El artículo de Ruiz Moral et al.1 , evidencia las opiniones de los alumnos y los profesores de la Facultad de Medicina de la Universidad Francisco de Vitoria, Madrid, España, con respecto a las ventajas y desventajas del Programa Online Ante la COVID-19 (POLAC)1. Este programa tiene como objetivo fomentar un aprendizaje autónomo a través de metodologías online2, donde el estudiante es el protagonista de su aprendizaje y el docente un facilitador de ese proceso1,3,4. Por lo tanto, es relevante identificar las opiniones de los estudiantes y los docentes, no solo sobre el impacto global y las facilidades de espacio, tiempo y tecnología que brinda la enseñanza online, sino también sobre la aceptabilidad del programa; es decir, sobre lo que gusta y disgusta del aprendizaje autónomo5. El artículo de Ruiz Moral et al., estudia lo mencionado.
Los resultados más relevantes del artículo los dividimos en comentarios positivos y negativos sobre el POLAC. Con respecto a las opiniones positivas, los alumnos encuestados valoran las herramientas que brinda el programa para monitorear su propio aprendizaje; por ejemplo, las autoevaluaciones, los videos, las clases grabadas1, etcétera. Asimismo, los docentes resaltan la comunicación y el seguimiento frente a las dudas y/o los trabajos académicos de los estudiantes por medio de foros, clases sincrónicas y tutorías virtuales1. Además, opinan que la enseñanza online es una buena fuente para dar feedback y permite aflorar las dudas de los estudiantes1. Incluso, uno de ellos opinó que «una mayor oferta de material ha permitido flujos de comunicación profesor–alumno mayores que en la presencialidad»1. Cabe mencionar que la comunicación y el seguimiento al cual se refieren los encuestados va más allá de la clase sincrónica, puesto que hay otros espacios por donde el docente puede seguir comunicándose con el estudiante; por ejemplo, mediante foros de consulta, tutorías y correos electrónicos.
Con respecto a los comentarios negativos, alumnos y profesores encuestados opinan que la virtualidad afectó a las prácticas6,7 del curso de Anatomía1. Asimismo, ambos coinciden en que la enseñanza online quita la posibilidad de desarrollar habilidades no técnicas8; es decir, la interacción social en persona4, el liderazgo, el trabajo en equipo, la consciencia situacional y el manejo de estrés8, lo que lleva a una pérdida de la transmisión de las emociones vinculadas al conocimiento y a la relación con las demás personas1.
Finalmente, el artículo de Ruiz Moral et al., es valioso porque evidencia las percepciones de los estudiantes y los profesores sobre POLAC. Sin embargo, hemos podido apreciar que los criterios de las encuestas realizadas no toman en cuenta el daño físico y mental que ocasiona la enseñanza virtual en los tiempos de la COVID–19, como el mayor desgaste de la vista por estar muchas horas frente al ordenador, la ansiedad a causa del confinamiento4,6, el estrés, o el sobrepeso que enfrentan el estudiante y el profesor por estar sentados largas horas frente a un monitor9. Por lo tanto, partiendo de los resultados del estudio de Ruiz Moral et al., es relevante resaltar, también, los comentarios de los docentes y alumnos de las carreras de Medicina sobre las repercusiones en su salud física y mental a causa de la enseñanza virtual en tiempos de pandemia. Para identificar el alcance real de lo mencionado, se necesitan estudios exhaustivos sobre la salud y su relación con los modelos de enseñanza – aprendizaje online.
Conflicto de interesesEl autor declara no tener ningún conflicto de intereses.