingreso en la carrera, la licenciatura, la formación de posgrado en residencias médicas y programas de maestría y doctorados hasta la más larga y menos escolarizada de todas, la educación médica continuada/desarrollo profesional continuo (Dornan, 2011; Swanwick, 2013)1,2.
Aunque la formación en investigación es percibida como deficiente en los estudiantes de medicina en América Latina3, la investigación médica estudiantil ha tenido un alza significativa durante las últimas décadas, hecho que tiene relación directa con el surgimiento de las sociedades científicas y la creación de las revistas científicas estudiantiles en los países latinoamericanos4. En la actualidad se tomó la iniciativa de implementar programas de educación médica en diferentes áreas de índole académica y de intervención social y comunitaria, con el fin de impactar en la participación y resaltar las competencias del estudiante de medicina.
El Programa permanente de medicina deportiva como entidad protectora de enfermedades de interés en salud pública, dirigido por el Comité permanente de educación médica de la Asociación de Sociedades Científicas de Estudiantes de Medicina de Colombia (ASCEMCOL), se ve enmarcada en diversos propósitos, como la formación, educación continua, capacitación, actualización, perfeccionamiento, preparación y adiestramiento; la mayoría de estos contenidos son muy variados, pues abarcan las bases científicas, la atención de individuos y la de poblaciones en general. El Comité permanente de educación médica vela por elevar el nivel académico del estudiante de medicina, mediante la motivación del ejercicio físico, a través del mejoramiento del estado físico en general, por medio de la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, haciendo énfasis en aquellas enfermedades de interés en salud pública (cardiovasculares, osteomusculares, metabólicas y mentales), la promoción de estilos de vida saludables, la práctica segura y saludable del ejercicio físico como uno de los principales hábitos para mejorar la calidad y expectativa de vida y la prevención y tratamiento de las enfermedades y lesiones. Muchas reflexiones sobre la educación médica nos da a entender que estamos acostumbrados a pensar que se trata de un proceso escolarizado, pero lo cierto es que, cuantitativamente, la mayor parte se realiza fuera de las aulas e incluso en las escuelas.
El interés por mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje de generaciones de estudiantes de medicina se ha sustentado en el convencimiento de que la salud es uno de los bienes públicos más apreciados por los individuos y las comunidades, por tal motivo, el crecimiento del saber se multiplica cada vez más en periodos más cortos y la exigencia de su aplicación para la solución de problemas sociales también aumenta5. Todas estas trasformaciones se han convertido al pasar los años en uno de los retos principales de las universidades e instituciones de educación superior, en la medida que deben realizar esfuerzos importantes para mejorar la calidad de la investigación, la docencia y la difusión del conocimiento.
En conclusión, la educación médica tiende a priorizar los logros académicos inmediatos con miras al desempeño profesional competente y exitoso, todo lo que se traduce en la necesidad de los profesionales y técnicos de la salud para volverse aptos para desarrollar una labor social y fundamental y responder siempre a las necesidades de la población.
Conflicto de interesesEl autor declara no tener ningún conflicto de intereses.