explorar las estrategias comunicativas que utiliza el estudiantado de Ciencias de la Salud con la población inmigrante durante la atención sanitaria.
Materiales y métodosinvestigación cualitativa de tipo fenomenológico/interpretativo con diseño Estudio de Caso Múltiple. Se entrevistó a 106 estudiantes de 3 universidades y distintas carreras de Ciencias de la Salud de último año formativo, previa autorización de 2 Comités de Ética institucionales, además de solicitar el consentimiento informado. El análisis de contenido fue de tipo inductivo y se apoyó del software ATLAS.ti, versión 9.
Resultadosse establecieron dos categorías; una, con los distintos modos semióticos utilizados por el estudiantado y otra, de habilidades personales presentes durante la interacción clínica. El estudiantado reportó haber utilizado distintos recursos de comunicación multimodal, desde el modo no verbal hasta el modo aplicación de traductor, para proporcionar atención a extranjeros, aunque reconocieron no haber recibido formación en ello. La elección y combinación de las diferentes modalidades fue guiada por el contexto y las habilidades personales fueron relevantes para realizar monitorización y ajustes durante la atención.
Conclusionesla comunicación multimodal y las habilidades personales facilitan la interacción comunicativa y permiten ofrecer una atención de calidad en salud a la población inmigrante, superando las barreras lingüísticas y culturales. Esto indica que la formación profesional en Ciencias de la Salud requiere el desarrollo explícito y sistemático de competencias comunicativas, además de habilidades intra e interpersonales con un enfoque práctico. Asimismo, necesita el conocimiento técnico, práctico y praxeológico, que fomente una actitud reflexiva.
To explore the communication strategies used by Health Sciences students with the immigrant population during health care.
Materials and methodsQualitative research of phenomenological/interpretive type with a Multiple Case Study design. 106 students from three universities and different Health Sciences careers in their final year of training were interviewed, with prior authorization from two institutional Ethics Committees, in addition to requesting informed consent. The content analysis was of inductive and was supported by the ATLAS.ti version 9 software.
ResultsTwo categories were established; one, with the different semiotic modes used by the students and another, of personal skills present during clinical interaction. The student body reported having used different multimodal communication resources, from the non-verbal mode to the translator application mode, to provide care to foreigners, although they acknowledged not having received training on it. The choice and combination of the different modalities was guided by the context and personal skills were relevant for monitoring and adjustments during care.
ConclusionsMultimodal communication and personal skills facilitate communicative interaction and allow offering quality health care for the immigrant population, overcoming linguistic and cultural barriers. This indicates that professional training in Health Sciences requires the explicit and systematic development of communication skills, as well as intra and interpersonal skills with a practical approach. Likewise, it needs technical and practical knowledge as well as praxeological knowledge that fosters a reflective attitude.
Actualmente, en el ámbito sanitario, está siendo cada vez más habitual prestar atención en salud a personas que provienen de otro país y que, por tanto, constituyen un desafío desde una perspectiva lingüística y cultural.
En Chile, desde 1990 hasta fines del año 2020, la población inmigrante aumentó de 0,7 a 7,5%1. Si bien la mayor parte de esta población es de habla hispana, presenta diferencias lingüísticas y comportamentales que pueden influir en la relación profesional/paciente. La población no hispanohablante, que ha migrado más escasamente a Chile, también enfrenta desafíos idiomáticos difíciles de sortear debido a que el nivel de inglés de la población chilena es insuficiente para entablar una conversación2.
Las Naciones Unidas han indicado que no solo se debe garantizar el acceso a la atención sanitaria de la población migrante; sino que también se le debe entregar toda la información en su lengua de origen para disminuir al máximo la posibilidad de que no acudan a los centros de atención3,4. Por ello, desde el año 2014, se han incorporado los Facilitadores Interculturales en la atención sanitaria; ellos tienen la función de traducir, interpretar, mediar las relaciones, educar sobre el sistema de salud chileno y colaborar en labores administrativas5. No obstante, esta iniciativa se ha concentrado en la capital del país y no se ha extendido a todo el territorio nacional.
