En referencia al reciente artículo del Dr. Ribera Casado1, desearía felicitarle por el mismo y realizar unos comentarios al respecto.
Entiendo que la cabecera del paciente se encuentra en su domicilio, y en estas localizaciones somos los médicos de familia los que nos encargamos de su atención. De hecho, clásicamente se nos denominó (y sigue denominando por el vulgo) como los médicos de cabecera. Lo que bien alude nuestro colega, es a una enseñanza clínica práctica en contacto directo con los pacientes, lo cual es lo característico en la asistencia hospitalaria.
Difiero con el Dr. Ribera Casado en la docencia escalonada y clásica de la medicina con esa dicotomización de la docencia preclínica (3 primeros años) y la clínica. Abogaría por una docencia con un contacto gradual con el paciente desde el principio de la formación. Así facilitaría el enfoque y aplicación práctica de los conceptos tan teóricos de los comienzos, siendo un estímulo en el aprendizaje. Los residentes de las especialidades pueden servir de una ventajosa ayuda dada su proximidad de edad con los estudiantes y con su reciente salida del grado de medicina. Sería todo un acierto su fomento en toda la red asistencial.
Creo que en la docencia pregrado se debería de inculcar, también en la priorización de las acciones sobre el paciente, la investigación y las publicaciones colaborativas con sus tutores docentes. Estos puntos son fundamentales para que todo ello suponga una parte ya instalada «de serie» desde el momento que salgan de nuestras facultades.
Desde la atención primaria contamos con la ventaja de atender a los pacientes en su entorno social habitual y ello nos permite ver, además de sus condiciones de vida en su día a día, las interacciones familiares y de residencia. Esto es fundamental para la formación básica del médico que elija como especialidad una que no tenga mucha vinculación ni actuaciones en la asistencia primaria.
No debemos olvidar que la actual historia digital es además de lo comentado en el artículo1, en un elemento de juicio, valoración y retribución del médico. Muchas son las administraciones que se basan en la misma para premiar o no a los médicos, elaborando una serie de elementos de juicio con mayor o menor intencionalidad economicista, especialmente desde el punto de vista de las prescripciones que con ellas se realiza.
Lo que curiosamente denomina «cortocircuitos» no son más que consecuencias derivadas de la alta presión asistencial, y lo que en su día denominamos por los médicos que integramos la «plataforma 10minutos» como «consultas de alta velocidad». Créame si le digo que las cosas son distintas cuando se trabaja con mucha gente en la sala de espera y sabiendo que tenemos una demora en la asistencia de 22min de media2.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.