En el artículo original de su revista titulado «Sentimientos del estudiante de medicina al abordar la muerte con cine, música y casos reales» del autor Ramírez-Villaseñor I1, el cual explora las emociones y los sentimientos de los estudiantes respecto a la muerte como hecho humano universal; nos hace reflexionar desde nuestra perspectiva como docentes, sobre la importancia de incluir en la malla curricular: cursos y contenidos sobre la sensibilización para abordar la muerte en los estudiantes de medicina.
Los programas educativos destinados para elevar en los estudiantes la autoconciencia de su actitud, acompañados de intervenciones destinadas a reducir el miedo a la muerte, pueden favorecer su afrontamiento2. Los estudiantes y los profesionales de medicina deben comprender y ser capaces de comunicar, efectivamente, a sus pacientes y familiares sobre temas relacionados a esta última etapa de la vida de los pacientes, además de ayudarlos a aceptarla.
Agusti Anna M et al., menciona en su artículo que existen investigaciones relacionadas a reducir la ansiedad hacia la muerte en los estudiantes de medicina. Los resultados de su estudio muestran como el hecho de participar en un curso de educación sobre la muerte supone una mejora en las actitudes de los estudiantes, disminuyendo su ansiedad, el morir de uno mismo y de los demás y el tratamiento del paciente moribundo y su familia3.
En el artículo de Schmidt-Ríovalle J et al., presenta un estudio de la aplicación de la «escala de Bugen de afrontamiento de la muerte», que sirve para determinar en los participantes el nivel de involucramiento en cada uno de los momentos hasta llegar a la muerte. El 91% de los estudiantes recomiendan incluir la experiencia vivida en el currículo médico de forma permanente4.
Otra investigación menciona sobre la importancia de las herramientas comunicacionales en la formación de un médico: Destacan el entrenamiento en empatía, en cómo realizar una entrevista, en dar malas noticias y otros recursos de espacios educacionales formales del ciclo inicial5.
En conclusión, las universidades deberían preparar a todos los profesionales sanitarios a abordar el alivio del sufrimiento y el acompañamiento a la muerte de sus pacientes, debiendo adquirir competencias, conocimientos prácticos, habilidades de comunicación con moribundos y familiares. Deben participar en cursos para mejorar su capacidad de abordar la muerte de los pacientes, de modo que se sienten más seguros, empáticos, sensibles y menos ansiosos; mejor preparados a la hora de trabajar con pacientes terminales.