La evidencia científica demuestra una clara asociación entre las barreras comunicativas y algunas insuficiencias en el acceso a la atención sanitaria, tales como inconformidad con la atención recibida, escasa comunicación efectiva, baja adherencia al tratamiento, subutilización o inadecuada utilización de los servicios sanitarios y retraso en la detección de las enfermedades6–8. De igual modo, se observa falta de conocimiento por parte del personal sanitario para percibir e interpretar adecuadamente el lenguaje no verbal utilizado por los pacientes, además de no percatarse de que el lenguaje que ellos mismos utilizan, en la interacción clínica, no siempre concuerda con la base cultural del paciente9,10.
Para comunicarse se requiere de diversos modos y/o recursos semióticos que contribuyen a la articulación del significado, entre los que se incluyen el verbal, no verbal, gráfico, matemático y tipográfico11–13. Actualmente, existen nuevos medios, como los recursos tecnológicos interactivos y diferentes aplicaciones de traducción automática, que también contribuyen a la comprensión de la situación comunicativa14. Estas han demostrado un mejoramiento en la calidad y la seguridad de la atención, además de un aumento en la satisfacción de los proveedores y los usuarios15. No obstante, la barrera lingüística e influencia cultural en la comunicación se mantiene latente9.
Según Campinha-Bacote, un profesional de la salud culturalmente competente requiere desarrollar habilidades para trabajar en el contexto cultural del individuo, familia y comunidad. Esta autora propone un modelo de 5 constructos: deseo, conciencia, conocimiento y encuentro cultural, los que deben aplicarse con humildad para establecer una relación terapéutica sensible, abierta y libre de prejuicios16.
Una reciente revisión sistemática evidenció que las ofertas formativas en Competencia Cultural para los estudiantes de la salud estaba centrada en los aspectos culturales, epidemiológicos y sanitarios17, lo cual se sitúa en un saber técnico y práctico del conocimiento. Sin embargo, se debería propender hacia un saber praxeológico que implica lograr una actitud guiada por la comprensión, el discernimiento, la responsabilidad y los valores que favorecen la interacción social18.
Otros estudios han puesto en evidencia que se ha subestimado la importancia de adquirir habilidades interpersonales, en la formación profesional en salud, para disminuir la angustia y el estrés que le produce al estudiantado atender a población extranjera19,20. Asimismo, se ha soslayado la formación en competencias comunicativas que contribuya con encuentros clínicos provechosos21,22.
Dado el complejo escenario que desafía comunicativamente a los profesionales de la salud, sumado a la escasa formación en las habilidades comunicativas que, según la literatura, está recibiendo el estudiantado, surge la inquietud de indagar cómo estos estudiantes resuelven en la práctica dichos desafíos comunicativos. En consecuencia, el objetivo de este estudio es explorar las estrategias comunicativas que utiliza el estudiantado de Ciencias de la Salud con la población inmigrante durante la atención sanitaria.
Materiales y métodosInvestigación cualitativa de tipo fenomenológico/interpretativo con Estudio de Caso Múltiple23. Participaron 106 estudiantes de último año formativo, pertenecientes a 3 universidades chilenas, de las carreras de Medicina, Enfermería, Obstetricia, Farmacia, Kinesiología, Odontología y Nutrición. Se realizaron entrevistas semiestructuradas, con preguntas abiertas, orientadas a conocer las estrategias de comunicación utilizadas por el estudiantado de Ciencias de la Salud al proporcionar atención sanitaria a la población inmigrante. El análisis de contenido fue de tipo inductivo y se apoyó en el software ATLAS.ti, versión 9. Se obtuvieron 2 categorías con sus respectivas subcategorías. La investigación contó con la aprobación de 2 comités de ética institucionales. Además, antes de la entrevista, los participantes firmaron el consentimiento informado, donde se consigna el respeto a los principios de la bioética24 y los que se señalan en la Declaración de Singapur25.
ResultadosLos 106 participantes (71 mujeres y 35 hombres) eran estudiantes de Medicina (17), Enfermería (16), Obstetricia (10), Farmacia (10), Kinesiología (21), Odontología (10) y Nutrición (22). Ellos atendieron a pacientes venezolanos, colombianos, haitianos, peruanos, bolivianos, argentinos, cubanos, uruguayos, paraguayos, mexicanos, brasileños y dominicanos. Estas nacionalidades concuerdan con la información que indican las estadísticas nacionales1. No obstante, los participantes también señalaron haber atendido pacientes de Turquía, China, Jordania, Holanda, Suiza, Croacia y Rusia.
