Hemos leído con sumo interés el artículo titulado «Producción científica en educación médica en Latinoamérica en Scopus, 2011-2015»1. Consideramos que es un valioso aporte para los que realizamos estudios en educación médica por el hecho de que permite conocer las tendencias de la investigación en este tema en Latinoamérica.
Felicitamos a los autores por la selección de la base de datos Scopus para desarrollar su investigación pues esta es reconocida porque agrupa las revistas más importantes del área donde usualmente publican los autores latinoamericanos2.
Las variables analizadas permiten conocer las principales temáticas, las poblaciones, la producción por países, así como algunos elementos relacionados con la colaboración científica. Sobre este último aspecto es pertinente realizar algunas precisiones con respecto a la colaboración de Cuba con otros países en el tema de la educación médica. Los autores afirman que este país «tiene muy pocos estudios con colaboración internacional posiblemente debido a la dificultad para formar redes internacionales de colaboración a consecuencia de sus relaciones políticas internacionales».
Esta visión es incompleta y, por tanto, posee imprecisiones. La educación, y dentro de esta, la educación médica, es un derecho del pueblo dado por la Constitución de la República de Cuba3 y garantiza «que no haya enfermo que no tenga atención médica; (…) que no haya persona que no tenga acceso al estudio, la cultura y el deporte». En el país existen universidades de ciencias médicas en todas las provincias y el total de trabajadores del sistema nacional de salud ascendía a 493.368 en 2016 y muchos son profesores de la educación médica superior. Además, en el curso 2016-2017 la matrícula en las universidades fue de 78.351 estudiantes4.
Nuestro país ha tenido iniciativas importantes que desbordan el alcance nacional de este derecho a la educación y a la salud. Un total de 2.326 educandos se están formando bajo el programa de la Escuela Latinoamérica de Medicina (ELAM)4 y existen además, muchos otros profesionales de otros países que se forman en el resto de las universidades no médicas del país. Pero en efecto la cantidad de profesionales interesados en el tema de la educación médica es baja.
Coincidimos con los autores que en los artículos relacionados con el tema de la educación médica hay una evidente escasez de la colaboración internacional. Este fenómeno que se observa no es exclusivo de esta temática, sino que se puede ver en otros aspectos de la producción científica cubana en temas sobre salud en general y ha sido objeto de análisis y crítica en otras publicaciones que han tratado el tema5–7.
Sin embargo, Cuba se caracteriza por una amplísima cooperación con muchos países en el plano sanitario. Esto lo demuestra su papel en la ayuda solidaria a muchos pueblos del Tercer Mundo a lo largo de los últimos 60 años. Esta amplia cooperación no ha ocurrido en la misma medida para formar redes internacionales de producción científica. Por ejemplo, Cuba desempeñó un papel importante en la lucha contra el virus del ébola en África, pero pocas fueron las publicaciones realizadas a partir de esa experiencia sanitaria con los países afectados y cooperantes de otras naciones8–10.
Morán-Mariños et al.1 para intentar justificar la pobre cooperación internacional de Cuba en el tema de la educación médica se apoyan en una nota periodística de Alicia Rivera en el periódico español «El País» en 200411. Esta nota refiere un intento de bloquear la producción científica cubana en revistas que se editan en los EE. UU. o por editoriales vinculadas de alguna manera a este país. Es válido aclarar que este intento fue rechazado por la inmensa mayoría de las editoriales más importantes del mundo y sucedió hace más de 10 años en un contexto poco favorable hacia Cuba. Además, uno de los países con los que Cuba mantiene más vínculos en sus publicaciones es precisamente EE.UU.12.
Por otra parte, es importante señalar que existe una imprecisión en el título de la revista cubana a la que se hace referencia pues el nombre correcto de la publicación es Educación Médica Superior, lo cual se puede corroborar si se accede al sitio web de dicha publicación o a las bases de datos donde está indexada.
Estamos ante la presencia de un excelente estudio que permite evaluar el estado actual de las investigaciones sobre educación médica en Latinoamérica, así como las contribuciones de los países en esta área del conocimiento, el cual permitirá orientar futuras líneas de investigación hacia campos específicos.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.