Los avances tecnológicos en los últimos años han permitido una notable evolución del sistema de salud, así Haux1 describe esta evolución a partir del almacenamiento de información en formatos digitales, la interconexión entre los sistemas de salud, los e_pacientes, la gestión estratégica de la información, la complejidad del tipo de datos integrados en los sistemas de información, el incremento de la incorporación e integración de diferentes dispositivos y sensores tecnológicos para la monitorización de los pacientes, etc. Inclusive, de acuerdo con Hawn2, en la industria de la salud también se está aprovechando las herramientas de la web 2.03, las cuales están cambiando la forma de interacción médico – paciente.

Así, para Lupiañez4, dentro de las nuevas prácticas del personal médico están, por ejemplo: el envío de partes médicos y el seguimiento de consultas por vía electrónica (e-mails, SMS, etc.), así como también, el envío de pruebas médicas, la coordinación de las visitas al centro de salud u hospital, la consulta de la historia clínica y los resultados de diversas pruebas, por mencionar algunas de ellas. Lupiañez4, menciona también, que Internet ha surgido como un nuevo medio para la práctica médica y pone como ejemplos del uso de Internet para proveer servicios sanitarios a la telemedicina y a la teleasistencia.

En este contexto, el mismo autor, menciona que desde principios de la década de los noventa se ha utilizado el término eSalud para referirse a la aplicación de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) (especialmente las herramientas, recursos y servicios relacionados con Internet) al ámbito de la salud. «Esto ofrece a los actores del sistema de salud un espacio de información, un medio de interacción, una herramienta para la provisión de servicios y por último un medio con numerosas aplicaciones sobre Salud Pública»4, como menciona Powell y Darvel citado en Lupiañez.

De allí que, un profesional sanitario, según Larrauri, actualmente debería desarrollar unas adecuadas competencias TIC, definiéndolas como «las condiciones cognitivas, afectivas y psicomotrices que permiten a las personas utilizar las tecnologías para acceder, obtener, organizar, evaluar, crear y comunicar información; lo que facilite un pleno desenvolvimiento y desarrollo en la sociedad»5. Además, este autor menciona cinco competencias TIC que un profesional de la salud debe poseer, las cuales son: uso eficiente de las TIC, acceso a la información y comunicación, gestión de la información y el conocimiento, generación del conocimiento y difusión del conocimiento5.

De acuerdo a lo mostrado en la figura 1, las competencias TIC son aquellas que los estudiantes del área de la salud deben desarrollar a lo largo de su proceso formativo en la universidad. En este sentido, se deben diseñar estrategias adecuadas que permitan a las Instituciones de Educación Superior, tener la certeza de que los estudiantes las han adquirido. Para esto, se debería determinar los niveles de competencias digitales que poseen los estudiantes cuando llegan a la universidad y a partir de esta línea de base, poder garantizar, a través de su formación, el desarrollo de las mismas hasta finalizar sus estudios regulares.

Figura 1.

Competencias en TIC.

Fuente: elaboración propia de los autores en base al trabajo de Lupiañez en 2008.

(0.11MB).

Para Arras et al.6, resulta sumamente necesario el conocer las competencias TIC que poseen los estudiantes de primer ingreso. De igual forma, para Cabero et al.7, es importante contar con un punto de partida a partir del cual se propongan los objetivos y los resultados de aprendizaje de las asignaturas relacionadas con el manejo de las TIC, y para Gisbert y Esteve8, es necesario conocer estas competencias TIC para el desarrollo de nuevas competencias transversales9.

En este mismo sentido, se considera que los grados universitarios deben capacitar a los estudiantes para su incorporación al mercado laboral y profesional, y asumiendo que el entorno laboral es un entorno altamente digitalizado, resulta importante que las Instituciones de Educación Superior se responsabilicen del logro de estas competencias en todos los estudiantes. Así, para mejorar los procesos de aprendizaje, se tendrían que diseñar procesos formativos con unos objetivos educativos muy bien definidos, con una adecuada planificación de actividades y con el diseño de un proceso de evaluación de los aprendizajes coherente con la opción metodológica adoptada8.