Del total de participantes, solo 7 mencionaron haber cursado un electivo relacionado con herramientas comunicativas, en la que se abordaban múltiples temáticas desde una perspectiva conceptual; pero carecía de ejemplificaciones prácticas.
En conformidad con el objetivo de la investigación, el análisis condujo al establecimiento de 2 categorías con sus respectivas subcategorías (tabla 1). La primera corresponde a los diferentes modos semióticos utilizados por los participantes para comunicarse y lograr proporcionar atención de salud a la población extranjera; y la segunda, corresponde a las habilidades personales, orientadas a la interacción durante la atención.
Categorías y subcategorías identificadas en los estudiantes de Ciencias de la Salud para la atención de los pacientes inmigrantes
Categoría 1. Comunicación multimodal | |
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Subcategorías | |
1.1 Modo no verbal | Evaluar facieQuinesia |
1.2 Modo gráfico monocromático | DibujarHacer esquemasEscribir y resaltar indicaciones |
1.3 Modo gráfico multicromático | Imágenes físicas o virtualesVideos |
1.4 Modo verbal en español | Hablar lento y pronunciadoAdaptación lingüística doble |
1.5 Modo verbal en otro idioma | Palabras clave en inglésPalabras clave en el idioma del paciente (inglés, francés o creole)Hablar en el idioma del paciente (solo inglés o francés)Persona cercana al paciente traduceCompañero o docente/profesional traduceTraductor profesional |
1.6 Modo aplicación de traductor | Uso de aplicaciones de traductorBarreras con el uso de traductor |
Categoría 2. Habilidades personales | |
2.1 Intrapersonales | IniciativaVoluntadPerseveranciaHumildadCapacidad reflexiva |
2.2 Interpersonales | Empatía |
A continuación, se reseña cada categoría y subcategoría; seguidamente, se incorporan citas textuales que la respaldan. La codificación de la fuente de la cita indica, secuencialmente, sexo del participante, nombre de la carrera que estudia, número del participante y número de la institución educativa.
Categoría 1: Comunicación multimodalEl estudiantado reportó la utilización de diferentes modos semióticos para proporcionar atención de salud a la población extranjera. Las modalidades presentes son las que siguen:
Modo no verbalEste modo comunicativo surge espontáneamente frente a una barrera idiomática; es decir, frente a pacientes no hispanos. En este se incluyen evaluar la facie y utilizar la quinesia. La evaluación de la facie tenía 2 propósitos principales: estimar el dolor que pudo estar sufriendo el paciente y determinar si las indicaciones o recomendaciones que se le entregaron eran comprendidas.
«(…) la miré y me di cuenta de que no me estaba comprendiendo, como que me decía: “sí, sí, sí”. Entonces, le hice la misma pregunta, pero de otra forma y siguió diciendo: “sí, sí, sí”, así que empezamos a utilizar gestos» (Mujer, Enfermería 5/2).
La quinesia corresponde a los diferentes gestos y/o movimientos realizados con el cuerpo para ejemplificar alguna situación de salud con el propósito de que el paciente se identifique con alguna sintomatología que pudiera orientar la evaluación diagnóstica.
«Cuando yo quería saber si le dolía, le preguntaba, por ejemplo, en el lugar donde fue la cesárea, dónde estaba el hematoma, que fue la complicación que ella tuvo. Le tenía que hacer yo, el gesto técnico de dolor. Le tocaba la guatita [abdomen] y ponía cara de dolor. Ella me entendía y me asentía con la cabeza» (Mujer, Medicina 3/1).
Sin embargo, los informantes señalaron que les generaba inquietud y preocupación que los gestos utilizados no fueran adecuados para el paciente y que pudieran ser interpretados como irrespetuosos o desconsiderados.
Modo gráfico monocromáticoEntre los diversos recursos usados para apoyar de manera más didáctica las indicaciones entregadas al paciente, los participantes recurrieron a realizar dibujos, hacer esquemas o escribir y resaltar las indicaciones. Este último recurso estaba pensado para que pudieran ser leídos con calma en la casa con alguien que dominara el idioma español, además de poder revisar las indicaciones cuando fuera necesario.
