«El proceso de Bolonia ha puesto en marcha la transformación educativa que impone a las universidades del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) la obligación de orientar la educación de Grado a la obtención de competencias»1. Por tanto, dicha implantación ha sido una tarea y un esfuerzo que los docentes de la universidad española siguen desarrollando con la entrada en vigor del EEES. Está centrada en el producto de la educación, con un profesional que ha de adquirir las competencias en conocimientos, habilidades y actitudes durante su formación2.

La podología es una disciplina de rango universitario en España, constituida por 4 años de formación de Grado. En el Decreto 727/1962 de 29 de marzo, se reconoce y reglamenta la especialidad de podología para los practicantes y ayudantes técnicos sanitarios, recogiendo las capacidades del podólogo de realizar cirugía menor y de poder, con plena autonomía, recibir al paciente directamente, sin depender de un médico3; en el año 1988 se establece el título universitario de Diplomado en Podología, y en el año 2009 el de Graduado en Podología.

«El Plan docente de una asignatura es un documento público en el que se concreta la oferta docente prevista y planificada, de acuerdo con la memoria de la enseñanza correspondiente, las normativas generales propias de la universidad, las normativas específicas del centro en el que se imparten los estudios, y los recursos humanos, económicos y materiales disponibles4. El Plan docente debe especificar las competencias transversales, generales y específicas de la asignatura, de entre las que tiene la materia a la que está vinculada. Las competencias se seleccionan teniendo en cuenta los aprendizajes que el alumnado ha de alcanzar progresivamente a lo largo del curso y que son susceptibles de ser evaluados»4.

Los objetivos son la concreción de las competencias, de acuerdo con los conocimientos, las habilidades, las actitudes, los valores y las normas que hay que enseñar, aprender y evaluar en una asignatura específica. Deben indicar el aprendizaje que se pretende que el estudiante alcance (ser capaz de identificar, interpretar, resolver, reconocer, valorar, analizar, etc.)4.

Cuando hablamos de formación por competencias, la habilidad, la aptitud y el conocimiento constituyen los pilares fundamentales para desempeñar una tarea de manera adecuada y así lograr el resultado deseado5.

Las competencias son adquiridas durante el proceso de aprendizaje a largo plazo por el estudiante en una determinada materia, según los conocimientos, habilidades y actitudes que ha desarrollado en el proceso educativo3,4 (fig. 1).

Figura 1.

Representatividad del concepto de «competencia».

(0.07MB).

El diseño y desarrollo de las reformas de los planes de estudio, desde la etapa de la educación infantil hasta la universidad, está centrado en la actualidad en el concepto de competencia. La legislación de la OCDE y la Unión Europea propusieron que las competencias eran un componente primordial de los procesos de aprendizaje de los alumnos, de la formación del profesor y de la evaluación de la calidad de las instituciones. La enseñanza-aprendizaje en la universidad debe ser capaz de formar a las personas para el aprendizaje permanente. «En la sociedad del conocimiento, cada persona ha de asimilar una base de conocimientos y estrategias eficaces; tiene que saber qué pensar y cómo actuar ante las situaciones realistas de la vida»6.

En el estudio de Galli et al.7 demostraron que existen ligeras diferencias a la hora de conseguir desarrollar las mismas competencias entre diversas universidades del mismo país. En este estudio, desarrollaron un cuestionario para cuantificar las competencias de los estudiantes de la carrera de medicina en una universidad pública y en otra privada. El resultado fue que únicamente en 8 de las 34 competencias se observaron diferencias significativas, siempre a favor de los alumnos de la universidad pública.

La importancia del correcto desarrollo de las competencias, tanto específicas como generales, será beneficiosa no solo para los estudiantes, sino también para las universidades donde realicen los estudios y para los docentes que ayuden a conseguir estas competencias. De igual manera, también resultará relevante para aquellas empresas o sociedades que contraten a los alumnos, ya como profesionales que han adquirido de la mejor manera posible estas competencias propias8.

