Objetivos: El déficit de I (yodo) es la primera causa de retraso mental evitable y un problema mundial de salud pública. La yodación de sal y la ingesta de lácteos son las medidas preventivas más eficientes. La adolescencia implica cambios en los hábitos alimenticios y de vida que afectan a las fuentes dietéticas de I. Nos planteamos como objetivos determinar la mediana de concentración urinaria (UI) y estimar la ingesta diaria de yodo en una población adolescente de 15-18 años.

Métodos: Estudio descriptivo transversal realizado en los centros de educación pública de Blanes y Lloret de Mar con un total de 451 adolescentes (45,63% hombres). Se recoge una muestra de orina y una encuesta de frecuencia alimentaria (133 ítems). Se realizan análisis univariantes descriptivos y se analiza la asociación de la UI y la ingesta de yodo.

Resultados y conclusiones: La UI es de 126,19 &mu;g/L. El 35,79% presentan UI < 100 &mu;g/L (24,83% UI 100 &mu;g/L. No observamos esta relación con el consumo de sal yodada. La correlación entre ingesta de yodo y UI es débil (r = 0,18, p < 0,001). La población adolescente es crítica para garantizar que los niveles de yodo sean suficientes antes del inicio de la etapa reproductiva. Unos niveles adecuados en niños y adolescentes prevendrán también la aparición de bocios y disfunciones tiroideas en población adulta.

Financiación: Beca Goçal Calvo i Queralto 2020, 22 Beca predoctoral ICS/IDIAP 2022.