Hemos leído el artículo sobre la importancia de la historia clínica1 y quisiéramos aportar nuestra opinión.
La actividad clínica y la de la enseñanza de la Medicina están cambiando. Hemos pasado de una medicina centrada en la historia clínica y la exploración física, a una medicina donde prima, por encima de todo, el solicitar pruebas diagnósticas, estén realmente indicadas o no2.
Coincidimos con Solano-Iturri en que la historia clínica y la exploración física no deben perder el importante papel para establecer un diagnóstico diferencial lógico y sensato y así el evitar la realización de pruebas innecesarias que pueden producir significativa iatrogenia; no solo «física» sino también «psicológica».
Las facultades de Medicina tienen una importante responsabilidad; tanto los profesores que damos asignaturas de introducción a la práctica de la medicina como los responsables de las rotaciones hospitalarias y en centros de salud, y deberíamos comprobar que los futuros médicos no solo sean capaces de realizar anamnesis adecuadas, sino que sepan redactar historias clínicas «en condiciones»3. Consideramos que tanto una buena anamnesis como una correcta redacción de la historia clínica son fundamentales para una asistencia correcta. Desafortunadamente, esos 12 casos clínicos que se comentan1, no son más que la punta de un iceberg: muchos de los médicos que estamos formando, están perdiendo esta capacidad y los responsables somos quienes los formamos4.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.