Semblanza del Prof. Agustín Pedro Pons

Infancia y adolescencia

El Dr. Agustín Pedro Pons nació el 9 de mayo de 1898 en el seno de una familia modesta; sus padres, Tomás y Margarita, tenían una taberna en la calle Claris. Era el menor de 5 hermanos (2 mujeres, las mayores, y 3 varones).

Fue al colegio de los Maristas, primero al situado en la calle Lauria y después al de la Granvía.

No fue un estudiante brillante durante el bachillerato, y decía con cierta frecuencia por aquellos tiempos que no sabía estudiar y que era un negado para las matemáticas. En este sentido, no aprobó dicha asignatura hasta que un profesor, Mr. Mejan, se las enseñó con una claridad cartesiana.

En el 3.^er curso sucedió algo decisivo: lo cambiaron de colegio, trasladándolo al Colegio «Cervantes», situado a 4 pasos de la plaza Tetuán. En ese centro se respiraba libertad. Cuando salían del colegio iban a dicha plaza a leer y conversar; aquí fue donde le surgió el gusto por el estudio. El hecho es que empezó a tener prisa, y por iniciativa propia hizo 5.^o y 6.^o en un solo curso.

Facultad de Medicina y concursos

Inició la licenciatura en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona en 1814 y finalizó en 1819. En aquellos momentos, las 2 preferencias del Dr. Agustín Pedro Pons eran los libros y los enfermos. A los pacientes los veía, cuidaba, seguía y estudiaba en el Hospital de la Santa Creu. Por aquel entonces, 2 fueron sus grandes maestros: el Dr. Francesc Ferrer Solervicens en la Facultad de Medicina y el Dr. Francisco Esquerdo del Hospital de la Santa Creu.

No sería justo dejar de mencionar aquí que las primeras oposiciones no fueron a catedrático de universidad. Su objetivo era una buena formación científica y conseguir un puesto de trabajo en el Hospital de la Santa Creu. Por dicho motivo concursó en 1921 a la plaza de director del servicio de Pediatría del Hospital Santa Creu. La no consecución de la plaza le causó un cierto desencanto, hasta incluso un cierto sentimiento de injusticia, pero la creencia positiva de que era capaz de hacer unas buenas oposiciones y una importante clarificación respecto a su futuro: no obsesionarse con obtener una plaza de médico en el hospital de la Santa Creu.

Y mira por donde, un día bajando por las Ramblas como tantos otros, se topó con un colega que se dedicaba a la homeopatía, el Dr. Suñol, que le informó que se iban a convocar oposiciones a la Cátedra de Patología Médica de Madrid, la cátedra más importante de la facultad madrileña.

Por aquel entonces, Agustín Pedro Pons no era ni doctor, y se puso manos a la obra. En 15 días sin dormir hizo la tesis que llevaba por título «La enfermedad de Banti y los síndromes esplenohepáticos» y obtuvo la calificación de excelente.

Se presentó a las oposiciones para optar a la cátedra de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid (diciembre 1925), Barcelona (enero 1926) y Cádiz (marzo 1926). Finalmente, en las oposiciones celebradas en marzo 1927 obtuvo los 3 votos necesarios para ocupar la cátedra de la Universidad de Barcelona.

De la Clínica Médica A a la Residencia Francisco Franco

Su entrada fue un poco tormentosa porque el Dr. Ferrer Cagigal se consideraba con el derecho de ocuparla por criterios de antigüedad. El claustro en peso no se sintió lo suficientemente inclinado para dar el aval a esta anomalía, y gracias a la actitud decidida del Decano, Dr. Bonafonte, se le concedió la posesión de los servicios clínicos de la Clínica Médica A.

En el Hospital Clinic, creó una escuela de Medicina Interna muy notable de la que han salido catedráticos y jefes de departamento de Medicina de muchos hospitales españoles. Entre sus discípulos más destacados cabe destacar las figuras de Pedro Farreras, Ciril Rozman, Màrius Foz, Jordi Gras, Manel Ribas Mundó, Soledad Woessner y muchos otros.

En mayo de 1968, cuando se jubila de la cátedra, se incorpora a la Residencia Hospital Francisco Franco de la Vall d’Hebrón como jefe del departamento de Medicina Interna y ejerce el cargo hasta su muerte.

El Tratado de Patología y Clínica Médicas y Medicina Clínica

Tuvo su máxima proyección con la publicación del Tratado de Patología y Clínica Médica, 6 volúmenes en los que participaron todos sus colaboradores. Durante 30 años, esta fue la obra de estudio y referencia de la materia.

En 1943, junto al catedrático de Psiquiatría, Prof. Ramón Sarró Burbano, funda la revista científica Medicina Clínica, que perdura hasta nuestros días.

También con el Dr. P. Barceló creó en 1945 la Revista Española de Reumatismo y Enfermedades Osteoarticulares impulsando así el núcleo reumatológico de la Clínica Médica A.

Empresas, distinciones y honores

A finales de los años sesenta, como preludio de la jubilación creó y presidió la sociedad Instituciones Médicas SA, junto con otros doctores, amigos y colaboradores habituales. Esta sociedad tenía como objetivo la construcción y creación de un hospital vanguardista en Barcelona, con capital privado, propuesta que no terminó de prosperar por denegación de los permisos municipales.

Entre las diferentes distinciones y honores que recibió a lo largo de su vida profesional, cabe mencionar la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, la Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad, Chevalier de la Legion d’Honneur, la medalla de plata de la Diputación de Barcelona y doctor honoris causa por la Universidad de Tolouse.

Ocio

El Dr. Agustín Pedro Pons también adquirió fama en el terreno de sus aficiones de la infancia, como la música, el teatro, la literatura y el coleccionismo. Al Profesor le atraía la música clásica, las zarzuelas y la música popular. Entendía de literatura, teatro, cine y pintura y fue coleccionista de obras de arte. Hizo de mecenas de la edición de la Historia del teatro catalán, colaboró muy activamente y a través de apoyo financiero en la salvación del Teatro Romea de Barcelona. Durante muchos años formó parte del patronato de este teatro, hizo amistad con muchos actores y personajes destacados del teatro y la música, que visitaron la Clínica Médica A en algunas ocasiones. Viajaba habitualmente a París para visitar la ciudad, los teatros, las exposiciones, los museos, los cabarés y, sobre todo, anticuarios.

Respecto a los libros, desarrolló una gran pasión y terminó reuniendo una excelente biblioteca personal con libros antiguos, revistas, publicaciones y archivos de ediciones limitadas u originales de gran valor, comprados a anticuarios, libreros, etc., por lo que se creó una gran fama en este terreno como coleccionista. Su biblioteca personal estaba compuesta de más de 3.000 libros no médicos.

El Dr. A. Pedro Pons falleció el 17 de marzo de 1971 en su finca de Vallvidrera a causa de un infarto de miocardio a la edad de 72 años.