«Al final, yo opté por dibujar y escribir en papel y ocupar todo el material disponible que tenía en la consulta para poder comunicarme. Por ejemplo, si era una paciente que venía por anticonceptivos, le dibujaba el anticonceptivo oral; si el anticonceptivo era inyectable, le dibujaba una inyección (…). Después opté por escribirle las indicaciones en un Word, todo lo que tenía que hacer. Se lo imprimía y lo archivaba en su cuadernito de control para que otra persona le pudiera ayudar a traducir del español al creole, porque había muchos pacientes que tenían familiares que leían español. Al parecer les era más fácil leer español, que hablarlo» (Mujer, Obstetricia 2/2).
Modo gráfico multicromáticoDependiendo de cuán buen gestor fuera el estudiante o de los recursos disponibles en la sala de atención, algunos de ellos continuaban con la utilización de imágenes físicas o virtuales en colores, además de mostrar videos.
«Ella hablaba creole y un poco de español. Yo le decía la instrucción, pero la paciente no me lograba comprender. Entonces, pensé que podría ser complicado dejarle las indicaciones en imágenes y texto, porque no iba a comprender las pautas de ejercicio. Así que le creamos un video con los pasos de cada ejercicio y un texto simple con la descripción (…). El video lo subí a YouTube de manera privada y le mandé el link por WhatsApp» (Mujer, Kinesiología 3/2).
Modo verbal en españolEl modo verbal en español, propio en la atención a los pacientes hispanohablantes, exigió a los estudiantes entrevistados la toma de consciencia de que debían hablar más lento y con cuidada articulación; tenían que seleccionar palabras neutras y no utilizar modismos o términos de uso popular chileno para explicar las diferentes situaciones de salud, puesto que no resultaban apropiadas para los pacientes de otras nacionalidades. De esta manera, se observa una doble adaptación lingüística; es decir, primero debían adaptar el lenguaje técnico que se utiliza en la medicina para que fuera comprensible al vulgo y, luego, escoger léxico del español estándar, que fuera de uso habitual del paciente inmigrante.
«El tema de la modulación es muy importante, uno tiene que modular bastante bien. Evitar los chilenismos que, probablemente, van a causar que el paciente se sienta incómodo. También, poner oído, porque, así como uno habla de determinada manera, la otra persona habla en su forma. Entonces, hay que ponerse de acuerdo y estar en el mismo canal en todo momento, porque, o si no, la comunicación va a fallar» (Hombre, Odontología 6/2).
Del mismo modo, se cuida la selección del léxico:
«Nosotros tenemos que hacer el recordatorio de 24 horas para saber qué consumió el paciente y ahí me dicen que se sirvió una ananá de colación, o que comió judías, que son los porotos verdes, lo mismo con el zapallo, que ellos le dicen camote, o los frijoles. Son los mismos alimentos que se usan en Chile, pero que ellos los conocen con otro nombre. Entonces, uno tiene que nombrarlos de la manera que ellos los conocen» (Mujer, Nutrición 3/3).
Modo verbal en otro idiomaFrente a un paciente extranjero no hispano, los participantes siempre intentaban iniciar con palabras clave en inglés, las que no siempre eran comprendidas por el paciente debido a que ellos no lo dominaban o porque la pronunciación no era adecuada. También utilizaron palabras clave en el idioma del paciente, esto se limitaba a palabras en francés o creole.
Solo un participante mencionó haber hablado en francés o inglés cuando la situación lo requirió, incluso se ofrecía para ayudar a sus compañeros a atender a los pacientes, principalmente, haitianos; pero estos últimos no siempre dominaban el francés. En contadas oportunidades, el profesional/docente guía hablaba estos idiomas para ayudar al estudiante.
A pesar de las diferentes estrategias utilizadas para superar con éxito la barrera idiomática con los pacientes inmigrantes, varios estudiantes reflexionaron y concordaron en que era necesaria una mayor orientación durante su formación profesional para saber enfrentar de manera apropiada los encuentros clínicos y que estos no resultaran tan improvisados.
«Yo creo que en esa oportunidad me di cuenta de que uno no puede saber todos los idiomas del mundo, ¿cierto? No, sería imposible, pero sí creo que deberían entregarnos herramientas que nos permitan saber cómo reaccionar ante esta situación, para no quedarse como con esa desesperación y preocupación. Yo creo que uno debería tener ciertas herramientas que te permitan reaccionar de manera apropiada, por ejemplo, si viene un chino, árabe o cualquier paciente, tú ya tengas la capacidad de tener estrategias para enfrentar la situación. Como esta misma aplicación en el celular, de saberla utilizar, no quedarte como en blanco» (Mujer, Farmacia 5/2).
