Introducción: La desnutrición constituye un factor de mal pronóstico para el paciente hospitalizado, pudiendo incrementar el número y gravedad de las complicaciones de la propia enfermedad, reducir la capacidad de respuesta al tratamiento o el grado de respuesta inmune, y así incrementar su morbimortalidad. El cribado nutricional CIPA, desarrollado en nuestro centro, es positivo cuando se cumple al menos una de las siguientes condiciones: control de ingestas en 48-72h < 50%; albúmina < 3 g/dl, índice de masa corporal < 18,5 kg/m² o circunferencia del brazo &le; 22,5 cm.

Objetivos: Relacionar los resultados del cribado nutricional CIPA desde su implantación en el centro con variables clínicas para establecer su capacidad pronóstica.

Método: Se revisaron retrospectivamente los resultados de los cribados CIPA realizados en el periodo 2014-2022. Se analizaron las variables de estancia hospitalaria, reingreso precoz y mortalidad a los 3 y 6 meses y su asociación con el resultado del CIPA. Todas ellas se ajustaron por edad, sexo y servicio de procedencia.

Resultados: Se incluyó en el análisis un total de 32067 cribados, de los cuales un 31,5% fueron positivos. Los pacientes con CIPA+ presentaron 2,8 días más en la mediana de la estancia hospitalaria frente a los pacientes con CIPA- (IC95% 2,6-3,1; p < 0,001). Se observó que los pacientes con CIPA+ presentaron una tasa de reingreso precoz superior a la de los pacientes con CIPA- (OR 1,2; IC95% 1,1-1,3; p < 0,001). En cuanto a la mortalidad a los 3 y 6 meses se objetivó que también fue superior de manera significativa en los pacientes con CIPA+ (OR 2,8; IC95% 2,6-3; p < 0,001 y OR 2,4; IC95% 2,2-2,6; p < 0,001; respectivamente).

Conclusiones: En una amplia población a estudio, se objetivó que el cribado nutricional CIPA es capaz de predecir un peor pronóstico clínico en los pacientes positivos.