De acuerdo a lo anterior, la presente investigación tuvo dos objetivos, el primero fue el conocer las percepciones que tienen los estudiantes que ingresan en la Facultad de Ciencias de la Salud, de la Universidad Nacional de Chimborazo (UNACH) en Ecuador, sobre el manejo de ciertas competencias TIC, entendidas como una serie de conocimientos sobre el uso de recursos y herramientas para acceder a la información, para gestionar la información, para la generación del conocimiento y para la difusión del conocimiento5. El segundo objetivo, fue el conocer de forma general, las necesidades de formación y refuerzo en el manejo de ciertas tareas informáticas para lograr un adecuado nivel en el dominio de las competencias TIC requeridas por los nuevos profesionales de ciencias de la salud.

El presente estudio se enmarca dentro del paradigma de investigación cuantitativo, con un alcance descriptivo10, además responde a un diseño no experimental y de corte transversal.

La población sobre la cual se realizó la presente investigación estuvo formada por los estudiantes de primer semestre de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UNACH durante el período académico abril de 2017 - agosto de 2017, y que, de acuerdo al informe de la secretaría de carreras de la mencionada universidad, correspondieron a 246 estudiantes, como se muestran en la tabla 1. Del total de la población se obtuvo una tasa de respuesta del 85% de estudiantes, mientras que el 15% de estudiantes no participaron en este estudio, porque no se pudo localizarlos o por deserción estudiantil.

La técnica empleada para recolección de la información fue la encuesta y el instrumento utilizado fue el Cuestionario sobre competencias TIC de los estudiantes de primer semestre/año, el cual fue adaptado al contexto ecuatoriano a partir de un instrumento propuesto por la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación de Chile, el cual fue elaborado tomando como referencia el trabajo de Cabero Almenara, Llorente Cejudo y Marín Díaz publicado en 20107.

Así, la parte presentada en este artículo, contiene 36 ítems sobre las autopercepciones en el manejo de la tecnología. Las interrogantes, corresponden a preguntas valoradas con una escala tipo Likert, en la cual el estudiante puede responder con valores de 1 a 5, donde 1 es completamente ineficaz, 3 moderadamente competente y 5 completamente competente, existiendo también la posibilidad de seleccionar la opción NC (no conozco).

Este instrumento fue implementado utilizando los formularios de Google, y aplicado durante la primera y segunda semana del mes de mayo del 2017 de manera online. Posteriormente, los datos fueron procesados utilizando el software estadístico IBM SPSS 22, cuyos resultados se presentan en la sección siguiente.

Se recogieron 207 registros válidos de estudiantes de seis carreras en la Facultad de Ciencias de la Salud de la UNACH, donde se observa que un mayor número corresponde a estudiantes de la carrera de Enfermería (20,8%) y en menor número fueron estudiantes de la carrera de Medicina (10,1%), como se puede observar en la tabla 1.

Por otro lado, se consultó acerca de la edad en la cual los estudiantes comenzaron a usar el ordenador, donde la gran mayoría lo hace a partir de los 10 años de edad, seguido del grupo que empiezan a los 7 y 8 años. Sin embargo, existe un pequeño grupo de encuestados que empieza a usar el ordenador desde edades tempranas, a los 3 y 4 años, como se puede observar en la figura 2, donde se presenta la distribución completa de los valores obtenidos para este interrogante.

Figura 2.

Edad en la cual los estudiantes empiezan a usar el ordenador.

Fuente: elaboración propia de los autores.

(0.09MB).

Para determinar la percepción de los encuestados en cuanto al manejo de ciertas actividades, se obtuvo que los estudiantes se consideran poco competentes en acciones como: la creación y manejo de imágenes; el diseño, creación y modificación de bases de datos; el diseño y publicación de páginas web (valores obtenidos de 2,2 a 2,9).