Una proporción mínima de estudiantes pudo contar con un traductor profesional en el centro de salud donde realizaron su práctica; no obstante, en muchas oportunidades no era posible ubicarlo por la alta demanda que este tenía. Debe mencionarse que los estudiantes desconocían el alcance de las funciones de este trabajador, quien era en realidad un Facilitador Intercultural, pero, a juicio de los entrevistados, estaba allí tan solo para ayudar en la traducción.
Modo aplicación de traductorOtra manera de responder a los desafíos mencionados es la utilización de un recurso multimedial como es el traductor. Algunos estudiantes fueron hábiles desde el comienzo de la interacción con pacientes no hispanohablantes y utilizaron la aplicación de Google Traductor para traducir frases cortas con el celular y luego mostrarle la traducción al paciente o hacérsela audible.
«Ocupamos el traductor del celular. De hecho, lo ocupamos muchas veces. Nosotros hablábamos y lo traducíamos al creole, después se lo acercábamos al paciente y lo reproducíamos. Y él nos escribía en el teléfono lo que necesitaba (…). La traducción de Google Traductor nos permitió superar varias situaciones. Gracias a la tecnología, porque antes no existía eso» (Hombre, Medicina 2/1).
Empero, gran parte de los participantes evidenciaron diferentes problemas relacionados con el uso de las aplicaciones; entre los más frecuentes, el desconocimiento de su existencia, no recordarlo en el momento, no saberlas utilizar, poca señal de Internet en el recinto y no tener la seguridad de que tradujera el lenguaje técnico o las formas verbales precisas.
«No, no se nos ocurrió en ese momento [utilizar la aplicación del traductor], es que tampoco sé si funcionará bien. Es que cuando he traducido del español al inglés u otro idioma, la traducción nunca queda bien, las conjugaciones de los verbos son distintas, las expresiones que se usan son distintas, el lenguaje técnico igual es difícil. Entonces, no sabía si iba a ser para mejor o peor» (Hombre, Kinesiología 3/1).
Al indagar en las razones para usar esta serie de estrategias, todos fueron claros y enfáticos en señalar que se les había ocurrido en el momento.
«No, como que nadie enseña eso. Al final es como que uno tiene resolverlo. Lo que uno hace es improvisación pura. Siento que podría materializarse como algo real, que te digan ‹estos son los 5 puntos más importantes al momento de hablar con una persona que no tiene tu idioma›, eso sería de mucha ayuda» (Mujer, Nutrición 1/3).
Categoría 2: Habilidades personalesDados los diversos encuentros clínicos que ha tenido el estudiantado con la población extranjera, los entrevistados aluden a una variedad de condiciones que son requeridas para comunicarse de manera eficaz en la situación clínica. A partir de esto, fue posible identificar determinadas habilidades personales que ellos consideran importantes para dicha tarea.
IntrapersonalesSon habilidades personales en las que el sujeto, de manera autónoma, optimiza la manera de comunicar. A partir de las entrevistas realizadas, se pudo distinguir 5 habilidades de este tipo: iniciativa, voluntad, perseverancia, humildad y capacidad reflexiva.
Iniciativa: para superar con éxito el desafío de prestar atención a la población extranjera, el estudiantado no solo gestionó recursos, sino que, además, analizó su desempeño para mejorarlo en una próxima oportunidad.
«Fue difícil, muy difícil la comunicación con ella, es lo más difícil que me ha tocado (…). Y en la noche me puse a traducir muchas frases en creole, imprimí una hoja con preguntas ‹¿Cómo estaba?›, ‹¿Dónde vivía?›, ‹si necesitaba algo›, porque había llegado [al hospital] solo con lo puesto (…) Entonces, reunimos dinero, compramos pañales [para el bebé] y se los fui a dejar. Esa fue una súper buena experiencia, me sentí bien. Pero sí, confieso que fue un desafío muy grande poder enfrentarme a ese momento, porque no tenía más herramientas para comunicarme con ella, fue algo súper desafiante» (Hombre, Medicina 5/2).