Cada alumno ha de comprometerse con su propia formación. Ha de querer aprender de forma autónoma en contextos cambiantes. Ha de ser competente para evaluar y tomar decisiones sobre qué, cuándo, cómo necesita aprender. El interés y la motivación resultan claves para un aprendizaje eficaz9.

El estudiante aprenderá si asimila los conocimientos, los integra, los experimenta como relevantes en su vida tanto personal y profesional, los utiliza para identificar y resolver problemas. Por ello, los resultados de aprendizaje (RA) es lo que se espera del estudiante en un modelo educativo como la Universidad de Barcelona: centrado en el estudiante y basado en la práctica.

Por tanto, «el estudiante debe estar en la capacidad de integrar la teoría, la práctica y la actitud, a partir de las competencias cognitivas, procedimentales y actitudinales asumidas, en situaciones que requieran de un pensamiento crítico en los casos clínicos que se presentan durante su proceso formativo»10.

Cabe destacar también que la formación del alumno, independientemente del tipo de ciencia que estudie, no debe caer única y exclusivamente en las competencias específicas de cada carrera. También debemos fomentar como profesionales de la educación aquellas competencias de ámbito transversal o general, como son la capacidad de análisis, la comunicación, el trabajo en equipo o la habilidad de investigación, entre otras10.

Los resultados de los estudiantes en el aprendizaje son las habilidades medibles y los conocimientos que el estudiante adquiere o mejora durante su búsqueda de un título en una disciplina específica, sea o no obligatorio. Una competencia es un conjunto de RA. Se trata de enunciados acerca de lo que se espera que el estudiante sea capaz de hacer, comprender y demostrar una vez terminado un proceso de aprendizaje.

Los objetivos de aprendizaje se enfocan más en los propósitos de la enseñanza y las intenciones de los profesores. Los RA esperados se centran en las acciones específicas, observables y medibles que los estudiantes son capaces de hacer dado el proceso de instrucción.

Los aprendizajes esperados se pueden expresar en forma de4:

• •

  Conocimientos.

• •

  Destrezas. Referente a las habilidades cognitivas y motrices que ayudan al alumno en la obtención de un resultado o solución de un problema a partir del conocimiento, análisis y secuencia.

• •

  Actitudes. Relacionadas con la predisposición para actuar positiva o negativamente ante un objeto, situación, institución o persona en particular.

Las partes fundamentales del proceso de aprendizaje son tres: establecer aquello que debe saber el alumno al final (RA); la programación de actividades formativas a realizar durante el tiempo de duración de enseñanza (la metodología docente), y el sistema empleado para determinar el nivel de conocimientos adquiridos (la metodología de evaluación). Es de vital importancia que exista coordinación entre los RA, la metodología docente y la metodología de evaluación para asegurar un equitativo proceso de enseñanza y aprendizaje11. También es cierto que «el sobredimensionamiento del número de alumnos por grupo, o por clase, es una de las grandes limitaciones de la universidad que condicionan notablemente el proceso docente en habilidades y destrezas»11. Resulta conveniente contestar a la pregunta de si existe esta alineación entre los RA y las actividades formativas para obtener el fin propuesto para mejorar la calidad de las enseñanzas y cumplir las expectativas por parte del profesor y del alumno.

El objetivo principal de este estudio fue analizar las competencias específicas adquiridas por los alumnos de 4.o Grado de Podología de la Universidad de Barcelona. El objetivo secundario fue evaluar los RA en destrezas y habilidades establecidos en los planes docentes de las diferentes asignaturas del Grado de Podología de la Universidad de Barcelona.

El Grado de Podología consta de 240 créditos, distribuidos en 4 años académicos con el siguiente Plan de estudios.

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  Formación básica: 78 créditos.

• •

  Obligatorias: 144 créditos.

• •

  Optativas: 12 créditos.

• •

  Trabajo fin de Grado: 6 créditos.

Las asignaturas de formación básica son: Anatomía, Fisiología, Biología, Bioquímica, Psicología y Estadística. El resto de asignaturas son obligatorias y optativas. En cuanto a los resultados sobre las competencias, estos se muestran en la tabla 1.

