La incorporación de estudiantes en su primer año a los escenarios clínicos es muy interesante a la vez que beneficiosa para su formación, como aportan Ávila Juárez et al.1 a través de la simulación y los pacientes estandarizados.
En la misma línea, creemos que podría ser interesante introducir a los estudiantes a las perspectivas éticas.
Los principios bioéticos, aunque muchas veces olvidados, forman parte de toda comunicación médico-paciente y a su vez, facilitan la atención centrada en la persona-paciente, contribuyendo a mejorar la práctica clínica2.
En la formación médica actual, existe mayoritariamente una separación entre la atención al paciente y la bioética y pocas veces tienden a superponerse y/o unificarse. Es cierto que para adoptar una comunicación correcta hay que desarrollar un conjunto de habilidades, que son fruto del entrenamiento y de encontrarse ante las situaciones que en un futuro encararán como profesionales, pero dichas habilidades pueden ser éticamente ambiguas, se pueden ampliar para bien o para mal2. Solo con el análisis de dichas habilidades desde una perspectiva bioética se podrán identificar los valores que orientan la acción y evitar ambigüedades morales, siempre en beneficio de nuestros pacientes.
A pesar de que en algunas facultades de Medicina la Bioética forma parte del currículum, en la mayoría sigue siendo una asignatura pendiente. Su introducción sería perfectamente incorporable en los primeros acercamientos de los estudiantes en cursos iniciales de su formación médica, a partir de la existencia de casos clínicos y simulaciones que no solo les brindara la oportunidad de desarrollar habilidades comunicativas, sino que además, añadiera situaciones éticamente complejas y conflictivas, apelando a la introspección3 y al desarrollo de una actitud crítica4 innata en el ser humano, enmarcada dentro de los principios bioéticos. Con esto no solo formaríamos mejores profesionales, sino que fomentaríamos la humanización5, cada vez más necesaria en esta bonita profesión.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.