Introducción: El periodo de confinamiento domiciliario derivado de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) en España ha tenido probablemente un impacto en la esfera afectiva de los pacientes crónicos y, consecuentemente, en aquellos que padecen Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII). El objetivo de este estudio es conocer la influencia del periodo de cuarentena dirigiendo la atención sobre los aspectos psicológicos, tales como el estrés percibido y la adherencia terapéutica, a través de las escalas “Perceived Stress Scale-10” (PSS-10) y Escala Visual Analógica (EVA) respectivamente.

Métodos: Se trata de un estudio unicéntrico, prospectivo, analítico y observacional desarrollado en la Unidad de EII del Hospital Clínico Universitario “Lozano Blesa” de Zaragoza durante agosto de 2020. Se incluyeron pacientes mayores de 18 años, que aceptaron participar y que contaban con un diagnóstico clínico, endoscópico o de imagen e histológico de colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn o colitis indeterminada. Las variables demográficas y las características de su enfermedad fueron obtenidas de la base de datos ENEIDA (Estudio Nacional en Enfermedad Inflamatoria intestinal sobre Determinantes genéticos y Ambientales) mientras que el resto se obtuvieron mediante entrevista telefónica. Se realizó un análisis descriptivo y, posteriormente, lo factores asociados a la pérdida de adherencia terapéutica y mayores niveles de estrés fueron analizados mediante regresión logística multivariante.

Resultados: Se han incluido 426 pacientes, de los cuales el 72,1% no tuvieron síntomas relacionados con su EII durante el confinamiento, siendo el síntoma más frecuente entre los sintomáticos la diarrea asociada a dolor abdominal. El 93% no fueron diagnosticados de COVID-19 y el 83,6% no sufrieron casos de infección entre su familia y amigos cercanos. El 74,4% del total consideraban su relación médico-paciente como muy buena, mientras que el 21,8% como buena y el 3,3% mejorable. Tan solo el 0,5% consideraba su relación médico-paciente como mala. La mediana en la escala de estrés percibido PSS-10 fue de 12 (10-16), resultando mayor el nivel de estrés percibido en mujeres, pacientes no casados y en aquellos con EII activa. Además, el 79,3% tuvieron una adecuada adherencia terapéutica (VAS mayor o igual al 80%), siendo más alta entre aquellos con tratamiento biológico y más baja en aquellos con nivel educativo más alto.

Conclusiones: Aunque el confinamiento probablemente ha tenido un impacto en la esfera afectiva de la población Española, los pacientes con EII han tenido en general bajos niveles de estrés percibido. Este fenómeno puede derivarse de la buena relación médico-paciente, que contribuye sustancialmente a la buena adherencia terapéutica que presentaban estos pacientes.