Tabla 1.

Competencias adquiridas por el alumno de 4.o Grado de Podología de la Universidad de Barcelona

Las tres competencias que los alumnos consideran que han adquirido con una puntuación de «bastante» se presentan en la tabla 2. En la figura 2 se muestra la competencia que los alumnos han valorado como más adquirida.

Figura 2.

Competencia más adquirida por los estudiantes de 4.o Grado de Podología.

(0.03MB).

Las tres competencias que los alumnos consideran que no han adquirido, y por tanto han puntuado como «nada», se recogen en la tabla tabla 3. En la figura 3 se muestra la competencia con menor valoración.

Figura 3.

Competencia con menor valoración en los estudiantes de 4.o Grado de Podología.

(0.04MB).

Las asignaturas señalizadas son aquellas de las cuales se realizó la encuesta sobre RA, concretamente sobre sus habilidades y destrezas establecidas en su Plan docente (ver fig. 4).

Figura 4.

Plan de estudios del Grado en Podología en la Universidad de Barcelona.

Fuente: http://www.ub.edu/infermeria/guia_grau_podologia/graupodologia/Pla%20d%27estudis.pdf

(0.58MB).

El Grado consta de 240 créditos y fueron analizados los RA de todas las asignaturas sombreadas en color verde, ya que contemplaban en sus planes docentes objetivos en destrezas y habilidades.

Los resultados de los RA distribuidos por asignaturas se detallan en la tabla 4, donde se muestra el RA en habilidades y destrezas más destacable y el menos destacable según los porcentajes obtenidos por los alumnos de las asignaturas básicas y obligatorias del Grado.

Las asignaturas del Plan docente con sus RA superados con un porcentaje mayor del 50% son: Ortopodología fundamental, Microbiología, Documentación y búsqueda bibliográfica, Psicología, Principios y técnicas en quiropodología, Ortopodología aplicada, Cirugía podológica I, Introducción a la clínica, Pie de riesgo, Cirugía podológica, Podología preventiva y Practicum II.

Las asignaturas con un porcentaje alto en los resultados de sus RA han sido dos materias impartidas en el 2.o curso académico del Grado (ver tabla 5 y fig. 5).

Figura 5.

Resultados de las dos asignaturas con menor valoración de los RA.

(0.37MB).

Las asignaturas optativas que el alumno incorporaría como obligatorias en el Plan docente fueron estas cuatro asignaturas: Tratamientos protésicos funcionales, Podología deportiva, Ultrasonografía en podología y Comunicación y divulgación científica (ver fig. 6). A su vez, el alumno considera que la asignatura de Documentación y búsqueda bibliográfica debería ser optativa (48,65%) junto con Bioestadística y salud pública (45,95%).

Figura 6.

Resultados de la valoración de las asignaturas optativas en cuanto a su importancia para ser incorporadas al Plan docente como obligatorias.

(0.17MB).

Al alumno se le realizó una última pregunta para valorar si el Grado de Podología había cumplido sus expectativas. El 77,27% de los estudiantes opinaron que sí con un porcentaje del 50% (ver fig. 7).

Figura 7.

Expectativas del alumno respecto a su formación en el Grado de Podología de la Universidad de Barcelona (UB).

(0.04MB).

Los planes docentes indican las competencias que el alumno debe adquirir, pero es necesario que el docente las tenga presentes a la hora de desarrollar sus clases, diseñar planes docentes, configurar evaluaciones, etc.12.

Según la Ley Orgánica de Universidades (LOU), España se comprometió a adoptar las medidas necesarias para la plena integración de su sistema educativo en el EEES. Los planes de estudios conducentes a la obtención de un título deberán, por tanto, tener en el centro de sus objetivos la adquisición de competencias por parte de los estudiantes. Este es el motor que genera el aprendizaje y que deben lograr en su fase universitaria13.