Voluntad: varios participantes fueron bastante críticos al mencionar que era necesaria una mayor proactividad y voluntad para querer realizar la atención de salud hacia la población extranjera. Al parecer, el estudiantado observa que existe cierto desinterés o falta de disposición en el equipo de salud.
«(…) yo encuentro que falta mucha empatía, mucha conciencia también, porque las herramientas tecnológicas están ahí, tenemos las capacidades para usarlas. Lo que falta es querer hacerlo, como la voluntad para hacerlo, porque cuando yo le dije a mi tutora que atendí sola a la paciente [de nacionalidad] china, ella dijo ‹¿y cómo la atendiste?›. A ellos no se les había ocurrido ocupar el traductor, y eso que es una herramienta del celular, que es gratis, que está ahí. Entonces, yo creo que es eso, el querer hacerlo» (Mujer, Obstetricia 2/2).
Perseverancia: fueron múltiples los desafíos que tuvieron que superar los participantes para proporcionar una atención de salud que los hiciera sentir satisfechos. Siempre intentaron agotar todas las alternativas que estuvieron a su alcance para conseguirlo; no obstante, eran muy autocríticos cuando no lo lograban a cabalidad.
«Me frustraba un poco el no lograr que ella me entendiera, ni yo poder entenderla completamente a ella; pero yo igual quería seguir intentándolo y me daba el ánimo de seguir, porque el proceso por el que ella estaba pasando era muy difícil y yo sentía que ella necesitaba más apoyo, no solamente médico, sino que también en la parte emocional, porque ella estaba muy angustiada y no quería volver a pasar por lo mismo» (Mujer, Medicina 3/1).
Humildad: el estudiantado reflexionó sobre el desempeño logrado con la población extranjera. A partir de allí, se cuestionó, buscó nuevas alternativas y se adaptó a la interacción para mejorar la relación terapéutica.
«Lo comentamos mucho con mis guías clínicos, hablamos sobre el tema de cómo podríamos mejorar la atención, manejarlo mejor. Incluso con la paciente haitiana, yo me aprendí algunas palabras en creole, para que sea una relación recíproca, porque la relación es de 2. Igual es fome que ella se esté esforzando todo el rato por hablar español, siendo que yo también puedo aprender para poder ayudarla y que sea una relación de igualdad. Que ella se vaya sintiendo acogida también (…) Que vea que hay otra persona que también se está esforzando por comunicarse con ella» (Mujer, Kinesiología 3/3).
Capacidad reflexiva: aunado a lo anterior, algunos participantes mencionaron que el actual escenario migratorio resulta en una oportunidad de replanteamiento en la manera de hacer el trabajo clínico. No obstante, fueron solo unos pocos los que llegaron a este nivel de reflexión, en general se apreciaba un cuestionamiento de tipo instrumental que solo abarcaba lo relacionado a mejorar las estrategias comunicativas.
«Entonces, [el actual escenario migratorio] es como un súper buen ejercicio para poner en práctica esta nueva forma de hacer las cosas. Si elegí estudiar esta carrera, también es como para hacerme cargo de ser médico en los tiempos contemporáneos, que exigen nuevas formas de hacer las cosas. Y desde la medicina, que yo sé que es un mundo súper elitista y es más reticente a los cambios que otras esferas de la sociedad, hay un trabajo que hacer. Pero como te decía, poder conversar cuestiones desde una perspectiva crítica de lo que está pasando, yo creo que es posible de hacer» (Hombre, Medicina 7/2).
InterpersonalesSon habilidades personales que el sujeto desarrolla y utiliza en la interacción con los otros. El análisis permitió identificar claramente la empatía, como una habilidad importante en la respuesta de los participantes.
Empatía: el estudiantado de Ciencias de la Salud considera relevante poder desarrollar las habilidades personales que le permitan atender y ser consciente de las necesidades del otro.
«Yo creo que todas las habilidades relacionadas con ser persona, yo sacaría los aspectos clínicos, ya hay mucho material de eso. Yo lo llevaría a lo que me dijeron el primer día que yo entré a la universidad, habilidades blandas (…) Como que siento que tenemos ramos de sobra para que nos enseñen protocolos, técnicas y todo ese tipo de cosas; pero si no sabes saludarlo, si no sabes tratarlo, puede que el paciente no se deje atender y hasta ahí quedaron tus 5 años aprendiendo teoría (…) Falta darle un poquito más de importancia a las habilidades, el compartir, la empatía» (Mujer, Odontología 8/2).
