113 - ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS CLÍNICOS Y ECOGRÁFICOS TRAS TRATAMIENTO CON INYECCIÓN PERCUTÁNEA DE ETANOL EN NÓDULOS TIROIDEOS QUÍSTICOS BENIGNOS
Endocrinología y Nutrición, Hospital Universitario Virgen de la Victoria, Málaga.
Introducción: La inyección percutánea de etanol (IPE) o enolización tiroidea es una técnica mínimamente invasiva aplicable a nódulos tiroideos quísticos benignos, no adheridos a estructuras vecinas, por síntomas compresivos locales o molestias estéticas. Actualmente se ha erigido como una alternativa a la cirugía en casos refractarios a la aspiración simple, dada su alta eficacia y seguridad, y su bajo coste.
Métodos: Estudio observacional prospectivo con 13 pacientes sometidos a IPE en la UGC de Endocrinología del Hospital Virgen de la Victoria. Se recogieron datos clínicos y ecográficos previos al procedimiento. A todos los pacientes se les realizó punción aspiración con aguja fina (PAAF) ecoguiada previa, con diagnóstico citológico de benignidad, y evacuación simple con recidiva posterior del nódulo. Técnica: se realiza una única punción ecoguiada transístimica, sin administración de anestesia; mediante una doble guía se vacía el contenido quístico casi en su totalidad y se administra etanol al 99%; observación posterior (30 minutos) por posibles complicaciones inmediatas. Seguimiento ecográfico a los 3 y 6 meses.
Resultados: El mayor porcentaje de reducción se observa en hombres con respecto a mujeres (68,0 vs. 23,1); en mayores de > 70 años frente a < 50 años y a pacientes entre 50-70 años (35,3 vs. 20,0% y 29,9%, respectivamente); en nódulo único frente a bocio multinodular (34,4 vs. 20,0%); en TIRADS2 frente a TIRADS1 y TIRADS3 (32,6 vs. 25,7% y 21,4%, respectivamente) y en nódulos antiguos frente a más recientes (37,3 vs. 23,4%). El análisis de regresión logística no halló factores de riesgo estadísticamente significativos para una mala respuesta a la técnica.
Conclusiones: La IPE es un tratamiento efectivo en los nódulos tiroideos quísticos sintomáticos: reducción media de tamaño del 29,7% a los 6 meses. Tras una segunda IPE, practicada en 3 pacientes, el rendimiento de la técnica mejora con una reducción media del 35,7% a los 12 meses. No se reportaron efectos secundarios graves.