Es cierto que con este cambio de paradigma el profesor debe transmitir contenidos y preparar al alumno para un futuro profesional. Con una enseñanza teórica-práctica. En ese sentido, el nuevo sistema pretende formar a personas «competentes en el saber, saber hacer y actitudinales».

De acuerdo con Vidal Ledo et al.14, el incesante cambio experimentado en las ciencias biomédicas y en las sociedades humanas, desde el último decenio del pasado siglo, ha venido generando crecientes desafíos para asegurar una adecuada calidad en la formación de los profesionales de la salud.

Las universidades han tenido que adaptar su metodología, estrategias de enseñanza y sistema de evaluación con el fin de garantizar la calidad de los programas de las asignaturas que forman el Grado.

La línea de futuro de este estudio es reflexionar y reforzar las competencias que han sido peor valoradas por los alumnos, para mejorar su aprendizaje en los planes docentes de las diversas asignaturas de Podología, así como revisar los RA peor valorados en el Plan de cada asignatura de forma concreta con el fin de mejorar la formación de los futuros podólogos.

Los docentes deben preguntarse y reflexionar acerca de las competencias que se persiguen, en cualquiera de los niveles del proceso educativo15. Por tanto, este estudio permite valorar fortalezas y debilidades de la institución y de su Grado en Podología. Debería tenerse presenta la opinión de García y Morillas16, «la evaluación de los aprendizajes es un proceso constante de producción de información para la toma de decisiones, sobre la mejora de la calidad de la educación en un contexto humano social, mediante sus funciones diagnóstica, formativa y sumativa».

Los principales hallazgos del presente estudio evidencian un conjunto importante de indicadores para evaluar y seguir mejorando la calidad de la docencia. Porque los llamados «resultados de aprendizaje» no son meras declaraciones de intenciones de los responsables de los currículos, sino que se trata de competencias cuya adquisición debe comprobarse, es decir, evaluarse durante el proceso formativo1.

Los docentes deberán seguir siendo expertos en «conocimiento», pero deberán desarrollar sus capacidades para ampliar esta función actual e incorporar otras nuevas, como mentores de apoyo al proceso de aprendizaje y modelos de comportamiento profesional1.

• •

  Las competencias mejor adquiridas por los alumnos según los cuestionarios son:

  • -

    La morfología, estructura y funciones del pie normal, sus manifestaciones patológicas y métodos de exploración y diagnóstico.

  • -

    La terapéutica farmacológica, física, ortopodológica, quiropodológica y quirúrgica y la profilaxis con el fin de aplicarla en las diversas patologías.

  • -

    Garantizar la calidad asistencial en la práctica de la podología

• •

  Las competencias categorizadas como menos adquiridas por los alumnos son:

  • -

    Adquirir la capacidad de comunicar en los foros científicos los avances profesionales.

  • -

    Aplicar las medidas de resucitación y reanimación en casos de emergencia.

  • -

    Los diferentes sistemas diagnósticos, sus características e interpretación, así como la manipulación de las instalaciones de radiodiagnóstico podológico y la radioprotección.

  • -

    Desarrollar la función docente y de educación sanitaria.

• •

  Las asignaturas con mayor porcentaje en resultados de RA fueron Principios y técnicas en quiropodología y Ortopodología aplicada.

• •

  Las asignaturas optativas que el alumno incorporaría como obligatorias fueron: Tratamientos protésicos funcionales, Podología deportiva, Ultrasonografía en podología y Comunicación y divulgación científica.

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  A su vez, el alumno considera que Búsqueda bibliográfica debería ser optativa junto con Bioestadística y salud pública.

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  Más del 18% de los alumnos consideran que en un 100% se han cumplido sus expectativas del Grado.

• •

  Es necesario revisar los planes docentes de las diferentes asignaturas para analizar mejoras.

Los autores declaran que para esta investigación han seguido los protocolos de su centro de trabajo.

La encuesta fue realizada por enlace URL. Los participantes aceptaron voluntariamente la realización de la encuesta online. No se tiene un consentimiento por escrito. La encuesta online era voluntaria, con información del objetivo del estudio y con consentimiento online de participación.

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.