Un poco más competentes (moderadamente competentes) con valores obtenidos entre 3 y 3,9) mencionan aspectos como: el conocimiento básico del ordenador y sus periféricos, equipos de audio, cámaras de video, etc.; sobre la instalación y desinstalación de programas dentro del ordenador; sobre el manejo de formatos de archivos; el diseño, creación y modificación de hojas de cálculo; la navegación y descarga de recursos desde Internet (programas, imágenes, videos, etc.); la gestión de archivos mediante servicios basados en la nube (cloud computing); la organización, análisis y síntesis de la información mediante tablas, gráficos o esquemas; el manejo de herramientas en línea para hacer trabajos con sus compañeros; y la utilización de plataformas virtuales para estudiar algún curso en línea. Así como también, el uso de varios recursos electrónicos para búsqueda y selección de información académica disponibles desde el sitio de la universidad (catálogo, revistas electrónicas, bases de datos, etc.); y el manejo de herramientas de protección de datos y derechos de autor, entre los principales aspectos mencionados por los estudiantes con estas valoraciones.

Finalmente, los estudiantes se consideran más competentes (valores de 4 cercanos a «competentes») en acciones como: el manejo de procesadores de texto (Word, WordPerfect, Writer, Google Docs, LibreOffice); la navegación por Internet; la comunicación con otras personas, por correo electrónico, chat, mensajería instantánea y foros de distribución. En la tabla 2, se puede observar un resumen de las percepciones expresadas por los estudiantes en cuanto a su capacidad para realizar ciertas acciones digitales.

De acuerdo al análisis de Lupiáñez4, sobre el uso de Internet en los profesionales de la salud, se observa que: el 93,3% de los médicos, así como el 74,3% de las enfermeras, y el 92,9% de los farmacéuticos encuestados utilizan Internet en su práctica profesional.

El 73,3% de los profesionales médicos, así como el 94,3% de las enfermeras, y el 96,5% de los farmacéuticos declaran que Internet es útil para su práctica profesional. El 89% de los médicos, el 74% de enfermeras declaran que utilizan el correo electrónico como medio para comunicarse con otros profesionales. El 49% de los médicos afirma que tienen presencia en Internet a través de un sitio web, con la finalidad de compartir información y divulgar sus trabajos; el 40,7% de las enfermeras y el 47,5% de los farmacéuticos disponen de un sitio web colectivo.

Las actividades que más frecuentemente realizan los médicos son la búsqueda de información, las enfermeras, en cambio, utilizan Internet para el contacto con usuarios, así como el contacto con otros profesionales. Cuestiones relacionadas con los aspectos legales, y las políticas de precios y facturación de los medicamentos son, tan solo, algunas de las actividades de los farmacéuticos a través de Internet.

Como se puede observar en el análisis que hace Lupiáñez4, en otros países del mundo los servidores de la salud hacen uso de las TIC para su práctica profesional, en este sentido, es importante que los futuros profesionales de salud adquieran estas competencias, las cuales les permitan mejorar la calidad de sus servicios en esta era digital.

Así, de acuerdo al diagnóstico de las competencias TIC de los estudiantes que ingresaron en la Facultad de Salud en la UNACH, por un lado, se determinó que ellos se consideran competentes en tan solo 3 acciones relacionadas con el uso del ordenador, estas son: el desarrollo de documentos de texto, la navegación por Internet y la comunicación por correo electrónico, mensajería y chats. En la mayor parte de las actividades informáticas propuestas en la encuesta que tienen que ver con la gestión, generación y difusión de información, los estudiantes se consideran moderadamente competentes, y poco competentes.

Por otro lado, se concluye también, que es necesario que los estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UNACH refuercen sus competencias digitales en cuanto al acceso y uso de la información, y adquieran competencias en gestión de información, generación y difusión del conocimiento; de tal manera que se garantice que los futuros profesionales de salud dominen las cinco competencias en TIC propuestas por Larrauri5.

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.