He leído con interés el artículo titulado «Humanización en la práctica médica» de Trainini, el cual ha despertado en mí gran inquietud1. El autor habla de la ausencia de Humanidades en Medicina de manera global, y enfatiza fundamentalmente esta deshumanización en el aspecto económico de la salud como empresa y en la utilización del paciente como medio para alcanzar los objetivos económicos.
Gustave Le Bon, sociólogo y físico (1841-1931), interesado en el campo de la psicología social (La psicología de las masas)2 hace referencia a la evolución cíclica de las civilizaciones, en profunda relación con los ideales de una raza o pueblo, de tal manera que cuando el ideal o creencia que impulsó el esplendor y grandeza del pueblo se desvanece, la raza pierde su cohesión, su alma. Impera entonces el egoísmo colectivo e individual y se constituye una civilización que pierde solidez y cae a merced de todos los azares (soberbia…).
Ciertamente, nuestra formación médica tiende a acercarse de un modo casi completo a la ciencia y la tecnología, y nos aleja de manera progresiva de la humanidad y de las Humanidades, lo que pone al médico en riesgo de caminar por la vía del narcisismo y de ser atacado por la hybris (término de la antigua Grecia: desmesura, todo lo que sobrepasa una justa medida, orgullo, soberbia)3. Homero, Platón y Aristóteles escriben sobre este mal, que puede hacerse presente en los actos del hombre. En Homero se muestra en la cólera de Aquiles, en Platón en el excesivo deseo por el placer y, en Aristóteles, en el ensañamiento hacia el otro por el puro placer de verlo sufrir.
En nuestra civilización, el ideal de la medicina ha de mantenerse vivo para que no perdamos ni la fuerza ni el alma, enfocados en nuestro objeto fundamental: el ser humano que sufre.
FinanciaciónNinguna. Se trata de un trabajo propio del autor.
Conflicto de interesesNinguno.