En esta cita, es posible ver una crítica a la preponderancia que se le otorga a los aspectos técnicos y prácticos de la formación profesional, en desmedro de las habilidades interpersonales.
Discusión y conclusiónPara proporcionar atención a la población extranjera, el estudiantado inició la interacción con el modo no verbal y fue incorporando otros modos semióticos hasta que recurrió a la tecnología para mostrar imágenes y utilizar la aplicación del traductor.
Debe hacerse notar que cierto grupo de participantes fueron mejores gestores e incluyeron, progresivamente, todas las modalidades hasta conseguir su propósito. En cambio, otros entrevistados no llegaron a usar el modo verbal en otro idioma ni el modo aplicación de traductor. Por un lado, porque no dominaban otros idiomas aparte del español y, por otro, porque no se les ocurrió utilizar las herramientas tecnológicas existentes. Esta limitación comunicativa concuerda con los resultados de otros estudios que indican que el estudiantado infrautiliza los recursos tecnológicos, quedándose en lo instrumental básico o recreativo, sin que exista una verdadera apropiación de ellos para realizar actividades productivas académicas26. Este hecho se origina en brechas sociales, económicas y educativas27,28.
Estos hallazgos muestran la necesidad de orientar la formación de profesionales de la salud de manera que enfrenten la incertidumbre de una era globalizada, lo cual implica no solo tener en cuenta el saber técnico y práctico relacionado con su profesión, sino también el saber praxeológico, con una actitud reflexiva que contribuya a evaluar, cuestionar, comprender e innovar en el mundo social cambiante29,30.
Las estrategias de comunicación multimodal identificadas en este estudio guardan relación con una serie de recursos disponibles para comunicarse al realizar atención a los pacientes extranjeros. La selección o combinación de uno u otro recurso siempre dependió de las decisiones que en el momento tomó el estudiante, basado en la evaluación del contexto. Es claro que para hacer estas elecciones, las habilidades personales juegan un importante rol, puesto que los participantes frecuentemente relataron hacer una monitorización de la situación y la realización de ajustes dependiendo de su eficacia comunicativa30.
Las estrategias personales de comunicación identificadas en este estudio, esto es, iniciativa, voluntad, perseverancia, humildad, capacidad reflexiva y empatía, son congruentes con las habilidades internas propuestas por Hagar para el logro de Competencia Intercultural30. De este conjunto de estrategias personales, los entrevistados relevaron frecuentemente la empatía como el primordial impulsor que los motivó y movilizó para proporcionar una atención cercana y de calidad a la población extranjera. En esta línea, sería de interés, en futuras investigaciones, profundizar en la influencia de las habilidades personales de estudiantes de Ciencias de la Salud en el logro de Competencia Intercultural.
Una fortaleza de esta investigación es que, además de identificar las estrategias comunicativas usadas por el estudiantado en el contexto de la atención de la salud con la población extranjera, permitió revelar las dificultades comunicativas que enfrentan en este contexto. Como consecuencia, es posible afirmar que en la formación profesional de estudiantes de Ciencias de la Salud debiera incorporarse, de manera explícita y sistemática, el desarrollo de competencias comunicativas, además de habilidades intra- e interpersonales con un enfoque práctico, que incluya metodologías activas como juegos de rol, dramatizaciones, simulaciones o experiencias de inmersión en el campo20,21. De lo observado en este estudio, particularmente, se infiere la necesidad de formar para una adecuada interpretación del lenguaje no verbal según la base cultural que tenga el paciente9 y de incorporar el uso de recursos tecnológicos en beneficio de la atención clínica.
Una limitación de este estudio es que incluyó solo 3 universidades chilenas; a pesar de esto, la cantidad de carreras y participantes es considerable para que los resultados puedan ser transferidos a otras localidades que compartan iguales características.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que los procedimientos seguidos se conformaron a las normas éticas del comité de experimentación humana responsable y de acuerdo con la Asociación Médica Mundial y la Declaración de Helsinki.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de los pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor para correspondencia.
Conflictos de interésLas autoras declaran no tener conflicto de intereses.
AgradecimientosLa autora principal agradece a la ANID-PFCHA/Doctorado Nacional/2019-21190254 por financiar los estudios de Doctorado en Educación en la Universidad Católica de la Santísima Concepción.