Introducción: Los quistes hepáticos son una patología poco frecuente, que se presentan con una incidencia entre el 5-7%, siendo más frecuente en mujeres con edades comprendidas entre la cuarta y sexta década de la vida. La mayoría son asintomáticos y diagnosticados de forma casual. El tratamiento quirúrgico solo se recomienda cuando cursan con clínica o complicación. Presentamos el caso de una paciente de 59 años diagnosticada de quiste hepático complicado tratado mediante tratamiento conservador y discutimos su evolución.

Caso clínico: Mujer de 59 años con antecedentes de pancreatitis aguda litiásica, colecistectomía y úlcera duodenal que consultó por cuadro de malestar general, dolor abdominal difuso y febrícula sin otra clínica asociada. A la exploración física presentaba dolor a la palpación en hipocondrio derecho y epigastrio sin peritonismo ni defensa abdominal. Las pruebas de laboratorio mostraron leucocitosis con neutrofilia y la ecografía y TC abdominal demostraron una lesión quística compleja de 8 cm en el segmento II del lóbulo hepático izquierdo multiloculada y tabicada, sin dilatación de vía biliar compatible con un quiste hepático complicado por sangrado o infección. Ingresó con tratamiento conservador y antibioterapia de amplio espectro evolucionando favorablemente y quedando afebril y asintomática. Se completó el estudio con serologías, Entamoeba histolytica y marcadores tumorales negativos. Las pruebas de imagen posteriores evidenciaron una disminución significativa del tamaño de la lesión, siendo alta hospitalaria al 14º día de ingreso. Se propuso la cirugía programada que la paciente rechazó. Durante el seguimiento posterior la paciente persiste asintomática y en las pruebas de imagen se objetiva desaparición de dicha lesión.

Discusión: Los quistes hepáticos suelen producir clínica por compresión de órganos vecinos, y se manifiestan por dolor y distensión abdominal, masa abdominal palpable, náuseas o vómitos. En un 5% presentan complicaciones, principalmente relacionadas con el sangrado o la infección de su contenido, siendo el microorganismo más frecuentemente aislado la E. coli. El abordaje quirúrgico de esta patología se recomienda en los complicados o sintomático; no obstante, dada su baja incidencia, no existe consenso en el tratamiento de elección. Hasta nuestro conocimiento, no existe ningún caso en la literatura que haya cursado con desaparición del mismo. Es por ello que se debería valorar el control evolutivo de los pacientes con quistes hepáticos complicados que se controlen con tratamiento conservador, para así esclarecer si la cirugía es el tratamiento en estos casos, o si por el contrario se puede optar por una actitud conservadora.