111 - RELACIÓN ENTRE EL PERFIL LIPÍDICO Y EL RIESGO DE MALIGNIDAD EN NÓDULOS TIROIDEOS CATEGORÍA BETHESDA IV
Endocrinología y Nutrición, Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno-Infantil, Gran Canaria.
Introducción: El cáncer de tiroides es la neoplasia endocrina más común y hay un interés creciente en la identificación de marcadores que mejoren el diagnóstico preoperatorio de malignidad de los nódulos tiroideos. Algunos estudios han evaluado la asociación entre el perfil lipídico y el riesgo de cáncer de tiroides, con resultados controvertidos. No hay investigaciones que hayan analizado específicamente la relación entre los niveles de lípidos y el riesgo de malignidad en pacientes con nódulos tiroideos con citología indeterminada o sospechosa de malignidad.
Objetivos: Investigar la asociación entre el perfil lipídico y el riesgo de cáncer de tiroides en pacientes con nódulos tiroideos de categoría IV en la clasificación de Bethesda.
Métodos: Estudio retrospectivo en pacientes con nódulos tiroideos Bethesda IV intervenidos quirúrgicamente en los últimos 10 años en el Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno-Infantil de Las Palmas de Gran Canaria.
Resultados: Se incluyeron 209 pacientes (84,7% mujeres; edad media 52,6 ± 14,2 años). En 76 casos (36,4%) se confirmó neoplasia maligna. Los pacientes con nódulos malignos tenían niveles más bajos de colesterol total (191,6 ± 40,2 mg/dl en nódulos malignos vs. 204,3 ± 38,4 mg/dl en nódulos benignos, p = 0,025), colesterol LDL (110,6 ± 33,1 vs. 124,8 ± 32,5 mg/dl, p = 0,003) y colesterol no-HDL (136,3 ± 35,9 vs. 148,2 ± 36,7 mg/dl, p = 0,024). No hubo diferencias entre ambos grupos en el uso de fármacos hipolipemiantes, ni en la edad, sexo, IMC, valores de triglicéridos, colesterol HDL, glucemia basal, TSH, GFR, prevalencia de diabetes, hipertensión arterial, hipercolesterolemia o enfermedad cardiovascular.
Conclusiones: En pacientes con nódulos Bethesda IV se encontraron niveles más bajos de colesterol LDL, colesterol total y colesterol no-HDL en aquellos con nódulos malignos. Esto podría sugerir un posible papel del colesterol como marcador metabólico de malignidad en los nódulos clasificados como Bethesda IV.